Alzheimer

Un nuevo análisis confirma que reducir las placas de amiloide mejora la progresión del Alzheimer

Estos resultados provienen del ensayo clínico de fase 3 TRAILBLAZER-ALZ 2, publicado en la revista JAMA Network

Un nuevo análisis confirma que reducir las placas de amiloide mejora la progresión del alzhéimer
Un nuevo análisis confirma que reducir las placas de amiloide mejora la progresión del alzhéimeristock

El alzhéimer continúa siendo la forma más frecuente de demencia y, según las estimaciones actuales, afecta a alrededor de un millón de personas en España. Aunque aún no se conoce con precisión qué lo causa, los científicos han identificado un daño característico en el cerebro: la acumulación anormal de proteínas defectuosas, conocidas como placas de beta amiloide y ovillos de tau.

Por esa razón, muchos de los tratamientos experimentales se centran en atacar estas acumulaciones. Hace dos años, un nuevo medicamento demostró su capacidad para reducir la cantidad de beta amiloide en el cerebro de pacientes con alzhéimer en fases tempranas y ralentizar de forma significativa el deterioro cognitivo. Ahora, un análisis secundario del ensayo clínico que llevó a su aprobación ha confirmado la relación entre ambos efectos, reforzando la hipótesis de que eliminar estas proteínas puede mejorar la evolución de la enfermedad.

Nuevas evidencias sobre la relación entre el amiloide y los síntomas

Estos resultados provienen del ensayo clínico de fase 3 TRAILBLAZER-ALZ 2, publicado en la revista JAMA Network. El estudio original mostró que el fármaco donanemab lograba una reducción considerable de las placas de amiloide y frenaba el avance del deterioro hasta un 29% en ciertas escalas respecto al placebo. Gracias a esos datos, en julio del año pasado se aprobó en Estados Unidos el uso del medicamento para el alzhéimer de inicio temprano.

Aun así, la conexión directa entre la reducción del amiloide y la mejora clínica no estaba completamente establecida. Ensayos previos con fármacos similares, como lecanemab o aducanumab, ofrecieron resultados inconsistentes.

Por ello, un nuevo análisis secundario de los datos, publicado en JAMA Neurology, buscó profundizar en la correlación observada en el caso del donanemab. Los investigadores analizaron a 1.582 pacientes con presencia confirmada de amiloide y tau: 766 recibieron el tratamiento y 816 el placebo. Posteriormente, los dividieron en diez grupos (deciles) según los niveles de amiloide tras el tratamiento, y evaluaron su deterioro cognitivo mediante escalas estandarizadas a lo largo de 76 semanas, teniendo también en cuenta distintos biomarcadores sanguíneos.

Un vínculo claro entre la reducción de amiloide y la mejora clínica

Los resultados fueron contundentes: en los dos deciles más bajos, el 99,6% de los participantes había recibido donanemab y todos (el 100%) mostraban una reducción marcada del amiloide tras las 76 semanas de tratamiento. Además, se observó una relación proporcional entre la cantidad de amiloide residual y el grado de deterioro cognitivo: los pacientes con menos reducción —en su mayoría, los del grupo placebo— experimentaron un empeoramiento más rápido de los síntomas.

Los autores subrayan que esta es la primera vez que un medicamento antiamiloide demuestra, en estudios revisados y publicados, que la eliminación de las placas se traduce directamente en una mejor evolución clínica. Este hallazgo, aseguran, tiene repercusiones clave para comprender el mecanismo de acción del fármaco.

Además, investigaciones como esta refuerzan la hipótesis de que las placas de amiloide siguen siendo un objetivo terapéutico válido y relevante para el tratamiento del alzhéimer temprano, frente a las dudas surgidas por los resultados menos concluyentes de otros ensayos.

En definitiva, la eliminación de proteínas anormales del cerebro continúa consolidándose como una vía prometedora para desarrollar terapias efectivas contra enfermedades neurodegenerativas complejas, como las distintas formas de demencia.