Qué frutas pueden comer las personas diabéticas

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa (azúcar) en la sangre. Normalmente, cuando comemos alimentos que contienen carbohidratos, como pan, arroz, frutas y otros alimentos, el cuerpo descompone estos carbohidratos en glucosa, que luego es transportada a las células para ser utilizada como fuente de energía. Para que la glucosa pueda ingresar a las células, el cuerpo necesita una hormona llamada insulina.

En el caso de las personas con diabetes, hay un problema con la producción o el funcionamiento de la insulina en el organismo. Las personas que la padecen tiene que tener cuidado a la hora de alimentarse y es que no pueden comer todo tipo de alimentos.

En el caso de las frutas, podrán consumir las que cuenten con un índice glucémico bajo, ya que se consideran más seguras para las personas con diabetes, porque causan un aumento gradual en los niveles de glucosa en lugar de picos rápidos

Las frutas que pueden comer las personas con diabetes

Manzanas: Estas deliciosas frutas de temporada son bajas en calorías y contienen fibra que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre.

Fresas: Estas pequeñas frutas rojas son bajas en carbohidratos y altas en antioxidantes, vitaminas y fibra, lo que las convierte en una excelente opción para las personas con diabetes.

Arándanos: Con su contenido abundante de antioxidantes y fibra, los arándanos son una elección fantástica. Además, se ha demostrado que ayudan a mejorar la sensibilidad a la insulina.

Peras: Jugosas y refrescantes, las peras son una fuente de fibra y vitamina C, y tienen un IG bajo, lo que las hace ideales para quienes buscan controlar sus niveles de azúcar en la sangre.

Kiwis: Estos pequeños pero poderosos frutos verdes contienen vitamina C y fibra, y también tienen un IG bajo, lo que los convierte en una opción inteligente para personas con diabetes.

Es importante tener en cuenta que, si bien estas frutas se consideran seguras para las personas con diabetes, siempre es recomendable moderar su consumo y realizar un seguimiento regular de los niveles de azúcar en la sangre. Además, es esencial consultar con un profesional de la salud o un nutricionista antes de realizar cambios importantes en la dieta.