Aviación

Así es el mítico bombardero estratégico B-52, que se prepara para llegar a los 90 años volando

Recibirá nuevos motores y un nuevo radar AESA para seguir en activo en la Fuerza Aérea de Estados Unidos al menos hasta 2040. Su primer vuelo fue en 1952.

Un B-52
Un B-52US Air ForceUS Air Force

Más de 70 años han pasado desde que el primer B-52, allá por 1952 con «Tex» Johnston como piloto de pruebas, se estrenó en el aire. Siete décadas en las que, no solo no ha dejado de volar, sino que está a punto de entrar en una segunda juventud con la renovación de sus motores, lo que le permitirá prolongar su vida útil aún más tiempo, y la instalación de nuevo radar AESA, como parte del programa de modernización de este avión. Estos radares, desarrollados por Raytheon, basados en la tecnología AN/APG-79/82, reemplazarán a los radares de barrido mecánico de los años 60: es capaz de producir simultáneamente múltiples ondas de diferentes frecuencias. Estas ondas se dirigen electrónicamente en lugar de mover físicamente una antena y son transmitidas y recibidas por módulos controlados por computadora. Estas características hacen que la actividad del radar AESA genere datos situacionales de manera más eficiente y, al mismo tiempo, más difícil de detectar. Se integrarán en un total de 77 B-52, convirtiéndose en una de las mayores modernizaciones en la historia de la flota.

El Boeing B-52 Stratofortress es un bombardero estratégico subsónico de largo alcance, propulsado por motores de reacción, fabricado por la compañía estadounidense Boeing, y que está en servicio en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) desde 1955.

El B-52 Stratofortress reemplazó gradualmente al Convair B-36 entre 1955 y 1959. Aunque fue construido para portar armas nucleares en las misiones de disuasión de la Guerra Fría, y tras haber participado en un gran número de guerras, el Stratofortress solamente ha lanzado municiones convencionales. Hoy en día sus capacidades de bombardeo convencional son más importantes para la consecución de los objetivos de la USAF, para los cuales su gran radio de acción y capacidad de carga de hasta 32 toneladas de armamento han probado su valía.

La USAF ha tenido a los B-52 en servicio activo desde 1955, inicialmente con el Mando Aéreo Estratégico. En 1992, con la disolución de ese mando, todos los aviones fueron absorbidos por el Mando de Combate Aéreo, y en 2009 pasaron a formar parte del recién creado Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea. Su mayor rendimiento a velocidades subsónicas elevadas y sus costes de operación relativamente bajos han mantenido al B-52 en servicio a pesar de la llegada de aviones más modernos con intención de reemplazarlo, como el experimental North American XB-70 Valkyrie, el supersónico Rockwell B-1 Lancer y el furtivo Northrop Grumman B-2 Spirit. En enero de 2005, el B-52 se convirtió en la segunda aeronave, después del bombardero británico English Electric Canberra, en cumplir 50 años en servicio continuado con su operador principal. En 2009, ya existían seis aviones formando parte de esa lista de longevidad; los otros cuatro son el Tupolev Tu-95 soviético,7​ y los estadounidenses Lockheed C-130 Hercules,8​ Boeing KC-135 Stratotanker,9​ y Lockheed U-2.

Ya cuando entró en servicio demostró ser una maravilla operativa y técnica: con un alcance intercontinental de unas 14.400 kilómetros, velocidades de más de 800 kilómetros por hora, un techo operativo de 50.000 pies, una generosa bahía de bombas y seis puntos duros en las alas que podían transportar una mezcla de 32 toneladas de armas, combustible para reactores y otras provisiones. En 1960 los B-52 del Mando Aéreo Estratégico (SAC) empezaron a volar en misiones de alerta nuclear cerca de las fronteras de la extinta URSS, vuelos que se convirtieron en un símbolo de la fuerza estadounidense durante la época en que la Pax Americana estaba en auge.

En un conflicto convencional, puede llevar a cabo ataques estratégicos, apoyo aéreo cercano, interdicción aérea, ofensivas aéreas y operaciones marítimas. El uso del reabastecimiento en vuelo hace que el B-52 tenga un alcance solo limitado por el aguante de la tripulación. Es altamente efectivo cuando se usa para vigilancia marítima, pudiendo asistir a la Armada en operaciones antibuque y colocación de minas. Dos aviones B-52, en dos horas, pueden monitorizar hasta 364 000 kilómetros cuadrados de superficie oceánica.​

También la NASA lo ha utilizado como banco de pruebas y aviones nodriza para el lanzamiento de aviones experimentales. Recibió en 1959 el NB-52A (número de serie 52-0003), llamado "The High and Mighty One", para el lanzamiento del avión experimental X-15; este fue reemplazado por el NB-52B (número de serie 52-0008), llamado Balls 8, que estuvo en servicio hasta el 17 de diciembre de 2004, participando en el lanzamiento de diversos programas experimentales de la NASA; en ese momento fue reemplazado por un B-52H modificado (número de serie 61-0025), pero debido a la falta de programas que requirieran su uso, este fue devuelto a la Fuerza Aérea a mediados de 2007.

A lo largo de toda su historia ha participado en las guerras de Vietnam, del Golfo o Afganistán, ha lanzado misiles de crucero a Irak en 1996 y 1998, estuvo presente en el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia en 1999, en la invasión de Irak... Aunque hay proyectos para su sustitución, estará en servicio al menos hasta 2040.