SGAE

Los autores, en defensa de la música nocturna

Los músicos españoles alzan la voz a favor de un modelo que permite la emisión de sus obras en la franja de madrugada.

Manu Tenorio es uno de los compositores que viven de la música en televisión
Manu Tenorio es uno de los compositores que viven de la música en televisiónlarazon

Los músicos españoles alzan la voz a favor de un modelo que permite la emisión de sus obras en la franja de madrugada.

- a Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ya tiene fecha para las elecciones de la nueva junta directiva, el próximo 26 de octubre, de la que saldrá elegido el nuevo presidente que tendrá por delante muchos frentes abiertos, entre ellos la retirada masiva del repertorio internacional de las principales editoriales musicales internacionales, que han amenazado con hacerla efectiva a principios de 2019, aunque queda por saber cómo se materializará. No es la primera vez que sucede, el último amago fue 2016, y en ninguno de ambos casos la retirada de la partida es por la totalidad de los derechos que gestiona la entidad. Otra de las cuestiones importantes a las que deberá prestar atención es la modificación de las franjas horarias para el reparto de derechos de autor que genera la música en televisión, una controversia que enfrenta a los autores españoles que participan en los programas musicales de madrugada con las grandes multinacionales (Sony/EMI, Warner y Universal).

El catálogo musical nocturno es mayoritariamente nacional y la audiencia, según Kantar Media, se cifra en 18.000 espectadores, casi el aforo del WiZink Center de Madrid. Si por un minuto en «prime time» se pagan 900 euros, en la madrugada son 60, ponderación aprobada en asamblea por los socios de la SGAE, que se ha visto mermada bajo la actual directiva, en contra de lo establecido en sus estatutos.

Fórmula lícita

En estos momentos, el 50% del presupuesto recaudado por la SGAE proviene de la radiodifusión. Las cadenas de televisión pagan un porcentaje de su facturación por publicidad anual por el uso de esos repertorios y recuperan parte de ese dinero, aproximadamente un 25%, a través de sus editoriales, el mismo que reciben los autores con los que firman sus acuerdos.

Alrededor de 2.000 músicos viven de este negocio y muchos de ellos han alzado la voz para defender un modelo «lícito» cuya desa-parición tiene un claro beneficiario: las editoriales internacionales. «Quien haya seguido estos programas se dará cuenta de que somos muchos los que no estamos en los circuitos de las multinacionales que acaparan el “prime time”», comenta Juanra Arnáiz, de Guaraná. En este mismo sentido, Iván Sevilla, Huecco, denuncia que el supuesto lucro ilegal de «cuatro espabilados» ha hecho creer a la opinión pública que «existe una mafia milimétricamente organizada» y Manu Tenorio recuerda que gracias a estas emisiones miles de compositores «siguen en la profesión y sobrellevan la crisis como alternativa a la caída de las ventas físicas». De igual manera se manifiesta José Ángel Hevia, cuyo último proyecto profesional ha sido posible gracias a los réditos económicos obtenidos por la emisión de sus conciertos en televisión.