Cuando la resistencia y el diseño se dan la mano

Durante décadas CAT ha sido un referente en el ámbito de las maquinarias pesadas. Por eso no es extraño que en el último lustro haya ampliado sus intereses para abarcar también el desarrollo de móviles que sean compatibles con el entorno en el que operan sus máquinas: minería, selva, grandes alturas, etc. Así nacieron algunos de los mejores teléfonos rugerizados, aquellos preparados para lidiar con las condiciones más exigentes. El problema es que la mayoría de estos eran, son, dispositivos de gran tamaño, peso y poco aptos para llevar en un bolsillo normal. A esto se une que gran parte de ellos sacrifican calidad de la cámara, la pantalla o el procesador a favor de la resistencia a golpes, cambios de temperatura o humedad.

Hoy CAT ha presentado su modelo S52. Con un grosor de apenas 9,69 mm y 210 gramos (el iPhone 11 pesa 198 y su grosor es de un milímetro menos), este smartphone está reforzado por un marco de aluminio de alta calidad con una placa posterior de goma antideslizante y en el frente está completamente cubierto por un cristal resistente a arañazos y grietas Corning Gorilla 6. Todos los botones externos son metálicos y los conectores, como el jack de 3,5 mm, son impermeables.

Hemos podido verlo de primera mano y son muchas las cosas que nos han llamado la atención. En el lado positivo, el S52 ha pasado las pruebas del estándar militar MIL SPEC 810G https://www.atec.army.mil/publications/Mil-Std-810G/Mil-Std-810G.pdf , lo que significa que puede pasar de una presión atmosférica equivalente a la de 12.000 metros de altura a la de 2.400, en menos de 15 segundos, sin sufrir daño. También soporta temperaturas extremas, desde los -30 ºC los 65 grados, hasta 24 horas seguidas. Se lo ha dejado caer desde 1,5 metros, 30 veces seguidas, en todos los ángulos, sin sufrir daño. Obviamente es IP68: se le puede sumergir a casi 2 metros de profundidad durante 35 minutos. Y otras 20 diferentes evaluaciones de grado militar.

También nos sorprendió su cámara. Cuenta con un sensor Dual Pixel de Sony (12 MP) y la cámara frontal es de 8 MP. Su uso en condiciones de poca luz y en modo macro es más que decente, sobre todo si tenemos en cuenta que el objetivo de este móvil es la resistencia. Pero teniendo en cuenta que el público al que está destinado (médicos en entornos agrestes, ingenieros de minas, espeleólogos, etc.) pueden necesitar una cámara buena para enviar consultas o muestras, el uso de un sensor de alta calidad, es un acierto, como se puede ver en las fotos.

En relación a la batería, lleva una de 3.100 mAh. Acostumbrados a teléfonos con 4.000 mAh y más, inicialmente nos pareció poco: se supone que quienes usarán el S52 lo harán en entornos donde no siempre es posible cargar el móvil. Pero también debemos tener en cuenta que no se trata de un dispositivo que se utilizará para videojuegos, ver series o actualizar constantemente las redes sociales, algo que consume mucha batería. Aún así, gracias a su cámara y a una combinación eficaz de batería y procesador, es un móvil muy interesante también para deportistas extremos, que buscan buenas fotos sin perder el móvil en el camino.

Por otro lado, el teléfono cuenta con carga rápida: en una hora pasa de 0 a 70%. También va en consonancia con esto (el hecho de no usarse para videojuegos o “tareas pesadas”) su cerebro: un procesador Mediatek Helio P35 Octacore 2,3GHz (gama media, pero muy decente), 4 GB de RAM (aquí quizás hubiéramos querido un poco más) y 64 GB de almacenamiento ampliable con tarjeta MicroSD. Obviamente está preparado para Android 10 y recibe de modo automático parches de seguridad cada 90 días. Durante toda la vida.

En cuanto a la pantalla, lleva una IPS Super Bright 5.65” HD +, con un ratio de 18: 9 (1440 x 720). La proporción de la pantalla es de más de un 80% respecto al tamaño total y se puede controlar tanto con guantes, como con los dedos mojados. No así y es lógico, su sensor de huellas, que también lo incorpora en la parte trasera.

El Cat S52 estará disponible a mediados de diciembre por 499 euros.