Estreno

"Boglands": Muerte gaélica en la ciénaga

Filmin estrena esta serie del género thriller emitida por la BBC y difundida globalmente, que reivindica el idioma de Irlanda dirigida por Philip Doherty

Muerte gaélica en la ciénaga
Muerte gaélica en la ciénagaFilmin

La vida del detective Conall Ó Súilleabháin discurre entre denuncias de aves envenenadas y agresiones ocasionales en el pueblo ficticio de Carraig na nGall en el noroeste de Irlanda. Es el jefe local de la Garda (Policía irlandesa), y cuida de su padre, afectado por los estragos de la edad en su memoria y su movilidad. Sin embargo, un hallazgo fortuito en las ciénagas características de la zona de un cadáver conmocionará a toda la localidad y removerá secretos del pasado. Así comienza la trama de «Boglands», serie dramática de seis episodios que acaba de estrenar Filmin, una coproducción entre Irlanda y Reino Unido dirigida por Philip Doherty y escrita por Doireann Ní Chorragáin y Richie Conroy, inspirados por casos sin resolver de la historia reciente irlandesa. Además, sirve de reivindicación del idioma gaélico. El título original en irlandés es «Crá», que se traduce directamente como «Tormento».

La historia de «Boglands» comienza cuando el cuerpo de Sabine Ó Súilleabháin, desaparecida quince años antes, es encontrado enterrado en la localidad donde vivía, confirmando así que fue víctima de un asesinato. Su hijo, Conall Ó Súilleabháin (Dónall Ó Héalai), que en el momento de la desaparición era un adolescente, ahora es detective. El hallazgo del cadáver de su madre lo enfrenta a un pasado que nunca logró superar y a una pregunta que lo ha perseguido durante años: ¿quién mató a Sabine? Sin embargo, la implicación personal de Conall en el caso hace que las autoridades le prohíban participar en la investigación oficial. Incapaz de quedarse de brazos cruzados mientras otros intentan resolver el crimen que marcó su vida, decide emprender una investigación paralela, aunque eso signifique desafiar al sistema y arriesgar su carrera. Al mismo tiempo llega una periodista novata al pueblo para hablar de la muerte de las aves por envenenamiento, Ciara-Kate (Hannah Brady), «podcaster» aficionada que se mete de lleno (narices incluidas) en la investigación, soliviantando a todo el pueblo. Además, ella se alía (o engaña) a Barry (Alex Murphy), un agente junior que filtra a la periodista y a Conall las novedades del caso, entorpeciendo la investigación.

Explota al final

El título de la serie, «Boglands», hace referencia a los «bogs» o turberas, paisajes característicos de Irlanda que, además de su belleza natural, han sido escenario de numerosos hallazgos arqueológicos y, en ocasiones, de crímenes históricos. Este escenario aporta gran parte de la ambientación que le confiere a la serie una dureza y aislamiento que casa perfectamente con la actitud hermética de los habitantes y sus misterios y secretos. La fotografía, a cargo de Richard Kendrick, contribuye a crear una atmósfera opresiva y melancólica, acentuada por la música de Christophe Le Menn. El hallazgo del cuerpo de Sabine no solo supone un mazazo para Conall y la relación con su padre, Art ÓSuilleabháin (Barry McGovern), sino que levantará polvo y un muro de sospechas en la pequeña localidad irlandesa llena de tensiones fraguadas durante años de silencio. Como en todas las comunidades, los secretos lo son a voces y, durante años, la prosperidad económica fue la excusa perfecta para dejar pasar conductas más que cuestionables. El propio Conall explotará varias veces en contra de todos los que le rodean. Y es que hay personajes tan retorcidos como Ray (Niall Mac Eachmharcaigh), que borda su actuación como el misterioso chófer de la fallecida, mentor de Conall y principal sospechoso del asesinato de Sabine. Jugará un importante papel en el desenlace de la historia. O la inspectora Patsy Sweeney (Tara Breathnach), encargada de investigar la desaparición de la fallecida hace 15 años.

Con pequeños guiños cómicos, el espectador podrá observar cómo la investigación solivianta a toda la comunidad. Pero «Boglands» no solo habla de la resolución de un crimen; además, presenta las consecuencias sociales y emocionales de la violencia y del silencio de los culpables. En una localidad tan pequeña, cosas como la justicia, la verdad y las heridas del pasado toman una dimensión mucho más laxa que en una gran capital. La implicación del protagonista será la clave para desentrañar las cuentas pendientes. Su lucha interna entre la observancia de la ley y sus dudas sobre su proceder la noche del asesinato marcará su futuro. La serie va «in crescendo», sumiendo al espectador en una confusión que explotará en los últimos minutos cuando hasta el último secreto de Carraig na nGall haga volar por los aires todo aquello que pudimos suponer durante el metraje.