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Francia

Robleño y Castaño se reparten cuatro orejas en el cierre de feria

La corrida de Miura, interesante colofón al ciclo galo

Castaño y Robleño abandonan a hombros el coso francés
Castaño y Robleño abandonan a hombros el coso francéslarazon

Fernando Robleño y Javier Castaño salieron ayer a hombros tras enfrentarse mano a mano en la plaza francesa de Beziers, donde es tradición que la corrida de Miura ponga el punto y final a la feria.

Fernando Robleño se adelantó en el marcador al pasear una oreja del que abrió plaza, un animal que embistió a base de feos derrotes, especialmente por el pitón derecho. Siempre muy seguro y firme, el madrileño lo despenó de pinchazo y estocada entera delantera. Al segundo de su lote lo entendió perfectamente en una torerísima faena construida a base de dominio, inteligencia y técnica, pero falló con los aceros. En el quinto, Robleño imprimió un buen saludo capotero y resolvió con arrojo torero las dificultades del ejemplar, al que mató de estocada entera desprendida.

Cuatro veces fue al caballo el primero del lote de Javier Castaño, que trató siempre de alargar el viaje de la res que se quedaba corta por ambos pitones. Lo mató de estocada casi entera y descabello. También pinchó con la espada Castaño al cuarto tras una faena iniciada de rodillas y en la que anduvo algo por debajo de la res. Pudo finalmente el leonés igualar el marcador tras pasear las dos orejas del que cerró plaza, al que inició la faena en los medios y citó de largo durante toda la faena. Pero el toro se acordaba siempre de lo que dejaba atrás. Muy profesional estuvo Castaño, quien lo mató de una estocada entera en la suerte de recibir.

En Beziers (Francia), última de feria, se lidiaron toros de Miura, bien presentados y con complicaciones. Fernando Robleño, oreja, vuelta al ruedo tras aviso y oreja; y Javier Castaño, saludos, silencio tras aviso y dos orejas. Tres cuartos de entrada.