Francia

Robleño roza el triunfo en Ceret

En sesión matinal, el presidente negó la Puerta Grande a Vicente Soler

Fernando Robleño, en imagen de archivo
Fernando Robleño, en imagen de archivolarazon

Ni una sola oreja se cortó en la plaza francesa de Ceret la tarde de ayer, donde se corrió un encierro de Celestino Cuadri, varios de cuyos ejemplares superaron los 600 kilos. No obstante, Fernando Robleño rozó el triunfo que finalmente se difuminó por culpa de su fallo a espadas. Ante el segundo de la tarde, Robleño dibujó muy bellos y ralentizados naturales. Todo despacio, muy bien y con mucha verdad y se arrimó mucho a los pitones en las últimas tandas en redondo. Ante el quinto, Robleño formó un lío, practicando un toreo de poder y temple, especialmente con la diestra.

Encabezaba la terna José Ignacio Uceda Leal, que se presentaba esa tarde en Ceret, abreviando ante el que abrió plaza, que apenas podía desplazar sus mas de 600 kilos. El cuarto fue complicado, reservón y embistiendo con brusquedad, no consiguiendo acoplarse Uceda. Por su parte, Joselillo tuvo ante sí a un tercer toro colaborador, ejemplar al que instrumentó un par de tandas de templados naturales antes de que la faena fuese a menos. Al sexto, le comenzó la faena por abajo cuajándole buenas tandas por ambos pitones. En ambas ocasiones falló a la hora de matar.

Plaza de toros de Ceret. Se lidiaron toros de Cuadri, bien presentados y de juego desigual. Uceda Leal, silencio y silencio; Fernando Robleño, silencio tras aviso y saludos tras aviso; y Joselillo, silencio tras aviso y vuelta al ruedo. Lleno.

Asimismo, en sesión matinal, Vicente Soler cortó la única oreja en la novillada que abrió este sábado la feria francesa de Ceret. Soler se enfrentó a un animal que, como casi todo el encierro, fue tres veces al caballo y con el que mostró un gran oficio manejando e hilvanó buenas tandas de naturales.

El novillero pudo haber redondeado la mañana saliendo a hombros de la plaza de no haberse mostrado inflexible el presidente, que le negó una oreja del sexto, fuertemente reclamada por el público, que tuvo en cuenta el valor mostrado por el novillero en una faena en la que cuajó tandas en redondo muy templadas. A la hora de matar, pinchó al primer intento cobrando una estocada entera al segundo viaje y resultó volteado.

Se fueron de vacío tanto Jesús Fernández como Cayetano Ortiz. El primero mostró mayor capacidad ante su lote, llegando a tragar con mucho valor en las últimas tandas en redondo que enjareto al primero de sus adversarios; mientras que el francés suplió con voluntad su falta de rodaje.

Plaza de toros de Ceret. Se lidiaron novillos de Yonnet, muy bien presentados, bravos y encastados. El mejor fue el quinto. Jesús Fernández, palmas y ovación; Cayetano Ortiz, silencio tras aviso y silencio; y Vicente Soler, oreja y vuelta tras petición. Casi lleno.