
Medicina
Un medicamento para la presión arterial podría ser muy efectivo contra el Alzheimer, según un estudio: "Es un candidato muy prometedor"
Un suplemento bastante cotidiano, sobre todo para quienes sufren de hipertensión o dolores de pecho, podría revolucionar el tratamiento del Alzheimer

Durante los últimos años, la investigación sobre el Alzheimer ha dado un giro prometedor gracias a una "tendencia" cada vez más frecuente en la ciencia médica: descubrir nuevas propiedades en fármacos ya presentes en el mercado. Se trata, básicamente, de la exploración de los efectos que tienen las medicinas disponibles sobre otras condiciones de salud, no necesariamente relacionadas con la de base. Y es que además, ha llamado especialmente la atención que los beneficios de estos fármacos influyan en la ralentización de procesos neurodegenerativos.
En este contexto, un nuevo estudio de la Universidad Kindai y el Instituto Nacional de Neurociencia de Japón apunta a una posible vía alternativa para enfrentar el Alzheimer, una enfermedad marcada por la acumulación de placas beta amiloide que destruyen progresivamente las neuronas y deterioran funciones como la memoria y el razonamiento. Los investigadores exploraron el efecto de la arginina, un aminoácido comúnmente utilizado como fármaco para tratar problemas cardiovasculares, en modelos animales diseñados para desarrollar estas proteínas tóxicas.
En la experimentación resultó que, al añadir la arginina al agua de ratones genéticamente modificados, los investigadores observaron que, tras varias semanas, las placas amiloides disminuían de forma considerable y el comportamiento de los animales mejoraba visiblemente. Además, análisis profundos revelaron una reducción en los genes vinculados a la neuroinflamación, uno de los procesos que agravan el daño cerebral en esta enfermedad.
Según Yoshitaka Nagai, neurocientífico y autor principal del estudio, estos resultados muestran con claridad que la arginina es capaz de frenar la agregación de beta amiloide tanto en experimentos celulares como en organismos vivos. Pero lo más prometedor es que este posible tratamiento ya cuenta con un largo historial clínico: la arginina es una molécula ampliamente aprobada, económica, con un perfil de seguridad muy conocido y, sobre todo, capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, lo cual es clave.
De camino a la terapia del futuro
De acuerdo con lo publicado por Science Alert, investigaciones adicionales en moscas de la fruta y en modelos celulares han reforzado la misma línea de resultados: que la arginina parece ser capaz no solo de impedir la formación de nuevas placas beta amiloide, sino también de revertir las existentes. Su mecanismo de reacción está ligado con su labor de ayuda a que las proteínas mantengan su forma correcta, evitando que adopten configuraciones anómalas que lesionan las neuronas.
No obstante, su salida de los laboratorios aún requiere de tiempo y prudencia, pues si bien los resultados son alentadores, los expertos recuerdan que las dosis empleadas en los experimentos con ratones fueron relativamente altas y aún no está claro qué cantidades serían seguras o eficaces en personas. A esto se sumo que el papel exacto de las placas beta amiloide en el avance del Alzheimer continúa sujeto a discusión científica, pues aún no se sabe si produce iguales beneficios en humanos que en animales.
A pesar de las incertidumbres, la arginina se perfila como una estrategia terapéutica viable, accesible y potencialmente complementaria a los tratamientos ya en desarrollo. Y es que su uso ya extendido en otros ámbitos de la medicina, su bajo coste y su buena tolerancia la convierten en una candidata sólida para seguir investigando.
En suma, si los ensayos clínicos confirman lo observado en laboratorio, este aminoácido común podría transformarse en una herramienta sencilla y económica para ralentizar, o incluso revertir, algunos de los procesos más dañinos del Alzheimer,
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