
Despedida... ¿o no?
La emotiva salida de Isabel en "Valle Salvaje" rompe el corazón de los fans
El personaje interpretado por Mari Paz Sayago abandona la serie diaria de La 1 dejando una carta sin abrir, un pasado por revelar y un futuro incierto

"Valle Salvaje", la popular serie de las tardes de RTVE, ha perdido a una de sus figuras más icónicas. La marcha de Isabel, personaje interpretado por Mari Paz Sayago desde el primer capítulo, ha dejado una estela de emoción, silencios cargados de significado y muchas preguntas sin respuesta. En su episodio número 290, el personaje cerró la puerta de la Casa Grande con una maleta en la mano y el corazón dividido, despidiéndose de todos sin que nadie supiera que era un adiós definitivo.
La secuencia fue contenida, sin grandilocuencias, pero cargada de símbolos. "Voy a echar de menos a su familia, pero sobre todo a usted", le dijo Isabel a Amadeo, antes de besarlo y sellar una historia de amor soterrada que nunca se permitió vivir del todo. A Bárbara y Pedrito les dejó un encargo: cuidar de sus hermanas y proteger el legado familiar. Las palabras se dijeron con voz serena, pero los ojos no pudieron disimular la despedida.
Mari Paz Sayago ha reconocido que este personaje la transformó como actriz. "He aprendido a vivir con ella. Ni siquiera ella sabía por dónde iba a salir", explica sobre Isabel, una figura contradictoria, capaz de cometer actos extremos y de amar con total entrega. Su evolución, desde asesina hasta figura materna, ha sido una de las tramas más intensas y humanas de la serie.
Isabel fue el motor de la historia, la que puso en marcha la cadena de secretos y traiciones que sostienen el universo narrativo de "Valle Salvaje". Su marcha deja en suspenso una verdad que aún no ha salido a la luz: fue ella quien mató a Evaristo, el padre de Adriana, siguiendo órdenes de doña Victoria. Y aunque ha dejado una carta a Adriana, esa confesión sigue oculta. ¿Volverá para desvelarlo todo? La actriz deja la puerta abierta.
Lejos del dramatismo fácil, Sayago se despide agradecida pero firme. "Lo que más voy a echar de menos es a la gente, el equipo. Ha sido un rodaje exigente, pero muy humano", confiesa. De todos sus registros, se queda con la Isabel cómica, la que le permitía reír para no ahogarse en el peso del drama. "La comedia es pasar por el mismo agua, pero por arriba", dice con claridad.
Con su adiós, "Valle Salvaje" pierde una pieza clave de su engranaje emocional. Pero en el universo de esta serie diaria, todo puede cambiar en un solo giro de guion. Isabel ha salido por la puerta principal, sí, pero nadie ha dicho que no pueda volver a cruzarla. La trama está viva. Y el silencio que dejó puede ser el inicio de algo aún más grande.
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