
Enigmas
Van a iluminar el universo oscuro: están construyendo una antena gigantesca en el espacio para ello
Desconocemos buena parte del universo, pese a que lentamente estamos avanzando para comprender cómo funciona y la manera en la que sus partes se relacionan con el todo

Hay momentos en la historia de la ciencia donde pasamos de teorizar sobre lo imposible, a construirlo con nuestras propias manos. Einstein predijo las ondas gravitacionales hace más de un siglo, pero murió convencido de que jamás podríamos detectarlas. Se equivocaba.
Ahora, Europa está a punto de dar un salto tan brutal en esta carrera que puede cambiarlo todo. No se conforman con los detectores terrestres que ya han captado estas ondulaciones del espacio-tiempo. Van a construir algo que desafía la imaginación: un observatorio del tamaño de millones de kilómetros flotando en el espacio profundo.
Y lo más extraordinario no es la escala titánica del proyecto, sino lo que promete sacar a la luz: los secretos más oscuros del universo, eventos tan violentos que sacuden la mismísima estructura de la realidad.
LISA en busca de lo más recóndito del universo
La Agencia Espacial Europea y OHB System AG acaban de firmar el contrato que convertirá en realidad el observatorio de ondas gravitacionales más ambicioso jamás concebido, tal y como señala el medio SciTechDaily. LISA (Laser Interferometer Space Antenna) consistirá en tres naves espaciales volando en formación triangular, separadas por 2,5 millones de kilómetros cada una, más de seis veces la distancia Tierra-Luna.
Lo revolucionario de LISA no es solo su tamaño absolutamente gigantesco, sino su capacidad para detectar frecuencias de ondas gravitacionales imposibles de captar desde la Tierra. Mientras los detectores terrestres como LIGO captan las colisiones de agujeros negros de masa estelar, LISA podrá escuchar el choque de agujeros negros supermasivos, esos monstruos que habitan en el centro de las galaxias y cuya fusión genera ondulaciones que atraviesan todo el cosmos.
El funcionamiento es de una precisión que sorprende a cualquiera. Cada nave espacial llevará dos cubos de oro y platino flotando libremente en su interior. Cuando una onda gravitacional pase a través del sistema, distorsionará infinitesimalmente las distancias entre estos cubos. Hablamos de cambios menores que el diámetro de un átomo de helio medido a lo largo de millones de kilómetros. Para detectarlo, las naves intercambiarán haces láser constantemente, creando un interferómetro espacial de proporciones nunca vistas. Sé que esto suena como algo de ciencia ficción realmente difícil de entender, pero es un experimento tan avanzado que parecería la idea de una novela.
El proyecto representa una colaboración tecnológica muy improtante en Europa. Italia y Suiza fabricarán las masas de prueba ultraprecisas. Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y República Checa aportarán los sistemas de detección picométrica. España contribuirá con el subsistema de diagnóstico científico. Europa se une así con un objetivo común muy bonito: escuchar al universo.
El lanzamiento está previsto para 2035 en un cohete Ariane 6, y una vez operativo, LISA nos permitirá rastrear la evolución de los agujeros negros a través de toda la historia cósmica. Podremos ver cómo crecieron estos colosos, entender mejor la naturaleza fundamental de la gravedad, e incluso medir con precisión sin precedentes la velocidad de expansión del universo.
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