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Córdoba todo el año, dePATIOS

Patio de la calle San Basilio nº 14
Patio de la calle San Basilio nº 14larazon

“El hábitat importa menos, lo que cuenta es la forma de habitarlo”. Son palabras extraídas de la candidatura para la inscripción de la Fiesta de los Patios de Córdoba como Patrimonio CulturalIntangible de la Humanidad. En ella se subrayan dos aspectos: la sencillez de una forma de vida, y la importancia de transmitir esa sencillez como un legado. En la búsqueda de reconocimiento, y en la importancia de mostrar el “secreto” de estos recintos, la fiesta de los Patios de Córdoba fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, tan solo aquellos que abren sus puertas todo el año –como los cinco que conforman dePATIOS–, y posibilitan ser visitados sin aglomeraciones, pueden mostrar de manera despejada "la forma de habitarlo”.

La Unesco define el patrimonio como el legado que recibimos del pasado, lo vivimos en el presente y lo transmitimos al futuro. Dentro de esa definición, “las maneras sencillas y solidarias de vivir en comunidad y en armonía con la naturaleza” y el intercambio de conocimientos que se da en los patios, se consideran un Patrimonio Inmaterial que la humanidad debe de preservar. Por ello, otorgaron en diciembre del 2012 el título a la Fiesta de los Patios, pues en ella estos recintos abren sus puertas al público con el fin de compartir su estilo de vida con aquellos que los visitan. Esa es la esencia de los patios. No son sus flores, sino el tiempo que se comparte en su cuidado. No son sus muros, sino la complicidad que surge entre sus vecinos al encalarlos. No son sus tiestos..., ni sus pozos, ni sus antiguas cocinas, ni siquiera la originalidad de sus mecedoras o la de las jaulas de sus pájaros, es el arte de saber combinar todos esos elementos lo que convierte en patrimonio inmaterial a un patio.

En su sexta –y última– edición desde el nombramiento por la Unesco, la fiesta de los patios volvió a superar un año más un millón de visitas. Esto significa que las casas-patio durante esos doce días reciben más de 3.000 personas diarias. La experiencia de ir de patios durante este tiempo se devalúa por largas horas de espera, así como por la masificación en sus pequeños espacios, pero sobre todo, por no poder transmitir la paz que habitualmente se respira en ellos.

Según Ignacio Alvarez, director-gerente de la empresa dePATIOS creada por, y para la difusión de este Patrimonio Inmaterial, no se puede atender correctamente a miles de turistas en apenas dos semanas. Él señala una peculiaridad muy determinante e la esencia de esta fiesta cordobesa: “es la única que es necesario preparar durante todo el año, por ese motivo visitarlos en cualquier época es interesante y emotivo, ya que sus cuidadores a diario comparten lo que hacen”.

Si es cierto, que todos los propietarios están de acuerdo en que la época de mayor plenitud de un patio es desde últimos de abril hasta finales de mayo, en ese mes cordobés único de cincuenta días en el que tienen lugar eventos como romerías, la Cata del Vino, la Batalla de las Flores, las Cruces de Mayo –a las que el festival de los patios toman el relevo–, o la Feria entre otros.

Ignacio continua explicando la experiencia inigualable de visitar los patios cuando están preparados y engalanados hasta el último detalle, con las flores en su punto más álgido de floración, pero sin las aglomeraciones de las fechas de la fiesta –este año, del 6 de mayo al 19 inclusives–. “Semanas antes y después de la fiesta, los patios ofrecen todo su esplendor sin masificaciones de gente, lo que posibilita conocer a los propietarios y conversar con ellos, produciéndose ese intercambio de conocimientos que es la esencia del patio. Solo así el visitante puede conocer detalles como que el primer concurso nació entre 1918 y 1921, que solo ha sido suspendido en los años de la Guerra Civil, o que antiguamente algunas cruces de mayo se celebraban en su interior, y sobre todo, que todavía las plantas se riegan con cañas y latas”. Realmente, en las cinco casas que conforman dePatios, se contempla y aprecia "la forma de habitarlo”.