Reseña

EcoFlow GLACIER Classic, análisis: la nevera portátil que no necesita enchufes y que me hubiera salvado en el último apagón

Hemos probado un dispositivo que podría haber salvado a más de uno durante el apagón que ocurrió en la Península Ibérica durante el pasado 28 de abril: una nevera portátil que, además, permite cargar tus dispositivos

EcoFlow GLACIER Classic
EcoFlow GLACIER ClassicChristian ColladoDifoosion

Hay ciertos inventos que damos por sentado, que forman parte de nuestro paisaje veraniego y que, seamos sinceros, no han evolucionado demasiado en décadas. Hablo de la clásica nevera de playa, ese pesado y voluminoso ataúd de plástico azul (recordad, nunca debe ser rojo) que todos hemos arrastrado por la arena. Un invento que depende de esas bolsas o petacas de hielo que siempre acaban derritiéndose, convirtiendo el fondo de la nevera en una sopa fría donde tus sándwiches y filetes empanados navegan a la deriva. Es un parche, una solución a medias a un problema muy real: mantener la comida y la bebida frías cuando estamos lejos de un enchufe.

Hace unas semanas, el gran apagón que afectó a la península nos dio una bofetada de realidad sobre nuestra dependencia de los enchufes. No solo para cargar el móvil, sino para algo tan básico como conservar los alimentos. Muchos vieron con impotencia cómo el contenido de los frigoríficos se echaba a perder. Y es en este contexto, entre la frustración de las neveras de playa y el recordatorio de nuestra vulnerabilidad energética, donde aparece un producto como el EcoFlow GLACIER Classic, y de repente, todo cobra sentido. Porque esto, amigos, no es una simple nevera portátil.

EcoFlow, la marca que muchos ya conocemos por sus estaciones de energía portátiles y sus soluciones solares, ha decidido aplicar todo su conocimiento en energía para reinventar la refrigeración portátil. He tenido la oportunidad de probar a fondo durante varias semanas la versión de 35 litros de la GLACIER Classic, equipada con su batería extraíble de 298 Wh, y la he llevado a escapadas de fin de semana, a comidas con amigos en el exterior, e incluso la he usado para hacer la compra semanal usándola para mantener fríos los alimentos comprados en el supermercado dentro del maletero del coche. Y os adelanto que, una vez que pruebas esto, volver a las bolsas de hielo te parece cosa de la Edad de Piedra.

El interior de la nevera EcoFlow GLACIER Classic
El interior de la nevera EcoFlow GLACIER ClassicChristian ColladoDifoosion

Lo primero que te llama la atención al sacarlo de la caja es que no estás ante la típica nevera de camping. La calidad de construcción es sobresaliente, el diseño es moderno y funcional, y se nota que es un producto pensado para durar. Este GLACIER Classic es, en realidad, la segunda generación de la nevera de EcoFlow, fruto de casi dos años de escuchar el feedback de los usuarios del primer modelo.

Y se nota que han tomado buena nota: el diseño interno es más inteligente, es más portable (aunque no es ligera, lógicamente) y ahora viene en tres capacidades (35, 45 y 55 litros) para adaptarse a diferentes necesidades.

La puesta en marcha es tan simple como conectar la batería extraíble de 298 Wh en su ranura dedicada (una de las grandes mejoras, ya que no resta espacio de almacenamiento) y encenderla. Y aquí empieza la magia. Olvídate de "mantener el frío". El GLACIER Classic es un frigorífico de verdad. Tiene un compresor y es capaz de enfriar de 30°C a 0°C en un tiempo récord. En mis pruebas, ver cómo las latas pasaban de estar a temperatura ambiente a estar heladas en poco más de 15-20 minutos es una gozada.

Pero su verdadero punto fuerte está en su versatilidad. Gracias a un divisor de zonas extraíble incluido en los modelos de 45 y 55 litros, puedes configurar el interior como quieras. ¿Que solo quieres nevera? Quitas el divisor y tienes un único y espacioso compartimento. ¿Que necesitas congelar algo? Puedes poner todo el espacio a temperaturas bajo cero. ¿Y si necesitas ambas cosas? Pones el divisor y puedes tener una zona de congelador (por ejemplo, para los helados o la carne de la barbacoa) y otra de frigorífico (para las bebidas, ensaladas y embutido) funcionando a la vez, cada una con su temperatura controlada de forma independiente.

Es una pena que el modelo de 35 litros que he probado durante estas semanas no cuente con este añadido, aunque resulta lógico teniendo en cuenta su capacidad.

El control de temperatura se hace desde los botones de uno de los laterales
El control de temperatura se hace desde los botones de uno de los lateralesChristian ColladoDifoosion

Y aquí, un detalle de diseño que demuestra que en EcoFlow piensan en todo: cuando no usas el divisor, no tienes que dejarlo tirado por ahí. Se acopla de forma inteligente en un hueco de la tapa, y también funciona como una práctica tabla de cortar. Es brillante. Además, la tapa tiene una apertura dual, lo que significa que puedes abrirla desde un lado o desde el otro, algo increíblemente útil cuando tienes la nevera metida en el maletero del coche hasta los topes y solo tienes acceso por un lado. Son estos pequeños detalles los que marcan la diferencia en la experiencia de uso real.

