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Conoce las localizaciones exactas de los doce trabajos de Hércules

Aunque la leyenda de Hércules no deja de ser un mito, es posible rastrear las localizaciones reales donde supuestamente completó sus doce tareas

Montañas Atlas en Marruecos.
Montañas Atlas en Marruecos.Rechitan Sorindreamstime

La historia de Hércules poco tuvo que ver con la película de Disney. En la mitología, el hijo de Zeus sufrió un brote psicótico debido a un embrujo de la diosa Hera (esposa de Zeus y enfadadísima porque su esposo había engendrado a otro bastardo) y, ni corto ni perezoso, asesinó a su mujer y a sus hijos haciendo uso de su fuerza brutal. Cuando recuperó la cordura y comprendió lo que había hecho, huyó hacia tierras salvajes donde malvivió durante una temporada, hasta que su hermanastro Ificles le convenció para que visitase el Oráculo de Delfos. Hércules peregrinó al oráculo y el oráculo le señaló que el único camino a la redención consistía en completar una serie de trabajos que le mandaría el rey Euristeo de Argólida (que, hablando mal y pronto, era bastante cabrón). El monarca se frotó las manos y encomendó a Hércules doce trabajos casi imposibles de completar. Estas son las localizaciones exactas de cada uno de esos trabajos.

Nemea

Templo de Zeus en Nemea.
Templo de Zeus en Nemea.Georgios Alexandrisdreamstime

El primer trabajo consistía en matar al león de Nemea. Ubicada en la actual región griega de Corintia, Nemea es hoy en una pequeña localidad situada a 100 kilómetros de Atenas y cuyo máximo interés turístico reside en los restos arqueológicos de la sede de los Juegos Nemeos. Estos juegos, similares a los míticos Juegos Olímpicos, consistían en una serie de competiciones deportivas que se celebraban en la Grecia antigua, se piensa que hasta el siglo III antes de Cristo. Y pese a que también fue un importante campo de batalla en la Guerra de Corinto, ninguno de sus eventos fue tan terrorífico como la aparición del león cuya piel era resistente a todo tipo de armas, espadas, lanzas, flechas, hachas.... Solo fue una suerte que Hércules apareciera con su enorme cachiporra de madera de olivo para batirle los sesos a la criatura y liberar a los nemeos de su desoladora suerte.

Myloi

Un bicho repugnante y reptiliano habitaba el lago sagrado de Lerna cuando Hércules recibió el encargo de aniquilarlo. Parece que cada vez que un desgraciado le cortaba una cabeza a la hidra susodicha, al monstruo le nacían dos nuevas cabezas del muñón sanguinolento, algo que complicaba muchísimo finiquitar la tarea. Solo fue gracias a la ayuda de su sobrino Yolao que Hércules fue rebanando los cuellos de uno en uno, mientras el otro cauterizaba las heridas para evitar que le salieran nuevas cabezas. El lago de Lerna está seco a día de hoy, desde hace siglos, su fantasma lo sitúan en la localidad de Myloi a 40 kilómetros al sur de Nemea. Pero las leyendas que pululaban en torno a este cuerpo de agua no acabaron con la muerte de la hidra. Según ciertos escritos de Pausanias, todo nadador que se introducía en la laguna era inevitablemente arrastrado al fondo, y también se decía que su profundidad era tal, que llegaba a las puertas mismas del inframundo. De esta manera se pensó durante siglos que el lago de Lerna era una de las puertas del infierno.

Erimanto

La tradición cuenta que Euristeo tenía tanto miedo del jabalí, que se escondió en una tinaja cuando Hércules vino a presentárselo
La tradición cuenta que Euristeo tenía tanto miedo del jabalí, que se escondió en una tinaja cuando Hércules vino a presentárselodesconocido7

Todo aquél que había procurado cazar al jabalí de Erimanto había terminado muerto. Y si viajásemos al macizo montañoso de Erimanto en la península del Peloponeso, pisaríamos el mismo suelo que pisó Hércules mientras perseguía al jabalí durante horas (además de pasar un frío pelón), hasta que lo acorraló para cargarlo de cadenas y llevárselo al odioso Euristeo. Para los amantes del montañismo y del senderismo este es un destino ideal donde podrían trepar cumbres tan altas como el monte Olonos, o realizar largas y agradables rutas de senderismo, ahora sí, libres de jabalíes asesinos “con colmillos como la luna y ojos como antorchas de bronce nacidas del cielo de la noche”.

