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Bruce Dickinson: "Si alguien no te escucha no hay comunicación"

El empresario y vocalista de Iron Maiden participa en la «Generacción MABS2019», organizado por Atresmedia, y subraya que incluso en este mundo digital «tenemos que tener relaciones e integridad».

Bruce Dickinson durante la ponencia que ofreció en «Genearción MABS 2019». Foto: Atresmedia
Bruce Dickinson durante la ponencia que ofreció en «Genearción MABS 2019». Foto: Atresmedialarazon

El empresario y vocalista de Iron Maiden participa en la «Generacción MABS2019», organizado por Atresmedia, y subraya que incluso en este mundo digital «tenemos que tener relaciones e integridad».

Sin desmerecer al resto de ponentes, Bruce Dickinson, el vocalista de la banda Iron Maiden, era uno de los han generado más expectación. La banda de heavy metal inició su trayectoria en 1975 y, desde entonces, es una de las más influyentes. Ayer en «Generacción MABS 2019» dio una clase magistral, y sin complejos, sobre la comunicación, el valor de la marca personal y las virtudes que debe tener un empresario. Una de las primeras recomendaciones no pudo ser más contundente: «Os animo a convertir a vuestros clientes en vuestros fans. Odio a los clientes porque son unas personas que pueden irse, que te pueden abandonar. Queremos gente que tenga con nosotros una relación». Sobre estos tiempos, realizó una reflexión con mucha enjundia en la que se preguntó: «¿Por qué en la época de las comunicaciones digitales puede haber 30.000 personas esperando con frío y agua para vernos dos horas en directo?». La respuesta fue tan sencilla como evidente: «Somos seres humanos y nos gusta estar con otros seres humanos».

El valor de la marca personal

También alertó sobre la necesidad de que, a pesar de las redes sociales e internet, hay que preservar «las relaciones, tener integridad de verdad, soluciones creativas para todos y tratar que la vida de las personas sea mejor». Y no se olvidó de advertir a los asistentes que «la publicidad no debe daros vergüenza». Para argumentar esta sentencia puso como ejemplo su grupo. «Iron Maiden es una banda brillante y también una marca brillante. No temáis esa palabra, no es sucia. Depende de quien seas y lo que hagas con ello». Sobre su trayectoria como emprendedor precisó: «Nuestra ecuación es que cero más cero es igual a uno. Coges dos cosas que no valen nada, las juntas y la gente dice que ahora lo necesitan. Eso es ser un emprendedor».

La jornada se inició con la intervención de Ignacio Martínez Mendizábal, que pertenece al equipo investigador de Atapuerca y que fue galardonado con el Príncipe de Asturias en 1997. Profundo conocedor de la evolución del ser humano, afirmó que «nos salvó la invención de un sistema de información que se llama cultura. Alguien vio que se podía ampliar la alimentación a través del acceso a la carne de animales y se lo dijo a otro». El paleontólogo no obvió nuestra principal característica: «Las personas somos los únicos animales que soñamos, que vivimos en el futuro».

Con más de tres décadas trabajando en publicidad, Nicole Yershon es consultora, conferenciante y mentora. Aconsejó a los asistentes que priorizasen en sus empresas la innovación porque «no puedes considerarte una empresa innovadora si cierras ese área» y valoró a los trabajadores inconformistas; es más, «permitidles ser así y que tengan inquietudes, porque hay que seguir aprendiendo. Si crees que lo sabes todo tienes un problema». Alabó a los consejeros delegados que «no solo miran la cuenta de resultados sino que también están pendiente de lo que está pasando en el mundo y quiere traerlo a su empresa».

Por su parte, el empresario, comunicador y ganador con solo 23 años del premio «Impulsa Empresa», Pau García-Milá, admitió que tiene una trayectoria sembrada de éxitos e iniciativas fallidas y quiso subrayar que «como hay que pasar por el fracaso, cuanto antes lo pasemos, mejor». Sobre la innovación apremió a emprender cuanto antes con un dato que llamó la atención: «Cada segundo nacen cuatro bebés en el mundo y se activan 45 móviles, entre IPhone y Android, más de diez veces el crecimiento de la población». Ante el vértigo de las nuevas tecnologías, García-Milá, insistió en el componente emocional. «¿Podemos innovar solamente con productos? La respuesta es no. El éxito no es que te compren lo que ofreces a la ciudadanía, es que lo usen». En esa línea aseguró que más del 90 por ciento del dinero que se invierte en innovación en las empresas está dirigido a pensar «cómo nos vamos a relacionar con nuestros clientes para mejorar la interactuación».

Álex Rovira: «Sin respeto no hay confianza»

El escritor de «La buena suerte» y economista comenzó su ponencia a partir de tres ideas que pueden cambiar el mundo: compromiso, liderazgo y cultura. En ese sentido, recalcó que «los equipos que funcionan bien, en armonía y plenitud, se respetan, porque sin respeto no hay confianza, y sin confianza no hay compromiso y sin este último no hay calidad». Rovira quiso puntualizar que «la admiración es el principal mecanismo de aprendizaje, por lo que tenemos que hacer que la gente que trabaja con nosotros se sienta querida. Con el saber no es suficiente».