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Gran Premio de España: Así es la tecnología dentro de un Fórmula 1

En un fin de semana, los coches generan 500 terabytes de información gracias a sus hasta 600 sensores. Este caudal de datos equivale a 250.000 horas de vídeo en HD.

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Mejores motores, combustibles más eficientes, llantas más duraderas y sostenibles. Coches más seguros. El impacto de la tecnología de los Fórmula 1 en los vehículos de calle es enorme. Pero para ello dependen de una enorme cantidad de información y de capacidad de procesamiento. Si tenemos en cuenta que 1 TB es todo el almacenamiento que pueden llegar a tener los móviles más caros y que esto es suficiente para unas 250.000 fotografías realizadas con una cámara de 12 megapíxeles; o bien 250 películas o 500 horas de vídeo en HD, imagina cuánta información entra en 500 TB que es lo que generan los coches de F1 en un fin de semana.

De acuerdo con Lee Wright, responsable de Operaciones de IT en Fórmula 1, no se trata solo de información, también de velocidad. Wright señala que, gracias a la tecnología de Lenovo, ha sido posible enviar toda esta información al Centro Técnico de Eventos en el Reino Unido… desde cualquier lugar del mundo y en apenas 180-250 milisegundos, la mitad de lo que dura un parpadeo. En pocas palabras, en lo que tardas en cerrar los ojos para parpadear, un ordenador ha enviado 125.000 películas.

Toda esta información es la que otorga ventajas decisivas a la hora de competir por una pole o un primer puesto. Los coches de Fórmula 1 cuentan con unos 300 sensores, pero estos pueden duplicarse en determinados ensayos o circuitos. Obviamente están los sensores de temperatura (en el chasis, las ruedas, los frenos…), los de viento, velocidad, fuerzas G… Pero hay otros menos conocidos. Los guantes de los pilotos, por ejemplo, tienen sensores de solo 3 mm cosidos en la propia tela. Estos sensores detectan la frecuencia cardíaca y el nivel de oxígeno en sangre, entre muchos otros datos. La información se transfiere a los respectivos equipos y al personal médico de la FIA en tiempo real para investigar la salud física de los pilotos. Inmediatamente después de un accidente, estos datos pueden evaluarse para disponer los requisitos necesarios para tratar al conductor; sin perder ni un solo segundo.

Y a los sensores se le agregan nueve cámaras ubicadas en el casco, los pedales o el chasis (una de ellas de 360 ​​grados que recoge hasta 100 horas de imágenes) a lo que hay que sumarle 147 micrófonos desplegados por todo el circuito y en los propios vehículos y casi medio millón de cronometrajes por fin de semana. Toda esa información también debe enviarse, a los equipos y al Centro Técnico de Eventos, ubicado en Biggin Hill ( Reino Unido), desde donde se producen los contenidos oficiales de cada carrera.

Otro desafío tecnológico al que se enfrenta Lenovo al proveer de dispositivos para el campeonato de F1 (más de 600 entre tablets y portátiles que utilizan ingenieros, mecánicos, diseñadores y directores) es que estos deben desempeñarse de forma perfecta en las condiciones más extremas: desde la humedad por encima del 90%, hasta el clima desértico de los circuitos de Medio Oriente o en temperaturas bajo cero. Lo sorprendente es que la empresa china lleva haciendo esto por tercer año consecutivo y con un porcentaje de reciclaje de equipos usados del 95%. De este modo, la asociación entre Fórmula 1 y Lenovo ha permitido reutilizar más de 800 dispositivos y evitar que formen parte de los 62 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generaron en 2022.

Así, la información que hoy se procesa en los F1 y la velocidad a la que se lleva a cabo, constituye una prueba para la llegada definitiva de los coches autónomos y su implementación fiable y segura, tanto para pasajeros como para peatones.