Cargando...

Inteligencia artificial

Primer impacto laboral de la IA en España: la oferta de programadores cae un 30% tras la llegada de ChatGPT

Mientras que muchos expertos en estos sistemas tecnológicos alertan del relevo laboral de la mano de obra humana, este dato evidencia el principio de un nuevo paradigma

Un estudio para saber cuánto tiempo ahorra la IA a los programadores revela cuánto les hace perder. Alfredo Biurrun / ChatGPT.

La irrupción de la inteligencia artificial generativa ha acelerado una transformación silenciosa en el mercado laboral que amenaza con alterar profundamente muchos sectores. Aunque en sus primeras fases se anunció como una herramienta para complementar tareas humanas, expertos ya advierten que la sustitución de empleos es una realidad en ciertos ámbitos. Sam Altman, CEO de OpenAI y uno de los principales impulsores de ChatGPT, ha señalado que los primeros en ser reemplazados serán los trabajadores de atención al cliente, dado que sus tareas son fácilmente replicables por los nuevos modelos de lenguaje.

El avance imparable de esta tecnología genera cada vez más inquietud. Mo Gawdat, exdirectivo de Google X, fue contundente al afirmar que "en 2049, la inteligencia artificial será mil millones de veces más inteligente que el ser humano". Aunque su predicción aún pertenece al terreno de lo hipotético, sus implicaciones resultan inquietantes. En un mundo donde la automatización es capaz de generar código, redactar informes o mantener conversaciones con clientes, la línea que separa lo humano de lo automatizable se difumina rápidamente.

La caída de los programadores en España por la IA

En este contexto, los profesionales del ámbito tecnológico, lejos de quedar al margen de la amenaza, se encuentran entre los primeros afectados. La programación, considerada durante años como una de las habilidades más valiosas del mercado, comienza a verse desplazada en algunas de sus funciones más básicas. La aparición pública de ChatGPT en 2022 marcó un punto de inflexión. Desde entonces, la oferta de empleo para programadores en España ha caído un 31 %, según datos recientes proporcionados por Eurostat, lo que supone una de las primeras señales visibles del impacto laboral de la inteligencia artificial en el país.

La bajada más acusada se ha registrado entre los desarrolladores de software y aplicaciones, que han visto reducir su peso en el total de ofertas del sector TIC del 7,9 % al 5,4 %. Aunque el sector tecnológico sigue siendo una pieza clave en la economía digital, su comportamiento reciente apunta a un estancamiento. El conjunto de las ofertas relacionadas con tecnologías de la información ha pasado del 13,5 % en su pico de 2022 al 10,5 % en 2025. El resto de perfiles, como técnicos en redes o bases de datos, también ha sufrido un retroceso, aunque de menor intensidad.

La comparación con Estados Unidos

Este fenómeno no es exclusivo de España. En Estados Unidos, el ajuste ha sido aún más drástico. Solo en 2024, más de 126.000 programadores perdieron su empleo, una cifra que ilustra la magnitud del cambio en la primera economía del mundo. Las previsiones del Departamento de Trabajo estadounidense anticipan una caída del 11 % en el empleo de programadores hasta 2032, lo que se traducirá en 147.000 puestos menos en esa década. La explicación oficial señala que las tareas más simples de programación ya pueden ser resueltas de forma más rápida y económica mediante inteligencia artificial.

Europa obtiene mejores datos pero igual futuro

En Europa, por el momento, el impacto parece más suave, aunque no por ello inexistente. El último informe de OfferZen reveló que un 7,5 % de los desarrolladores europeos fueron despedidos en el último año. Si bien se habla más de una reorganización del sector que de una expulsión masiva de trabajadores, el clima de incertidumbre ya está afectando a la movilidad laboral. Muchos profesionales optan por permanecer en sus puestos actuales ante el temor de no encontrar nuevas oportunidades, a pesar de que, durante décadas, este puesto de trabajo fuera uno de los que más oferta laboral existía. Sin duda, los tiempos están cambiando.

De esta suerte, el impacto laboral de la IA no es solo una cuestión de cifras, sino de modelo productivo. Lo que hasta ahora se presentaba como una revolución positiva podría dejar fuera a perfiles cuya formación y experiencia no logren adaptarse al nuevo paradigma. La caída en la demanda de programadores es solo el primer síntoma de un fenómeno que se expandirá a otros sectores si no se implementan medidas para acompañar esta transición. El reto no solo será tecnológico, también político y social.