
Gastro
Aquí los lunes saben a viernes
En la calle Santa Teresa de Madrid, la semana empieza con alta cocina y un ambiente de fin de semana

El verano en Madrid significa descentralizar la diversión que guardábamos para el fin de semana y disfrutar de la vida nocturna de la capital de domingo a lunes. Aprovechando las largas horas del día y las jornadas reducidas, en la calle Santa Teresa, un lunes sabe a viernes en dos clásicos que no tienen pérdida.
En el número 16 de esta pequeña calle está Ponja, uno de los proyectos de César Figari y Constanza Rey, bajo la firma del Grupo Quispe. En este espacio, la marca nos presenta una atrevida experiencia peruano-japonesa en medio de un ambiente elegante que seduce a poca luz. Sus techos altos, los acabados en piedra y una barra protagonista en frente del público, convierten al sushi en espectáculo.
Ponja es una cocina cada vez más cualitativa, desarrollada por un equipo de origen 100 % peruano y japo-peruano, su excelencia lo convierte en alguno de los mejores restaurantes de Perú en Madrid e incluso Lisboa. Con una estética más elegante y refinada, el restaurante ofrece un total de dieciocho nigiris. Apropósito del Día del Ceviche —28 de Junio — completan este apartado ceviches y tiraditos donde la técnica japonesa potencia los sabores criollos, con recetas como el ceviche clásico de corvina, el Ponja de hamachi y anguila ahumada, o los tiraditos de o’toro con trufa, lubina con vieiras, o ají amarillo.

En los platos calientes, la cocina al carbón cobra protagonismo con opciones como langosta en ramen de udon, cigala con arroz, lubina salvaje, merluza, pulpo, pez mantequilla y lomo alto de wagyu A5. Completan la propuesta platos como las gyozas de centollo y gambón, el curry ramen con chuleta de wagyu A5 frita, y baos de chicharrón o katsu sando de presa ibérica, todos elaborados con pan brioche hecho en casa.
Ponja Nikkei ha ampliado su propuesta de coctelería apostando con fuerza por el pisco, el destilado emblemático del Perú. Su carta incluye una variada selección de pisco sour y chilcanos, desde las versiones más tradicionales hasta creaciones innovadoras con piscos infusionados en ingredientes botánicos como maracuyá, frutos rojos, maíz morado con cardamomo, aguaymanto y lima, jengibre o incluso rocoto ahumado. Además, reinterpretan clásicos como el gin tonic o el Bloody Mary con el pisco como base, dando lugar a opciones como el Piscotonic o el Bloody Pisco. Para los amantes del sabor más puro, la propuesta se completa con una cuidada selección de sakes japoneses.
Cuando muchos otros restaurantes peruanos cierran un lunes, Ponja no le teme a nada y empieza la semana con pisco y fuerza, perfecto para aquellos que pasan de lo convencional. Y si la noche sigue, basta cruzar unos pasos y entrar a Bárbara Ann, en el número 8. Más que un bar, es una declaración de intenciones y una propuesta candente, con música en directo y una energía de viernes que transforma la fiesta en arte. Sin pensarlo, estos dos sitios reinan la calle y son el plan redondo cualquier día de la semana, eso sí, un lunes, las colas no son un lío y el acceso está asegurado.
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