
Núcleo de la Tierra
El núcleo de la Tierra es más complejo de lo que pensamos, y este nuevo hallazgo solo lo reafirma
Los últimos análisis sísmicos apuntan a que el corazón del planeta es más complejo de lo que se creía

El corazón de nuestro planeta podría esconder más secretos de los que imaginábamos. Un grupo de investigadores ha encontrado señales que apuntan a la existencia de una nueva capa dentro del núcleo interno, una región que hasta ahora se consideraba homogénea. El hallazgo aún se encuentra en fase de estudio y, por supuesto, no resulta definitivo, pero podría reescribir lo que sabemos sobre la evolución temprana de la Tierra.
Para llegar a esta conclusión, los científicos han analizado datos sísmicos recogidos durante décadas y los han comparado con miles de modelos teóricos. Los resultados muestran una variación inesperada en la forma en que las ondas sísmicas viajan a través del núcleo. Ello sugiere que el hierro en esta zona no está dispuesto de forma uniforme, sino que presenta una organización distinta a la conocida hasta ahora.
Una nueva capa en lo más profundo del planeta
El núcleo interno de la Tierra, sólido, a entre 4.400 y 6.000 °C y compuesto principalmente de hierro y níquel, se descubrió en 1936 gracias al estudio de terremotos. Durante décadas se pensó que esta región era relativamente simple. No obstante, la investigación reciente indica que podría albergar una "capa aún más interna" con propiedades propias, distinta al resto del núcleo interno.

El estudio, recogido en Journal of Geophysical Research, empleó un algoritmo que comparó más de 200.000 modelos posibles del núcleo con los registros sísmicos recopilados por el Centro Internacional de Sismología. Mediante este enfoque estadístico detectaron un cambio en la anisotropía: la diferencia en la velocidad de las ondas sísmicas según la dirección en la que se propaguen. A unos 54 grados de inclinación, el patrón se rompía, lo que apunta a que los cristales de hierro no están alineados como en otras zonas.
Este hallazgo no solo añade complejidad al mapa interno del planeta, sino que también abre la puerta a nuevas hipótesis sobre su historia. Los investigadores plantean que la diferencia en la estructura podría deberse a al menos dos fases de enfriamiento distintas en el núcleo. Dichos eventos habrían ocurrido hace miles de millones de años y dejado una huella en la organización del hierro en esta región extrema.
Comprender estos cambios es clave para entender la dinámica geológica de la Tierra. El núcleo interno desempeña un papel esencial en la generación del campo magnético terrestre, que actúa como escudo frente a la radiación solar y permite la vida en la superficie. Si su estructura es más compleja de lo que se pensaba, también lo son los procesos que alimentan ese escudo invisible.
Los científicos destacan que aún queda mucho por investigar. Aunque los resultados son consistentes, hacen falta más datos y simulaciones para confirmar que realmente existe esta capa oculta. No obstante, el hallazgo encaja con observaciones previas que ya habían detectado irregularidades en la propagación de las ondas sísmicas en el núcleo más interno.
El interior de la Tierra resulta inaccesible para la observación directa. Todo lo que sabemos proviene de las ondas que recorren el planeta tras los terremotos y de experimentos en laboratorio que intentan recrear las condiciones de presión y temperatura del núcleo. Este nuevo estudio demuestra hasta qué punto la ciencia de datos puede aportar pistas valiosas sobre zonas que jamás podremos explorar de forma física.
En definitiva, el descubrimiento sugiere que el núcleo terrestre guarda una memoria geológica más rica de lo que pensábamos. Cada variación en su estructura podría ser el reflejo de un capítulo clave en la formación del planeta, y descifrarlo permitirá comprender mejor tanto nuestro pasado como el futuro de la Tierra.
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