Cargando...

Neurociencias

Esta es la respuesta china al implante Neuralink de Elon Musk

Menos sensores, no es tan invasivo, pero tiene la misma sensibilidad, según un estudio publicado en Nature.

Un paciente con el implante desarrollado por NeuroXess NeuroXessNeuroXess

Después de lanzar DeepSeek, el rival gratuito e igual de eficiente que ChatGPT, China ha demostrado que apuesta firme y fuerte por tecnologías del futuro. Y que no tiene miedo de enfrentarse a quien sea. Incluso a uno de los nombres (y hombres) más poderosos: Elon Musk. Y ha creado su propia y mejorada, alternativa a Neuralink. Se trata de un dispositivo, más precisamente una interfaz cerebro-ordenador (ICC) que permitió a un hombre sin extremidades jugar videojuegos.

El sistema ICC, desarrollado por la empresa de tecnología médica StairMed en Shanghái, China, es similar a los implantes que Neuralink, propiedad de Elon Musk, está probando en humanos. El dispositivo de StairMed tiene menos sondas que el de Neuralink, es más pequeño y menos invasivo.

“La investigación en China vinculada a los ICC está avanzando muy rápido - afirma Zhengwu Liu, ingeniero eléctrico de la Universidad de Hong Kong -. Se está impulsando este campo en varios frentes, como la mejora de los algoritmos utilizados para decodificar datos neuronales y los dispositivos de implantación”.

El gobierno chino ha identificado los sistemas cerebro-computadora como un área prioritaria de innovación, y las agencias de financiación están invirtiendo fondos en este campo. El país también cuenta con la infraestructura médica y la población necesarias para probar y validar tecnologías.

Al igual que en el caso de Neuralink, las investigaciones mantienen una alta dosis de secretismo y solo se publican los resultados. Un dispositivo cerebro-computadora que se está probando en personas es un dispositivo inalámbrico mínimamente invasivo llamado NEO, que puede restaurar el movimiento de la mano en una persona con parálisis mediante un guante neumático. Se colocan ocho sondas en la duramadre, la membrana externa que rodea el cerebro.

“La primera persona que recibió el dispositivo, en octubre de 2023, logró fortalecer y acelerar su agarre, y ahora, tras vivir con él durante 20 meses, puede usarlo para comer y beber - afirma Hong Bo, ingeniero biomédico de la Universidad de Tsinghua en Pekín, quien codirige el ensayo publicado en Nature -. Hasta el momento, 20 personas han recibido el implante NEO”.

Dado que la tecnología recopila información sobre una gran población de células, la resolución de su señal no es tan alta como la de las sondas más profundas que registran la actividad de neuronas individuales. Esto hace que el enfoque sea más apropiado para controlar movimientos simples. Pero Hong afirma que la desventaja en términos de rendimiento es que el dispositivo es mínimamente invasivo y puede funcionar durante mucho tiempo.

En el estudio, el equipo de Hong describe el uso de chips neuromórficos eficientes, en lugar de los chips de silicio convencionales, para imitar la forma en que el cerebro decodifica las señales cerebrales. Esto les permitiría integrar el chip en la propia sonda y hacer que el dispositivo sea más pequeño, consuma menos energía y procese la información con mayor rapidez.

Otro equipo ha profundizado un poco más en el cerebro. Neurocirujanos de Shanghái implantaron un dispositivo con 256 sondas sobre la corteza neuronal de una mujer con epilepsia. Tras dos semanas de práctica, pudo usar el dispositivo, diseñado por NeuroXess, empresa de BCI con sede en Shanghái, para usar aplicaciones de redes sociales y controlar una silla de ruedas.

El mismo equipo implantó quirúrgicamente sondas en una mujer con epilepsia que tenía un tumor en la parte del cerebro que procesa el lenguaje. La receptora utilizó el dispositivo para comunicarse en mandarín a una velocidad de 50 palabras por minuto con un retraso de 100 milisegundos. Esta es la primera vez que se utiliza una tecnología BCI para decodificar mandarín en tiempo real.

Una persona promedio puede hablar a una velocidad de 150 palabras por minuto, por lo que "aún hay mucho margen de mejora", señala el estudio.

“La tecnología aún está en sus primeras etapas – concluye Zhengtuo Zhao, del Instituto de Neurociencias de Shangai -, pero hasta ahora, los implantes han proporcionado a sus usuarios un buen control del dispositivo electrónico”.

A largo plazo, el objetivo es fusionar las tecnologías BCI con sistemas más inteligentes que las personas no solo utilicen para controlar el cursor de un ordenador, sino también sillas de ruedas inteligentes y robots avanzados, un área en la que China podría tener ventaja a nivel global.