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OEM

Microsoft quiere que todos los PC que se vendan a partir de 2023 tengan un disco duro SSD en lugar de HDD

La medida afecta principalmente a equipos con bajas prestaciones y para entornos empresariales

Microsoft quiere que los HDD pasen definitivamente a mejor vida en los equipos para consumidores. La RazónCortesía de Vincent Botta / Unsplash.

Microsoft ha estado presionando a los fabricantes de ordenadores OEM (equipos pre ensamblados) para que abandonen los tradicionales discos duros mecánicos y que todos los equipos que fabriquen a partir de 2023 incluyan un disco duro SSD como unidad de arranque del sistema. Según publica Tom´s Hardware, la consultoría de almacenamientos de datos Trendfocus ha desvelado que la intención original de Microsoft era que los nuevos equipos preensamblados ya se entregaran con un disco duro SSD como unidad principal de arranque este año, pero los fabricantes retrasaron el cambio y negocian un periodo de transición.

John Chen, vicepresidente de Trendfocus, ha declarado al medio que “la fecha de inicio original, basada en nuestras discusiones con los OEM, iba a ser este año, pero se pospuso para el próximo. La segunda mitad, creo, pero no está clara la fecha final. Los OEM están tratando de negociar un periodo para la transición del mercado emergente en 2024 o la transición de equipos de escritorio en 2024, pero las cosas aún se están moviendo”.

Windows 11, que tiene un complicado historial con sus requisitos mínimos que han sido considerados abusivos, no requiere actualmente un disco duro SSD para su instalación y la única condición en este aspecto es que la unidad en la que se instala tenga al menos 64 GB de espacio.  Microsoft, por su parte, ha contestado al medio sobre la obligatoriedad de un disco duro SSD en los equipos que se comercialicen en 2023 y un posible cambio en los requisitos mínimos de Windows 11 que “no tenemos nada que comentar en este momento”.

Los discos duros de estado sólido (SSD) es la tecnología que ha sustituido en los últimos años a los tradicionales discos duros mecánicos (HDD) que han usado los ordenadores desde sus inicios. Mientras los HDD utilizan discos rígidos en su interior que giran a una determinada velocidad (5.400 y 7.200 revoluciones por minuto son los estándares más habituales) y en los que se graban los datos, los SSD almacenan la información en microchips con memoria Flash interconectados entre sí. Los primeros son más lentos pero también más baratos y ofrecen mayores capacidades de almacenamientos que los segundos que garantizan un funcionamiento más rápido del equipo por la velocidad a la que escribe y lee datos. Sí un disco duro mecánico puede transferir datos a entre 50 y 150 MB/s, un SSD lo hace a entre 200 y 550 MB/s, dependiendo de modelo.

Disco duro SSD sobre disco duro HDD.La RazónCortesía de lilzidesigns / Unsplash.

Paulatinamente, la industria ha ido adoptando los discos SSD y su evolución, los M.2 que cuadruplican la velocidad de los anteriores, pero el uso de HDD sigue siendo común; en particular, en los equipos de bajas prestaciones y en los destinados a entornos de oficina. También son habituales los equipos que se venden con un disco duro SSD de poca capacidad como unidad principal de arranque y un HDD de uno o dos TB para que el usuario disponga de espacio de almacenamiento amplio sin comprometer en exceso la velocidad del sistema. A este tipo de configuración no le afectaría la medida de Microsoft.

Según Chen, si un fabricante debe sustituir un HDD de 1 TB por un disco duro SSD sin cambiar el precio del equipo debe limitarse a un espacio de almacenamiento bajo, de 256 GB, insuficiente para la mayoría de los usuarios, mientras que aumentarlo a 512 Gb significa incrementar el precio del equipo. Trendfocus también señala que el cambio tendrá efectos en la demanda de HDD a partir del próximo año. Esta tecnología sigue siendo la que proporciona mayores espacios de almacenamiento y es demandada en muchos entornos profesionales.

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