De la Alhambra a los pueblos de Sierra Nevada

«Granada emociona hasta deshacer y fundir todos los sentidos». Es una frase atribuida al célebre pintor fauvista Henri Matisse, quien, apasionado del mundo andalusí, se enamoró de Granada y de su joya más preciada e internacional, la Alhambra. Un recuerdo, el de haber estado en este monumento, que acompañaría al famoso artista francés el resto de su vida, como también le pasará a usted porque conocer este magnánimo enclave y envolverse de la magia de las calles de esta ciudad andaluza sin duda le emocionará.

Antigua capital del reino nazarí, Granada acoge ese legado histórico en una urbe cosmopolita, abierta y acogedora que, irremediablemente, enamora a todo aquel que la visita. Si bien es cierto que el gran tesoro granadino tiene nombre propio, el de la Alhambra, esta cuenta con otros atractivos reseñables: barrios con personalidad propia, miradores desde los que contemplar una vista inigualable, una exquisita gastronomía, zonas verdes de extraordinaria belleza y una amplia oferta cultural. Todo ello hace que visitar Granada sea algo casi obligado para cualquier viajero, y a esto se le suman los pueblecitos de la provincia, en los cuales nos detendremos para descubrirle la otra cara de esta tierra, la más rural, aquella en permanente contacto con la naturaleza.

En Granada la visita por excelencia es la Alhambra, el monumento más visitado de España y en la lista de los diez más frecuentados en el mundo. Este conjunto monumental tiene su origen a principios del siglo XIV y se ha convertido en el gran emblema de la ciudad. Por ello, si quiere sentir la esencia de la Granada más auténtica, no dude en recorrer la Alhambra con un guía para conocer sus rincones y desentrañar todos los secretos que sus centenarios muros guarecen. La Alcazaba, los Palacios Nazaríes, el Palacio de Carlos V y los espléndidos Jardines y el Palacio del Generalife son las cuatro partes principales en las que se divide la Alhambra. Le recomendamos tomarse su tiempo para cada una de ellas, merece la pena hacerlo.

Algunos de sus pueblos, la cara más natural de Granada

Podríamos continuar escribiendo líneas y líneas sobre la Alhambra, sin embargo, queremos dedicar los próximos párrafos a visitas que le recomendamos hacer si quiere conocer un poquito más la provincia de Granada donde descubrirá localidades menos transitadas y en las que la naturaleza cobra un indiscutible protagonismo. Con 174 pueblos, cualquiera de ellos con un singular encanto, resulta muy difícil elegir, pero en esta ocasión hemos seleccionado algunos que están en el entorno de Sierra Nevada, que es un lugar idóneo, especialmente en primavera y verano, para la práctica de actividades al aire libre, como hacer rutas de senderismo, disfrutar del Parque Nacional de Sierra Nevada y otras para los más aventureros: rafting en el río Genil, barranquismo o hacer parapente sobre las impresionantes cumbres de la sierra.

Nuestra primera parada, a escasos quince minutos de Granada, es Cenes de la Vega, un bonito y tranquilo pueblecito para disfrutar de su entorno natural, sus restaurantes y su parque acuático, este con divertidas atracciones que lo hacen idóneo para ir con niños en verano. Continuamos con Monachil, situado en un fértil valle del macizo de Sierra Nevada, en el que sobresale, aparte de sus bares y restaurantes, la Casa del Molino o de los Señores de Aragón y el yacimiento arqueológico del Cerro de la Encina, perteneciente a la cultura del Argar. Otro municipio cercano a la capital es Güejar Sierra, a poco más de 20 minutos y destino natural por excelencia.

Si su viaje es de varios días, nos gustaría recomendarle otras visitas, estas un poco más alejadas de Granada. Antes de destacar algunos otros pueblecitos de Sierra Nevada, le invitamos a que se acerque a Barranco de la Luna, ubicado en Saleres, se trata de una de las rutas más espectaculares que hay en el Valle de Lecrín, aquí encontrará pequeñas cascadas y pozas de agua cristalina. Continuando con nuestra ruta por los pueblos, estos ya al sur de Sierra Nevada, no podemos dejar de mencionar Lanjarón, desde cuyos miradores se pueden contemplar las vistas más privilegiadas del Parque Natural de Sierra Nevada; Capileira, en el corazón de la Alpujarra Granadina, de él llama la atención su arquitectura tradicional de casas encaladas y estilo bereber; Pampaneira; Bubión, que, igual que los dos anteriores, se encuentra en el Barranco de Poqueira; y, entre otros, Trevélez, en las laderas del Mulhacén, es el municipio más alto de toda la Península Ibérica.

Después de todo lo descrito, nos imaginamos que estará deseando visitar esta tierra de la que, como ya le ocurrió a Henri Matisse y a otros muchos artistas, se enamorará, pues la magia que desprende Granada es algo tan especial que no puede explicarse con palabras. Anímese a conocerla.