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Neurociencias

Cerebro: lo que has olvidado, aún influye en tus decisiones

El trabajo demuestra que puede haber una disociación entre el recuerdo al que accedemos conscientemente y lo que de verdad ocurre en el cerebro.

¿Y si nuestro cerebro procesara en oculto? Princess Máxima Center, Hubrecht Institute/B Artegiani, D Hendriks, H CleversPrincess Máxima Center, Hubrecht Institute/B Artegiani, D Hendriks, H Clevers

El estudio, publicado en bioRxiv, ya lo deja claro desde el título: Los rastros neuronales de recuerdos olvidados persisten en los humanos y son relevantes para el comportamiento. A primera vista, esto es más que contradictorio y se acerca a lo que conocemos como oxímoron: una contradicción en todo su esplendor. Si olvidamos, nuestro cerebro no puede usar esos recuerdos… Pero ¿y si no fuera así?

La realidad es que puede que no creamos recordar algo, pero intentar recordarlo activa la región cerebral relacionada con la memoria y esto parece dirigir nuestro comportamiento, según Tom Willems, experto de la Universidad de Berna, Suiza y líder del estudio.

En términos científicos, la actividad neuronal se activa en diferentes partes del cerebro cuando evocamos un recuerdo. Durante mucho tiempo, el olvido se ha entendido como la disipación de las huellas neuronales de la memoria (huellas conocidas como engramas).

Sin embargo, estudios recientes sobre engramas en ratones sugieren que los engramas de los recuerdos olvidados persisten. Esto plantea la pregunta de si los engramas vinculados a la memoria persisten en algún lugar, a pesar del olvido. ¿Influyen los recuerdos olvidados implícitamente en el comportamiento humano?

Para abordar esta cuestión, 40 hombres y mujeres aprendieron 96 pares de rostros y objetos. Mediante resonancia magnética funcional de alta resolución, el equipo de Willem mapeó el destino de 96 recuerdos a nivel de sistemas, desde el aprendizaje hasta una prueba de memoria de 30 minutos y posteriormente de 24 horas. En cada intento de recuperación, los participantes indicaron si recordaban u olvidaban el recuerdo.

Los análisis de los datos cerebrales funcionales revelaron que los engramas de los recuerdos olvidados permanecen en la red de memoria episódica y siguen influyendo en la precisión de las respuestas de la prueba.

De la noche a la mañana, los engramas de los recuerdos olvidados se implementaron con mayor profundidad en el hipocampo bilateral, mientras que los recuerdos conscientemente accesibles se neocorticalizaron durante la noche.

Por su parte, los engramas de los recuerdos conscientemente accesibles e inaccesibles (olvidados) se desplazaron de la recuperación de 30 minutos a la de 24 horas en el hipocampo derecho y la circunvolución cingulada anterior, de modo que las diferencias en los patrones respaldaron las respuestas de recuperación correctas a las 24 horas. Esto evidencia que los recuerdos episódicos humanos olvidados permanecen implementados en la red de memoria episódica y siguen influyendo implícitamente en el comportamiento humano.

De este modo, el estudio, demuestra que puede haber una disociación entre el recuerdo al que accedemos conscientemente y el engrama relacionado en el cerebro.

“La gente piensa intuitivamente en la memoria como algo que podemos recordar y sobre lo que podemos hablar con entusiasmo – explica Nick Turk-Browne, de la Universidad de Yale -, pero no pasamos la mayor parte del día sentados recordando el pasado. Trabajamos, somos padres, madres, vamos a reuniones, y nuestra memoria tiene una influencia omnipresente en nuestro comportamiento. Supongo que el 95 % de nuestra mente opera en la sombra, así”.

La memoria ocuparía la mayor parte del cerebro, pero en procesos ocultos que recién comenzamos a detectar. Igual que en el universo, con la materia oscura.