Portugal
Casas da Lapa, alojarse entre montañas en el centro de Portugal
Es el sueño hecho realidad de un matrimonio, Nuno y María Manuel, que se embarcaron hace años en inaugurar en este municipio un hotel de alto standing
Casas da Lapa es un ejemplo de cómo intentar y conseguir, a través de un magnífico proyecto hotelero, asentar parte de la población de una aldea de montaña llamada Lapa dos Dinherios.
Nos encontramos en un verdadero paraíso natural, en la “Serra da Estrela”, en zona de verdes bosques y mucha agua, en territorio de idílicas playas fluviales, en un auténtico paraíso donde el verdor de las montañas que nos rodean y el aire limpio que respiramos son señas de identidad. La mejor receta para descansar y olvidarse por unos días de las preocupaciones que todos tenemos.
Pues bien, en un entorno natural tan fascinante, entre estas estrechas calles empinadas de una aldea con mucha historia, cuyo nombre –dice la leyenda- se lo dio el rey D. Dinis tras asistir a una cacería por estos lares, descubrimos un alojamiento más que recomendable. De los que dejan huella.
Es el sueño hecho realidad de un matrimonio, Nuno y María Manuel, que se embarcaron hace años en inaugurar en este municipio (donde uno de ellos nació y pasó su infancia) un hotel de alto standing.
El mimo, el cariño y la atención con la que se cuida al huésped se envuelve con la multitud de posibilidades que nos ofrece: spa, diversos tipos de tratamientos y masajes, un buen restaurante, magníficas habitaciones con todo tipo de detalles y excelentes vistas, dos piscinas exteriores y una interior, varias terrazas panorámicas, solárium, biblioteca, aparcamiento gratuito, etc., etc.
En fin, el descanso perfecto para quien desee conocer esta zona de Portugal donde se encuentran las mayores alturas de país vecino en su territorio continental.
Desde el punto de vista arquitectónico es una preciosidad. Con diferentes alturas, sorteando la inclinación del terreno, la madera y la piedra son los materiales protagonistas. El edificio armoniza perfectamente con las construcciones de las casas aledañas. Una arquitectura de piedra (tan abundante en estas tierras) con modernos interiores. Es de desatacar también su magnífica y cuidada decoración, pero esto, para no avanzar nada al lector y no perder la capacidad de sorpresa, simplemente lo anuncio.
No hace mucho tiempo, tuve la suerte de conocerlo. Aún pervive ese agradable poso que dejan los buenos recuerdos.
Me viene a la mente, mientras escribo estos párrafos, una de esas escenas que, como les comentaba, perduran en la memoria. Se la describo: un día soleado con una agradable temperatura, nadando con mi sobrina Jimena en una de las piscinas exteriores, mientras a pocos metros nos acompañaba el placentero sonido de una cascada de aguas cristalinas. Así es, esa pequeña caída de agua rompe ese envidiable silencio del entorno para recordarle a quien les escribe que es casi imposible encontrarse en mejor entorno natural y en mejor compañía.
No quiero dejar en el tintero otro de los grandes argumentos turísticos de Casas da Lapa: su restauración.
En el día de hoy, deseo centrarme y poner especial atención en su “pequeño almorço” (desayuno). Todo un festín a disposición del huésped donde se une la variedad, la original presentación y la calidad de los productos servidos. Imposible ponerle un pero. Imposible no quedar fascinado. Desde luego, la mejor forma de coger fuerzas para más tarde adentrarse por los recorridos a pie, del que nos darán cumplida información en recepción, entre tupidos bosques y una naturaleza ciertamente bonita que nos deleitará con preciosos senderos, playas fluviales o espectaculares grutas.
Créanme cuando le digo que las dos palabras que mejor englobarían mi paso y mi experiencia por Casas da Lapa serían “muy recomendable”. Todo un acierto, toda una apuesta segura por el bienestar y por el trabajo bien realizado.
En estos tiempos, en los que aún seguimos luchando en el mundo contra la pandemia, es una buena elección elegir lugares como éste: sin aglomeraciones, sin agobios, sin estrés, sin prisas, en medio de la naturaleza.
Quiero recordar, para ir finalizando, que proyectos de este tipo y de esta calidad sirven para asentar población en un territorio. Además de lograr que foráneos a estas tierras conozcamos las bellezas de su naturaleza, crea riqueza y puestos de trabajo entre los habitantes de estos pueblos. Algo, desde luego, digno de recalcar.
Entre estas montañas y en alojamientos con éste, permítanme la expresión, parece que los problemas del día a día son más pequeños.
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