Exploración espacial

La NASA llevará un invernadero a la Luna

Se trata, de acuerdo con la agencia espacial del “primer experimento para observar la respuesta de las plantas a la radiación espacial y a la falta de gravedad”.

NASA
El objetivo será evaluar la capacidad de las plantas de resistir el entorno extremo de la LunaNASANASA

Tras más de 50 años sin pisar la Luna, la misión Artemis se ha convertido en una de las más esperadas en las últimas décadas. No solo porque varias generaciones tendrán la oportunidad de ver este hito histórico, sino también porque los astronautas de la misión llevarán un pequeño invernadero para estudiar cómo los cultivos se adaptan al entorno lunar.

El invernadero forma parte de un proyecto de la NASA bautizado LEAF (efectos lunares en la flora agrícola) y podría convertirse en "el primer experimento para observar la fotosíntesis, el crecimiento y las respuestas al estrés sistémico de las plantas en la radiación espacial y la gravedad parcial", según un comunicado de la agencia espacial.

LEAF será dirigido desde la Tierra por Christine Escobar, del Space Lab Technologies. El experimento podría ayudar a arrojar luz sobre cómo cultivar alimentos en el espacio, algo que muchos consideran fundamental a la hora de explorar otros planetas. Aunque la realidad es que, técnicamente, no sería la primera vez que se envían plantas a la superficie lunar. En 2019, China envió semillas de algodón a la cara oculta de la Luna como parte de su misión Chang'e 4. Las semillas brotaron días después, convirtiéndose en el primer experimento biológico de cualquier tipo fuera de nuestro planeta.

“Los datos de crecimiento y desarrollo de las plantas – señala el comunicado -, junto con los parámetros ambientales medidos por LEAF, ayudarán a los científicos a comprender el uso de las plantas cultivadas en la Luna, tanto para la nutrición humana como para el sustento de la vida en la Luna y más allá”

Además del LEAF, la NASA también seleccionó otros dos experimentos científicos destinados a la superficie de la Luna. El primero de ellos es la Estación de Monitoreo del Medio Ambiente Lunar (LEMS) que implica ubicar un conjunto de sismómetros autónomos diseñados para detectar terremotos lunares.

El segundo experimento es el Analizador Dieléctrico Lunar (LDA) un dispositivo diseñado para medir la capacidad del polvo lunar para conducir electricidad, algo que es clave para nuestra búsqueda de hielo en nuestro satélite.

"Estos tres instrumentos científicos serán nuestra primera oportunidad desde las misiones Apolo, para aprovechar las capacidades únicas de los exploradores humanos para llevar a cabo una ciencia lunar transformadora", afirma Joel Kearns, uno de los responsables de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.

Todo esto, obviamente, está sujeto a que la misión Artemis 3, programada para 2026, avance según lo previsto.