Cerinea

Uno de los trabajos más delicados de Hércules consistió en atrapar a la cierva de Cerinea viva y sin derramar una sola gota de su preciada sangre. Se dice que sus pezuñas eran de bronce y su cornamenta de oro (una cierva con cuernos solo se ve en la mitología) y que la mismísima diosa de la caza Artemisa había procurado atraparla sin éxito. Hércules persiguió a la cervatilla durante un año, corriendo sin descanso desde Cerinea (al norte de la península del Peloponeso) hasta una región tracia conocida entonces como Hiperbórea (ubicada en algún lugar del extremo oeste de los Balcanes). Cerinea, la que fue antaño lugar de templos y santuarios, se encuentra hoy próxima a las zonas turísticas del golfo de Corinto, y supone un destino ideal para disfrutar de la playa durante las vacaciones de verano.

Estínfalo

Difícil tarea impuso Euristeo a nuestro querido Hércules, cuando le encargó que expulsase de la ciudad de Estínfalo (hoy conocida como Stimfalía) a unos pajarracos carnívoros y con garras de bronce y cagadas terriblemente ácidas que arrasaban los cultivos de los desafortunados lugareños. Para cumplir la tarea tuvo que recorrer los 100 kilómetros que separan Estínfalo de Cerinea y, esta vez sí, a las orillas del golfo de Corinto, sentarse a buscar una solución. Intentó utilizar sus flechas envenenadas para acabar con los pájaros pero pronto supo que no tendría suficientes flechas para todos. No fue hasta que Atenea apareció así, de improviso, como una Virgen, y le dio al héroe un cascabel cuyo sonido espantaría a las aves, que Hércules no finiquitó la tarea con el éxito que ya le era habitual. Hizo sonar el cascabel y los pájaros huyeron despavoridos en dirección al mar Negro.

Creta

Creta siempre estará unida a la leyenda de Teseo.
Creta siempre estará unida a la leyenda de Teseo.Bernard Gagon / Wikimedia CommonsBarnard Gagnon

Los mitos confluyen en este sexto trabajo. Quizá haya quien recuerde que en la isla de Creta vivía un minotauro nacido de la esposa del rey Minos y de un torito muy hermoso que Poseidón hizo surgir de las aguas bajo su mando. Al Minotauro se lo ventiló Teseo pero el padre, el torito de Poseidón, seguía libre por Creta haciendo lo que le venía en gana. Entonces Hércules tuvo que presentarse en esta isla al sur de Grecia y domar a la bestia con sus manos de hierro. Todavía viva, la condujo a Euristeo, que propuso ofrecer al toro en sacrificio para la diosa Hera. Pero a Hera no le convencía la idea y rechazó el sacrificio. Euristeo liberó entonces al toro, que causó verdaderos estragos en el istmo de Corinto y muchos otros lugares de Grecia, hasta que Teseo (que debía de tener una tirria increíble a los toros) se encargó de cazarlo en la llanura de Maratón.

Élide

Ya se dijo que Euristeo era un cabrón. Rabioso porque Hércules finalizaba apenas sin esfuerzo todas sus tareas, le encargó una casi imposible de completar y que humillaría tremendamente a nuestro amigo. Con su condescendencia habitual ordenó al héroe que fuese a la región de Élide, gobernada por el rey Augías, y que limpiase en un solo día los establos del monarca hasta dejarlos como los paños de oro. El problema radicaba en que Augías era un tipo con mucha suerte y su ganado era el más grande de toda Grecia, por lo que limpiar el estiércol de miles de animales era cuanto menos una tarea imposible. Pero Hércules, un tipo ingenioso, desvió los ríos Alfeo y Peneo para que sus cauces limpiasen el mugriento lugar. Augías había prometido a Hércules regalarle una parte de su ganado si limpiaba los establos pero como tenía muy mal perder, argumentó que los establos los habían limpiado los ríos y no el héroe, negándose en redondo a cumplir su parte del trato. Comenzaron entonces una serie de guerras entre Hércules y Augías que involucraron a varios los reinos de la región y que finalmente se saldaron la victoria del semidiós. Cuenta la tradición que Hércules quiso celebrar su victoria inaugurando los primeros juegos olímpicos de la Historia.

Abdera

Diomedes siendo devorado por sus caballos.
Diomedes siendo devorado por sus caballos.Gustave Moreau

El titán Diomedes residía ociosamente en la región antigua de Tracia y, como era rey de los bisontes (la tribu, no los animales), tenía en su poder una manada de yeguas que se alimentaban en exclusiva de carne humana. El octavo trabajo consistió en robar estas yeguas tan espantosas. Hércules reunió a un grupo de voluntarios y se dirigió a la morada del titán, hasta que derrotó a Diomedes en un combate singular y arrojó su cuerpo (todavía vivo) a las yeguas para que se lo zamparan. Sabemos que la localización exacta de esta batalla fue la ciudad de Abdera, ubicada en la actual provincia griega de Macedonia oriental, porque dice la leyenda que el mejor amigo de Hércules fue devorado por las yeguas durante la contienda, y que el semidiós fundó esta ciudad en honor a su compañero caído.

