Tecnología

Apple crea unos (raros) calcetines inteligentes: ¿para qué sirven?

La compañía de la manzana está ampliando su espectro y, próximamente, podremos encontrar esta prenda en el mercado

La Vecina Rubia apuesta por esta nueva tendencia que amarás o odiarás: los calcetines por encima del legging.
La Vecina Rubia apuesta por esta nueva tendencia que amarás o odiarás: los calcetines por encima del legging.@collagevintage

Vamos a ver. ¿Apple no es esa compañía que se dedica a hacer alguno de los móviles más potentes del planeta? ¿La que ha desarrollado ordenadores de gama alta a precios competitivos? ¿La que está trabajando con la realidad virtual para crear unas futuristas gafas que lo cambien todo?. Sí. Entonces, ¿cómo es que ahora se lanza al diseño de calcetines? Así es, la compañía de la manzana está ampliando su espectro y, próximamente, podremos encontrar esta prenda en el mercado. Ahora bien, no será como todos imaginamos.

Su objetivo es convertir esta pieza de ropa es una parte clave de su futura experiencia de realidad aumentada. Así lo recoge la patente presentada por la firma: se trata de “estructuras de soporte en forma de pie con componentes como imanes” que podrían incluir “componentes de una plataforma de pie con los correspondientes electroimanes sobre los que el usuario puede ponerse de pie”.

Hay que tener presente que esta zona del cuerpo cuenta con numerosas terminaciones nerviosas, por lo que un calzado tecnológico podría transmitir numerosas sensaciones al portador y mejorar su experiencia.

Tal y como recoge el documento, su función está clara: podrá conectarse y ser controlado desde el teléfono móvil, el ordenador o las “gafas u otros equipos montados en la cabeza del usuario”. Una información que nos hace pensar que estarán muy relacionados con los futuros productos de realidad virtual y aumentada que ya están desarrollando en la compañía.

Gracias a estos, el usuario podrá interactuar con objetos reales de su alrededor dentro de un mundo virtual que le ofrecerá diferentes tipos de extras. Por ejemplo, pongamos que echamos la mirada al cielo y vemos un avión. A continuación, si nos colocásemos las lentes, una serie de algoritmos nos indicarían su destino, su velocidad, su rumbo…

Lo mismo a nivel profesional: si fuésemos cirujanos o diseñadores de interiores, nos permitirían obtener información adicional sobre la operación que estamos dirigiendo o realizar aproximaciones del proyecto que tenemos en mente. Se podría decir que, en cierto modo, se trata de un miniordenador a la altura de los ojos que controlaríamos con su mirada y con su cabeza.