Testimonio
Doce años después, el maquinista del Alvia habla en 'Salvados': “Lo hago por las víctimas”
El maquinista señala que la tragedia de Angrois no fue solo un error humano, sino el resultado de fallos de seguridad en la línea y decisiones políticas que, según él, dejaron desprotegidos tanto a trabajadores como a pasajeros
Doce años después del accidente ferroviario más grave de las últimas décadas en España, Francisco Garzón, maquinista del tren Alvia que descarriló en Angrois en 2013, ha hablado por primera vez en televisión. Lo hizo en el programa 'Salvados', que dedicó su segunda entrega de temporada a una tragedia que dejó 80 fallecidos y 145 heridos.
En la entrevista con Gonzo, Garzón explicó que rompe su silencio "por las víctimas, para que se haga justicia, y si consiguen lo que quieren, pues bendito sea". El conductor del Alvia fue señalado en su día como único responsable del siniestro, aunque el presentador recordó al inicio que “no fue el único condenado porque había más responsables, y muchas cosas por saber”.
Las víctimas también tuvieron voz en el programa. Entre ellas, Teresa Gómez-Limón, exdiputada del PP y superviviente; Jesús Domínguez, que viajaba con su mujer y sus dos sobrinas; y Rogelio Bernardo, que perdió a su hijo. Todos coincidieron en que culpar solo al maquinista era "un insulto a la inteligencia" y denunciaron que desde el Gobierno se intentó desvincular el accidente de la alta velocidad por los intereses económicos en juego.
Garzón relató que segundos antes del impacto recibió una llamada del interventor que le "desubicó" en un punto crítico de la línea. "Cuando coges el teléfono y bajas la cabeza 5 segundos, a 200 km/h, me desubicó. Vi a lo lejos la curva, dentro del túnel, y empiezo a activar los tres frenos. Pensé que se habían matado todos, el batacazo fue bestial", recordó con la voz entrecortada.
Tras el siniestro, se filtró a los medios su llamada de socorro, editada para presentarle como culpable. "Adif es el custodio de las llamadas y de todo. Lo debió difundir al ministerio y ellos lo filtrarían", señaló. Según explicó, en los fragmentos omitidos él mismo advertía de que ya había alertado a Adif sobre esa curva: "Era muy jodida, la señalización no era de alta velocidad".
El maquinista aseguró haber sentido "rabia e impotencia" porque, a su juicio, se trató de "un accidente por falta de seguridad que me protegiera a mí y a las víctimas". Y añadió: "Reconozco que lo mío fue un accidente humano, pero por falta de medios que tendrían que haber puesto".
Garzón lamentó también la exposición pública a la que fue sometido: "Cuando ocurrió todo me señalaban por la calle. Después la cosa se calmó. Llegó el juicio y otra vez me señalaban, después de esta entrevista volverán a hablar, es revivir siempre lo jodido. Es muerte en vida".