Terme

La ciudad turca de Terme fue el escenario de uno de los trabajos más enrevesados de Hércules. Toda la historia comenzó cuando la hija de Euristeo se encaprichó de un cinturón mágico que poseía Hipólita, reina de las amazonas, y el indeseable monarca ordenó a Hércules que fuera a Temiscira (actual Terme) para robar el dichoso cinturón. Cuando Hércules arribó al puerto de la ciudad, la reina de las amazonas desconocía sus intenciones y le recibió con todos los honores que merece un héroe. El tema se torció porque Hera, que ya sabemos cuánto odiaba al bastardo de su marido, se disfrazó de amazona y difundió el rumor de que Hércules había asesinado a Hipólita. Comenzó entonces una sangrienta batalla entre Hércules y las amazonas que se saldó, ahora sí, con la muerte de Hipólita a manos del bruto mozo. Hércules solo tuvo que arrancar el cinturón de su cuerpo inerte para finiquitar la novena tarea.

Cádiz

Existen diferentes versiones acerca de la identidad del gigante Gerión. Unos dicen que era un gigante de tres cabezas que residía en el archipiélago de Gadeiras. Otros aseguran que se trataban de tres gemelos. Supongo que nada de esto importó a Hércules cuando el puñetero Euristeo le encomendó robar su ganado de toros bravos y llevárselos a palacio. Ya sea por mar o sobrevolando el Mediterráneo subido al carro del dios sol (aquí difieren las versiones), Hércules acudió a su cita en Gadeiras con Gerión pero el gigante se asustó muchísimo al ver aparecer la silueta del mocetón, por lo que huyó despavorido lo más al norte posible. No fue hasta que llegó a la actual Coruña que el semidiós le dio alcance y rebanó sus tres cabezas, donde dicen que fundó para conmemorar su victoria la ciudad de La Coruña.

Oeste de Marruecos

Pueblo bereber en la cordillera del Atlas.
Pueblo bereber en la cordillera del Atlas.Elena Moiseevadreamstime

La undécima tarea ordenaba a Hércules robar las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, un bonito jardín bajo el cuidado de las ninfas y que la tradición ubica cerca de la cordillera del Atlas, al borde del océano Atlántico. Aunque no se conoce su emplazamiento exacto y algunos autores señalan el sur de España o Libia como posibles lugares, la mayoría de los expertos consideran que el jardín estaba precisamente en el oeste de Marruecos. Esto es porque la cordillera del Atlas debe su nombre al titán Atlas, que sostenía sobre sus hombros el peso de todo el firmamento. Cuando Hércules iba de camino a robar las manzanas se encontraron. El titán, agotado de cargar el peso del mismísimo universo sobre sus hombros, persuadió a Hércules para que aguantara el cielo un momentito, mientras él entraba en el jardín y le hacía el favor de cogerle las manzanas (Atlas era padre de las Hespérides y podía coger los frutos sin problemas). Pero cuando regresó con las manzanas, Atlas se lo pensó mejor, no quiso coger el cielo de vuelta y se estuvo carcajeando un rato de la estulticia de Hércules. El mocetón (que ya sabemos que era astuto como un zorro) dijo que aceptaba la derrota y solo pidió a Atlas que le sujetase un momentito el cielo mientras se colocaba la capa para estar más cómodo. Atlas volvió a sujetar el cielo y Hércules se marchó tan tranquilo, con las manzanas, riendo el último y mucho mejor.

Cabo Ténaro

La última prueba fue la más difícil de todas. Hércules debía bajar al inframundo y raptar allí al perro Cancerbero de tres cabezas (el mismo de Harry Potter y la piedra filosofal). Dice la leyenda que el semidiós encontró en el cabo Ténaro, al sur de Grecia, una entrada al inframundo que le permitió penetrar en el reino de los muertos. Allí abajo montó un follón del demonio con la colaboración de Atenea y Hermes, provocó que el mismísimo Caronte se meara en la túnica, liberó de la muerte al héroe Teseo y, claro está, raptó al perro de tres cabezas para llevarlo al palacio de Euristeo. Euristeo lo flipó en colores, liberó a Hércules de realizar más trabajos y nuestro amigo mitológico devolvió la bestia a su amo. Y si un curioso fuese hoy de visita al cabo Ténaro que sepa que dicen de una pequeña cueva, próxima a las ruinas del viejo templo de Poseidón, donde cuenta la leyenda que Hércules encontró la oscura boca de entrada al inframundo.