Así es el nuevo hotel de lujo más ecológico de Mallorca

Ahora que volvemos a viajar miramos más, si cabe, aquellos lugares en los que escogemos alojarnos, porque estos duros momentos de pandemia nos han demostrado que todo lo que hacemos tiene un impacto a nivel global. Por ello, optar por un alojamiento sostenible y respetuoso con el entorno se ha convertido en una alternativa cada vez más demandada. Y puestos a elegir, merece la pena decantarse por la espectacular sierra de Tramuntana, en la isla de Mallorca. Y es que a unos kilómetros del pueblo de Puigpunyent, una sinuosa carretera conduce a la espectacular finca del siglo XIV «Arratxa», con la friolera de más de 2,6 millones de metros cuadrados de terreno.

Bosques y montañas llaman la atención al viajero, mientras que un huerto con productos locales evoca la riqueza de esos campos, e insinúa la presencia de aguas subterráneas, protagonistas de la fertilidad de la otra Mallorca: la desconocida, la inexplorada, la verde. Y es aquí donde se alza el Ratxó, que canaliza el agua proveniente de la Sierra, desemboca en las profundidades del valle generando vida, y convirtiéndose en el hilo conductor de un proyecto único de lujo sostenible. Como si de un pueblo de montaña se tratase, LJs Ratxó emerge uniendo distintos edificios de arquitectura local, revestidos de la tradicional piedra vista mallorquina, en los que se ubican las 25 habitaciones de entre 25 y 80 metros cuadrados del hotel, todas ellas con terraza o jardín, un atributo imprescindible para poder gozar de tanta belleza; y las más exclusivas con piscina privada propia.

Un mobiliario rústico de Can Garaña, y diseños mediterráneos como la tela de aguas, el cristal soplado, los envases de barro de Terracuita o las lámparas elaboradas por los ebanistas del hotel con madera proveniente de la finca, aportan un plus de autenticidad a un alojamiento que se presenta como referente de la Mallorca más auténtica.

Pero LJs Ratxó es mucho más que un hotel de montaña, pues se trata de un destino en sí mismo, pues cuenta con detalles tan apetecibles como jacuzzis de tamaño XL; restaurantes como Roots construidos junto a la montaña; terrazas espectaculares con vistas a la piscina; un spa que invita a sumergirse en la más absoluta relajación; experiencias mindfullness diseñadas a medida y pavos reales a todo color, que reclaman su lugar, reivindicando el rol estelar que la naturaleza tiene en este singular establecimiento. Y todo ello con un plan de gestión sostenible global, es decir, 360º, donde se cuida el agua, el consumo eléctrico o la eliminación de plásticos.