Un atraco de película

Robo en el Louvre: las películas y series que vuelven a ser tendencia tras el escándalo

El último golpe en el museo más famoso del mundo reabre la conversación sobre el atractivo cinematográfico del crimen planeado al milímetro

La tercera parte de 'Lupin' ya tiene fecha de estreno
La tercera parte de 'Lupin' ya tiene fecha de estrenoNetflix

La noticia del reciente robo de joyas en el Museo del Louvre no solo ha estremecido al mundo del arte, sino que ha vuelto a despertar una obsesión colectiva: la de los atracos de película. Esos robos imposibles, ejecutados por criminales con más estilo que violencia, vuelven a conquistar las pantallas gracias a la realidad que, una vez más, supera a la ficción.

No es casualidad que cada vez que ocurre un gran golpe en la vida real, las plataformas de streaming y las salas de cine revivan sus catálogos de series y películas sobre atracos espectaculares. Lo vimos con "La casa de papel", lo volvemos a ver ahora tras el escándalo en París. La fascinación es universal: hay algo irresistible en los planes perfectos, las mentes brillantes y la adrenalina de desafiar al sistema.

"Lupin" es probablemente el ejemplo más reciente y elegante de este fenómeno. Omar Sy, convertido en heredero moderno de Arsène Lupin, encarna a un ladrón que roba por justicia, no por codicia. En el fondo, conecta con una narrativa que siempre funciona: la del outsider que se enfrenta al poder con ingenio, carisma y un buen disfraz.

Pero si hablamos de atracos convertidos en epopeya, imposible no mencionar "La casa de papel", con su icónico mono rojo y sus nombres de ciudades. El Profesor y su equipo no solo asaltaron la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, también asaltaron la cultura pop. Más que una serie, se convirtió en un símbolo, en parte por su crítica social, pero sobre todo por el romanticismo de su narrativa: un robo como forma de rebelión.

A este universo se suman joyas como "Ocean’s 8", donde el glamur femenino toma el control, o la adrenalina acelerada de "Baby Driver", con su protagonista escapando del crimen a ritmo de música. Sin olvidar las apuestas más sofisticadas como "Inception", donde el robo se vuelve onírico, o "Catch Me If You Can", que celebra la astucia por encima de las armas. Cada título confirma lo mismo: los ladrones de ficción son más que criminales, son mitos modernos.

El robo en el Louvre nos recuerda que, cuando el crimen se cruza con la inteligencia y la estética, la historia se vuelve irresistible. Y si encima hay arte, joyas o millones de por medio, mejor. Quizás por eso, cada vez que la realidad nos regala un atraco de alto perfil, volvemos a las pantallas buscando lo mismo: emoción, astucia y una buena dosis de escapismo con guante blanco.

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