Televisión

Lourdes García Campos: «La credibilidad y la información pura y dura ya no nos vale»

La presentadora de Deportes de TVE considera que «en política hace falta más solidaridad, compañerismo y saber ceder».

Lourdes García Campos / Foto: Luis Díaz
Lourdes García Campos / Foto: Luis Díazlarazon

La presentadora de Deportes de TVE considera que «en política hace falta más solidaridad, compañerismo y saber ceder».

Practica todo tipo de deportes y es bastante buena en muchos de ellos. La periodista Lourdes García Campos no es de las que acaba de subirse al carro de los «runners», ella lleva corriendo prácticamente desde que tenía cinco años.

De ahí que la presentadora de Deportes de TVE sea perfecta como embajadora de «The Daily Mile», un proyecto internacional que ha aterrizado en España para fomentar que los niños corran 15 minutos al día y así evitar la obesidad infantil.

Antes de cubrir una milla (1,6 km) con los pequeños de 4º de Primaria del Colegio Arcángel Rafael atiende a las preguntas de LA RAZÓN. Eso sí, es muy introvertida y reconoce que estar al otro lado de la grabadora «no me gusta nada. Es espantoso».

–La Selección de baloncesto acaba de ganar el Mundial, ¿hace falta más compañerismo y espíritu de equipo en la política española?

–No estaría de más que sirviera de ejemplo. Sobre todo en política, creo que sí que se necesita algo más de solidaridad, de compañerismo, de saber ceder... Bueno, realmente de hacer su trabajo, que es ser políticos. Saber llegar a acuerdos, saber dialogar y, sobre todo, ceder.

–El jugador Ricky Rubio dice que él sigue aprendiendo del niño que fue con 14 años. ¿Qué le dice la Lourdes García Campos de esa edad?

–Eres un poco lo que has sido, el niño que siempre has sido. Evidentemente, la educación, los valores que has recibido, eso aunque en algún momento creas que no, luego a la larga están ahí. Es un poso que todos llevamos. Claro que la niña de 6, 12 y 14 está ahí. Al fin y al cabo, tú eres tu pasado.

–Siempre se dice que el periodismo es una profesión de riesgo, usted hasta una vez se quemó las córneas...

–Sí, fue un accidente laboral. Me quemaron las córneas con unos focos. Se me ha quedado crónico.

Puedo leer perfectamente. Lo que pasa es que mi ojo no aguanta la lágrima. La genera, pero por culpa de las quemaduras se me absorbe, es como que no se fija. Aun así, yo al periodismo deportivo no lo considero «de riesgo». El de corresponsal de guerra, sí, esto fue un accidente.

–¿Qué le parece el periodismo de bufanda, ese que parece que hay que ser hincha de un equipo para poder comentar la información de deportes?

–Es un periodismo que ha surgido en los últimos años. Como todo en esta vida: lo que teníamos no vale y hay que innovar y sacar algo nuevo y el periodista al uso no es bastante... Ya ni su credibilidad es suficiente y la opinión se mezcla con la realidad. Así han salido estos «personajes». Y ha sucedido en todos los ámbitos del periodismo, especialmente en el deportivo, político y del corazón. Creo que los programas del corazón fueron los primeros en implantar este tipo de tertulianos que opinan y defienden sus colores y a sus jugadores... Y nos hemos acostumbrado. La información pura y dura ya no nos vale.

–¿Por qué cada vez los niños son más obesos? Los datos que ofrece «The Daily Mile» son devastadores (uno de cada tres niños tiene sobrepeso en España), sobre todo en países mediterráneos...

–Es lo sorprendente. Vivimos en un país con dieta mediterránea, con muchas horas de luz al día, con buen clima para practicar deporte, con los recreos obligatorios y solo estamos por detrás de los griegos, en quinto lugar en Europa. Aunque tengamos una dieta mediterránea, los niños no la consumen. Toman muchas calorías, no comen frutas ni verduras, pasan mucho tiempo sentados con las maquinitas, los ipads... Están deseando coger la pantalla en cuanto llegan o, si no, se aburren. Digamos que tienen adicción.

–¿Cuál sería su consejo: menos hamburguesas?

–No me quiero meter en la alimentación de la gente, pero desde luego que la mía fue muy buena. Comía verduras o ensaladas todos los días. Recuerdo muy bien que debía comer fruta después de cada comida, y si eran mandarinas, dos. Y, como decíamos, eso a la larga, se te queda.

–¿El fútbol de los hijos es el ring de boxeo de los padres?

–No tengo hijos pero he ido a ver muchos partidos de deportes diferentes. El problema sí que son los padres por la presión que meten a sus hijos, la exigencia. Ya ni te digo si encima insultan al contrario. Me parece de expulsión y de no dejarles volver a entrar. Las extraescolares son para divertirse, para conocer a otros niños, aprender los valores del deporte... No para que sean deportistas de élite. Ése es el mayor problema, los apuntan esperando que surja un campeón olímpico.

–Dicen mis fuentes que es usted la mejor atleta de TVE.

–No creo. Somos muchos los que practicamos deporte. Tenemos un grupo de correr entre todos los trabajadores de la tele. Nos apuntamos a carreras populares, pero no soy la mejor.