Aclaración
Eurovisión desmiente presiones a Israel y pospone la decisión sobre su futuro en el certamen
La EBU desmintió haber ofrecido a Israel la opción de retirarse o participar bajo bandera neutral en Eurovisión 2026. La decisión sobre su presencia se mantiene en suspenso, en plena ola de críticas y advertencias de abandono por parte de otros estados
La Unión Europea de Radiodifusión (EBU) ha salido al paso de los rumores que circulaban en los últimos días y ha negado haber planteado a Israel la opción de competir bajo bandera neutral o retirarse de forma temporal de la próxima edición del festival. "La EBU no ha hecho ninguna propuesta a Kan respecto a su participación en Eurovisión 2026", aseguró un portavoz a The Hollywood Reporter.
Según explicó la organización, el proceso de consultas con las cadenas miembros sigue en marcha y "no se tomarán decisiones hasta que ese proceso concluya". De este modo, la entidad que organiza el concurso intenta enfriar una polémica que amenaza con convertirse en crisis a pocos meses de la cita musical en Viena.
La tensión estalló la semana pasada, cuando Irlanda y Países Bajos advirtieron que no participarán en Eurovisión 2026 si Israel sigue en la competición. Desde la emisora pública irlandesa RTÉ señalaron que la postura responde al "continuo y atroz número de víctimas en Gaza". Poco después, la neerlandesa Avrotros se sumó a las críticas y argumentó que "el sufrimiento humano, la supresión de la libertad de prensa y la injerencia política son incompatibles con los valores de la radiodifusión pública".
A estas voces se añadieron Eslovenia e Islandia, cuyos canales nacionales también han mostrado reservas, mientras en otros países, como el Reino Unido, se han alzado llamamientos desde el mundo cultural para sumarse a un posible boicot.
La EBU, consciente de la fractura, recordó que cada cadena tiene hasta mediados de diciembre para confirmar su participación en la edición de Viena y subrayó que "respetará cualquier decisión que tomen los miembros".
El debate se produce tras un Eurovisión 2025 ya marcado por la controversia. Entonces, 72 exconcursantes y el propio primer ministro español, Pedro Sánchez, firmaron un manifiesto en el que pedían la exclusión de Israel. A pesar de las protestas, la representante israelí Yuval Raphael logró un segundo puesto en la clasificación, aunque su actuación fue interrumpida por manifestantes que saltaron al escenario.
No es la primera vez que la política irrumpe en el mayor certamen musical del mundo. Desde 2022, Rusia está vetada del concurso por la invasión de Ucrania. Ahora, la participación de Israel vuelve a colocar a la organización en una encrucijada en la que intenta conciliar el espíritu festivo del evento con un contexto geopolítico cada vez más tenso.