Alcalá de Henares, un destino que atesora la literatura del Siglo de Oro

Recorrer Madrid es una experiencia destinada a anclarse en el alma como se quedan los versos de los libros más famosos clavados en nuestra memoria. Como muy pocas en el mundo, la Comunidad cuenta con diversos entornos únicos para disfrutar de una rica oferta de ocio con historia, literatura, paisajes naturales y diversión.

Alcalá de Henares es uno de estos enclaves con encanto dentro de la región, se encuentra a solo 35 kilómetros al noreste de la capital, y es mundialmente famosa por ser el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes, el autor de la célebre obra «Don Quijote de la Mancha». Miles de personas alrededor del mundo han parado en Madrid solo para conocer la tierra del escritor, debido a que es uno de los españoles más relevantes de la historia.

Más allá de ser la cuna de Cervantes, esta ciudad ofrece una rica herencia cultural e histórica, por lo que ha sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Probablemente, el único inconveniente para llegar hasta Alcalá es pasar por la maravillosa tierra en la que la envuelve, pues en el camino podríamos encontrar encantadores municipios como Loeches o, en el que se encuentra el Panteón de los Duques de Alba, seguido por la Villa de Nuevo Baztán y Olmeda de las Fuentes. Así, cuando ya hayamos conectado con Alcalá de Henares, iniciaremos un viaje por la historia sin precedentes.

Las reliquias de Cervantes

Los amantes de la literatura serán parte de los versos de la vida del autor de «Don Quijote», ya que podrán adentrarse en el Museo Casa Natal de Cervantes. La imaginación se apoderará de nuestros sentidos cuando percibamos las reliquias que formaron parte de la vida cotidiana del autor, sin duda, sus obras dibujarán un entorno que nos sumergirá en la España del Siglo de Oro. Para los seguidores del erudito, visitar el Centro de Interpretación «Los Universos de Cervantes» será un must, pues este alberga una valiosa colección de libros antiguos que revelan los entresijos de su mente creativa.

Otro punto imperdible en el municipio es la Universidad y su centro histórico, dos espacios que conforman la base de la declaración de Patrimonio Mundial. La Universidad de Alcalá, fundada en 1499, es una de las más antiguas de Europa y un centro de conocimiento e innovación. Recorrer sus claustros y aulas será como adentrarse en siglos de sabiduría y descubrimientos.

Pero Alcalá no es solo un recinto académico, es también una ciudad de callejuelas empedradas que a pocos pasos nos dirigirán a la impresionante Plaza de Cervantes. Aquí, la magia fluye a través de su calle Mayor, la calle doble porticada más larga de Europa. La Catedral Magistral es otro de los atractivos de Alcalá. Este edificio único combina elementos góticos y renacentistas, y alberga una historia apasionante. Pasear por su interior es viajar en el tiempo y sentir la espiritualidad que ha impregnado estas paredes durante siglos. El municipio también es testigo de la antigua Complutum, una ciudad romana que ha dejado vestigios que hoy se pueden explorar en el yacimiento Casa Hyppolytus. Una experiencia única para sentir a flor de piel cómo vivían los antiguos romanos en estas tierras.

En su conjunto, la localidad posee una arquitectura impresionante, con una variedad de monumentos, desde la majestuosa Catedral Magistral hasta el Teatro Corral de Comedias, uno de los teatros más antiguos de Europa. Recorriendo estas calles llenas de historia será inevitable no encontrarse con las terrazas y restaurantes que se ubican alrededor del casco, ideales para el picoteo. En Alcalá de Henares, degustaremos una deliciosa variedad de platos tradicionales que hacen alusión al Quijote con platos como asados de cordero, las sopas al ajo, las migas manchegas con chorizo o huevo frito. Además, para los paladares más dulces, los dulces típicos de la ciudad, como las rosquillas de Alcalá o las Tejas de Álcala, serán nuestro placer culposo de la excursión.

Restos literarios en Madrid

De vuelta a la capital. Si en Alcalá encontramos la casa natal de Cervantes, en Madrid hallaremos la casa donde vivió sus últimos días en el barrio de las letras. El barrio, denominado así porque aquí vivieron los más famosos literatos del siglo XVII, el Siglo de Oro de la literatura española. Caminar por aquí es concentrarte con sus frases emblemáticas, textos que calarán en nuestra memoria. Además de tanto poema en las calles, lo que más encontraremos es gente disfrutando de la vida, representando la alegría que caracteriza a los madrileños. Pasear por la capital, siempre será un pretexto para conocer otro de sus patrimonios como el «Paisaje de la Luz», una iluminación por el urbanismo de la ciudad. Asimismo, un poco más lejos tenemos al Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, el Paisaje Cultural de Aranjuez o el Hayedo de Montejo, destinos rodeados de sierras privilegiadas.