Medicina
Las maquinillas del futuro también serán dispositivos médicos
El uso de bandas de análisis de proteínas permitirá detectar en la sangre aquellas vinculadas a enfermedades
Entrar en una fábrica de tecnología y meterse de lleno en las áreas de diseño, como hemos podido hacer con Huawei o Crosscall entre otros ejemplos, es un raro privilegio para espiar el futuro de la innovación. Lo interesante es cuando ocurre con sitios que habitualmente no vinculamos a la tecnología más puntera. Y eso es lo que ocurrió en el Centro de Innovación Reading de Gillete, en Londres, donde hemos visto el futuro de las maquinillas, que precisamente este año cumplen su 120 aniversario.
La primera sorpresa tiene que ver con la cantidad de prototipos que se generan para llevar un producto al mercado, a veces más de 30 diseños diferentes solo para una misma pieza. También resultó una sorpresa la ingeniería detrás de las cuchillas: el espacio que hay entre ellas en diferentes modelos ha sido medido no ya al milímetro, sino al nanómetro para contemplar cuan rápido el vello facial cortado por la primera cuchilla recupera su verticalidad para que la siguiente cuchilla lo corte más aún. Esta distancia y el ángulo de inclinación, varían dependiendo del modelo.
En cuanto a las cuchillas específicamente, estas son más afiladasque un bisturí quirúrgico. Parte de esto se debe a que aunque el vello humano es 50 veces más blando que el acero, en diferentes ángulos puede dañar una cuchilla, según demostraron científicos del MIT. Por eso las cuchillas de afeitado siguen un ángulo muy específico. ¿Por qué entonces un bisturí no tiene el filo de una cuchilla de afeitar? “Porque sería muy difícil de controlar la profundidad del corte”, nos explica Andrea Richardson, una de las científicas del Centro de Innovación Reading, de Gillette.
Es la propia Richardson quien nos da la pista del futuro de las cuchillas de afeitar. Actualmente, en el laboratorio de afeitado, los científicos utilizan unas bandas con reactivos que les permiten detectar diferentes hormonas y proteínas en la piel y en la sangre durante este proceso. Eso les permite una medición muy precisa y objetiva de la reacción de la dermis al proceso: si se ha generado estrés, reacción alérgica, si se altera la capa de grasa o la humedad, etc.
Lo interesante es que el afeitado es una de las rutinas diarias de millones de personas (hombres y también mujeres que usan cuchillas) y que podría aprovecharse para vigilar nuestra salud. Las mismas bandas humectantes que se encuentran en la parte superior de muchas cuchillas podría contener un reactivo para detectar diferentes proteínas vinculadas a la sangre. Dependiendo del color que muestren estas bandas, podríamos saber si estamos ante una enfermedad como pueden ser Hepatitis B, Hepatitis C, VIH, mieloma o enfermedades del riñón o el hígado y detectarlas en sus primeras etapas gracias a una costumbre, como el afeitado, que es muy común y frecuente en gran parte de la población. Claro que para ello se deberían obtener permisos que hasta ahora no eran necesarios, como los que están vinculados al análisis de proteínas.
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