Viajes

Siete alcoholes regionales, solo aptos para valientes

Hacemos un repaso de algunas bebidas alcohólicas populares en diferentes países, aunque desconocidas en el resto del mundo. ¿Cuántas has probado?

Alcohol
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Mamajuana, República Dominicana

Ya la hacían los pueblos precolombinos, pero con la llegada de los europeos comenzó a prepararse también con alcohol. Como no puede dejar de darse en los alcoholes caribeños, el ron es un elemento esencial de esta bebida de dulcísimo sabor, que algunos afirman posee poderes afrodisíacos. Al ron se le añade vino tinto y miel, dejándolo macerar durante días en la propia botella, junto con algunas hierbas y cortezas de plantas. Dependiendo de la región se utilizarán canelilla, anís u hojas de Maguey, cada localidad tiene ese toque secreto que hace de su bebida nacional una maravillosa sorpresa para quienes no la hayan probado. Aunque la comercialización de la mamajuana permite encontrarla en casi cualquier país, es bueno dejar su sabor para el momento en que se pisen tierras dominicanas por primera vez, allí es fácil encontrarla en cualquier bar. Por alguna extraña razón, la Mamajuana potencia su sabor cuando se bebe cerca de la playa.

Lao - lao, Laos

Lao - lao. Licor de arroz con serpiente o escorpión.
Lao - lao. Licor de arroz con serpiente o escorpión.Dominio Público

Algunos licores son solo para valientes. Es el caso del Lao - lao, o whisky de arroz, que se prepara tradicionalmente en Laos. Tras la fermentación del arroz se consigue una graduación de alcohol que ronda el 40%, y es habitual que en las botellas se introduzca una serpiente u escorpión. Los hay que le atribuyen usos medicinales por su aspecto extravagante, aunque su fin es más bien festivo. Tanto para dar la bienvenida al extranjero - las agencias turísticas en Laos animan a probarlo en cada visita -, como para celebrar eventos más íntimos dentro de la familia. Se sirve en un vaso, uno solo para todos los comensales, y dicho vaso circula de mano en mano siendo rellenado cuantas veces hagan falta. Y esto es importante, quizás el elemento principal de las bebidas alcohólicas. Saber servirlo. El Lao - lao, con o sin escorpiones, pasa de la bebida exótica para encontrar su verdadero uso, que es el de unir a la familia en la mesa y compartir su felicidad.

Vino de cajún, Guinea Bissau

En una captura, el proceso completo de elaboración del vino de cajún.
En una captura, el proceso completo de elaboración del vino de cajún.Alfonso Masoliver Sagardoy

Yo también me sorprendí cuando me explicaron que el cajún es el fruto del anacardo. Un fruto jugoso, rojo al madurar, como un pimiento, de un sabor ácido y exquisito cuando uno se acostumbra a él. El vino de cajún tiene un sabor más fuerte que cualquier vino, también posee una graduación de alcohol mayor, que ronda en torno al 30%. Pero no es tan fácil de encontrar como lo son otros en esta lista. Hace falta zambullirse en el corazón de África Occidental y patearse sus costumbres antes de encontrar una pequeña garrafa con el líquido que buscamos. Su preparado es, además, completamente manual, sin necesidad de máquinas que puedan facilitar el trabajo. El fruto de cajún se aplasta con los pies, como se hacía con el vino en España hasta hace no demasiados años, se aplasta con fuerza, y cuando el artesano obtiene la pulpa, lo deja fermentar bajo el tórrido sol africano. El líquido se mete en una botella, las pieles de la fruta se desechan y, ¡listo! Tenemos un vino que se lleva preparando cientos de años y de un sabor único.

Licor de medusa, Asia

Es conocido el shot de medusa, donde la mezcla de licor de cacao blanco, crema irlandesa y licor triple seco de naranja curaçao terminan por dar a la bebida el aspecto de una medusa flotando estática. Es divertido prepararlo, más todavía probar unos cuantos. Pero aquí hablamos de licor de medusa, medusa de verdad, de las que pican. A los asiáticos estas cosas no les dan ningún reparo, y siendo como son maestros del destilado, no parecen tener ningún problema en, ya puestos, destilar una medusa a la que han extraído previamente los tentáculos. Hace falta valor para beber ciertos alcoholes, pero más valor muestra en ocasiones quien lo prepara. El resultado depende de los gustos. No pica, eso ya lo garantizamos, pero desde luego tampoco pasa sin pena ni gloria por la garganta.

Vodka de Bacon, Estados Unidos

¿Alguno recuerda esa frase de Homer Simpson, cuando pide albóndigas para beber? Bueno, aquí casi se da, casi. Los estadounidenses adoran el bacon. Crujiente, nutritivo, lleno de sabores sencillos para el paladar. El bacon lo sirven en el desayuno, el aperitivo, los sándwiches, la cena, incluso las rayas rojas de su bandera podrían ocultar una metáfora escondida sobre las tiras de bacon. Quién sabe. Son capaces de hacer cualquier cosa con el bacon, como nosotros con la tortilla de patatas. Llegan a los extremos, persiguiendo al sabroso bacon. Hasta el punto de haber creado un vodka de bacon, quién lo diría, en qué época vivimos, hasta el bacon puede utilizarse con fines juerguistas. El proceso de elaboración es simple. Basta meter en una botella de vodka una rodaja de bacon frita y dejar que se macere. Luego se sirve y se bebe. Acompañado por bacon o, a poder ser, bacon.

Ttongsul, Corea

Algún problema deben de tener los licores de arroz, porque no hay bebida con más mezclas extrañas. Parece que no es suficiente con fermentar el arroz, hay que meterle insectos, serpientes o escorpiones para que realmente tenga sabor. El caso del Ttongsul roza lo dramático. Es vino de arroz, hasta aquí bien, rondando el 9% de alcohol, suavecito, servido en Corea, sin problema, al que se le introduce un excremento de bebé durante la fermentación. ¿Cómo dicen de bebé? ¿Humano? Humano, claro, no iba a ser de caballo, a tanto no llegamos los humanos en nuestro apetito alcoholizado. Es una bebida apta para los que pasan de valientes, pasan con creces. Aunque la modernización de Corea debido a la influencia estadounidense desde los años 60 ha erradicado casi por completo su consumo, todavía quedan expertos en la fabricación de este tierno brebaje.

Chicha, Bolivia

Así queda la Chicha una vez fermentada.
Así queda la Chicha una vez fermentada.Tisquesusahttps://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.en

Esta bebida también la preparaban los pueblos precolombinos hace milenios, y su consumo ha aumentado durante las últimas décadas, producto del turismo a países sudamericanos. Su elaboración pasa por mascar granos de maíz, escupirlos en un recipiente y dejarlos fermentar. La gracia de escupirlos no es puro vicio, sino un inteligente método que consiste en mezclar una enzima de la saliva con el maíz para transformarla en azúcar. De esta manera, y tras dejarlo fermentar durante el tiempo que se precise - a más tiempo, mayor graduación -, se obtiene la Chicha. Aunque en los últimos tiempos, por cuestiones de higiene, se machaca el maíz manualmente para mezclarlo posteriormente con agua y azúcar. No es tan tradicional pero a los turistas les supone más cómodo, supongo.