Ahora bien, la verdadera revolución del GLACIER Classic, lo que realmente lo cambia todo, es su independencia energética. Gracias a esa batería de 298 Wh, la nevera puede funcionar durante horas, e incluso días, sin necesidad de estar conectada a nada. Según EcoFlow, ofrece hasta 43 horas de refrigeración con una sola carga. En mi experiencia, durante un fin de semana completo, la batería aguantó perfectamente desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la noche, manteniendo las bebidas frías.

Y aquí es donde la experiencia con la GLACIER Classic me hizo pensar inevitablemente en el dichoso apagón de hace unas semanas. Recuerdo la impotencia de mucha gente al ver cómo la comida del frigorífico y del congelador de casa empezaba a estropearse. Con un aparato como este, la situación habría sido muy diferente.

En caso de un corte de luz prolongado, la GLACIER Classic se convierte en un auténtico salvavidas. Podrías meter en ella lo más esencial (medicamentos que necesiten frío, comida para los bebés, los alimentos más perecederos) y tener la tranquilidad de que se conservarán perfectamente durante casi dos días sin necesidad de ninguna fuente de alimentación externa.

La batería integrada se carga por USB-C y se integra en uno de los laterales de la nevera
La batería integrada se carga por USB-C y se integra en uno de los laterales de la neveraChristian ColladoDifoosion

Además, al formar parte del ecosistema EcoFlow, las posibilidades se multiplican. Puedes recargar la batería en un enchufe de casa antes de salir, en la toma de 12V del coche mientras viajas, o, y aquí está la clave para la independencia total, conectándola a una estación de energía portátil de EcoFlow o directamente a uno de sus paneles solares. Esto la convierte en una solución de refrigeración verdaderamente off-grid, no solo para escapadas de ocio, sino también como un elemento de preparación para emergencias.

En el día a día, la GLACIER Classic también se comporta de maravilla. El control de ruido, una de las mejoras de esta segunda generación, hace que el compresor sea sorprendentemente silencioso. No es ese zumbido molesto de las neveras antiguas; puedes tenerla cerca en la tienda de campaña o en la furgoneta camper y no te molestará para dormir. La gestión se puede hacer desde su panel de control integrado o, mucho más cómodamente, a través de la aplicación de EcoFlow para el móvil, desde donde puedes ajustar las temperaturas de cada zona, ver el nivel de batería restante y cambiar entre los modos de funcionamiento.

Llegamos al punto que seguramente muchos estáis esperando: el precio. Y no, no es barata. No podemos compararla con una nevera de corcho del supermercado. La EcoFlow GLACIER Classic de 35 litros (el que he probado) tiene un precio de 799 euros. La batería extraíble de 298 Wh cuesta 299 euros, aunque se puede comprar en un paquete por 999 euros. También hay versiones más grandes de 45L (849 euros) y 55L (949 euros). Como oferta de lanzamiento, EcoFlow ofrece un descuento "Early Bird" de 100 euros hasta el 31 de julio, lo que deja el paquete de 35L con batería en unos más atractivos 899 euros.

Y eso no es todo. Entre los días 16 y 22 de junio, EcoFlow ha puesto en marcha una campaña promocional que permite a cualquier comprador conseguir un descuento de hasta el 90% en un segundo producto de la marca al comprar determinados modelos.

Las asas laterales de la EcoFlow GLACIER Classic hacen que el transporte sea má sencillo
Las asas laterales de la EcoFlow GLACIER Classic hacen que el transporte sea má sencilloChristian ColladoDifoosion

¿Es cara? Sí. ¿Vale lo que cuesta? Depende enteramente de tu tipo de uso. Si tus escapadas se limitan a ir un par de horas a la playa y te apañas con una bolsa de hielo, probablemente sea una inversión excesiva.

Pero si eres un aficionado al camping, si tienes una furgoneta camper, una pequeña embarcación, o simplemente eres de los que hacen viajes largos en coche con la familia y quieres llevar comida y bebida de verdad, bien conservada y fría, entonces el valor que ofrece es inmenso. Y si, además, el reciente apagón te ha hecho pensar en la importancia de tener un plan B para conservar lo esencial, la GLACIER Classic se convierte en una herramienta de preparación y tranquilidad que va mucho más allá del ocio.

En mi caso, después de estas semanas de prueba, lo tengo claro: esta EcoFlow GLACIER Classic ha cambiado por completo la forma en la que planteo mis escapadas. La comodidad, la versatilidad y la libertad que te da el no depender de enchufes ni de bolsas de hielo es un auténtico lujo. Es un producto redondo, bien pensado y que soluciona un problema real de una forma brillante. Volver a una nevera de playa tradicional, ahora mismo, me parecería volver a la prehistoria.