Este es el monumento de España que más decepciona a los turistas

Eusebi Güell nació en Barcelona en el año 1846, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Joan Güell i Ferrer había hecho fortuna primero en Cuba y luego en Barcelona, con varios exitosos negocios en la industria textil. De hecho, la familia Güell fue -durante mucho tiempo- la propietaria de la única fábrica de pana de España. El joven Eusebi pronto demostró ser tan hábil en el mundo empresarial como lo había sido su padre… y no sólo supo mantener la riqueza familiar, sino que también supo como aumentarla notablemente.

Por ocio o por trabajo, Eusebi viajó a París para asistir a la Exposición Universal de 1889. Y fue allí, en el pabellón dedicado a España, donde el empresario conoció al arquitecto que representaba a nuestro país: Antoni Gaudí. Al parecer, ambos congeniaron desde el principio. Se dice que su afinidad pivotaba en torno a su devota fe cristiana y a su pasión por la arquitectura.

La postal más vendida de Barcelona

Más pronto que tarde, Güell necesitó de los servicios de Gaudí para construir nuevos edificios para su creciente negocio y, con el tiempo, Gaudí diseñaría varias obras para su mecenas, como los pabellones de entrada de la finca Güell de Pedralbes, el Palau Güell, la iglesia para la Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló (nunca se llegó a terminar).

Uno de los encargos más importantes fue la construcción del Park Güell. La idea original era levantar una ciudad-jardín en las afueras de Barcelona con 60 viviendas de lujo, que incluiría su propio mercado, teatro y plaza público. Tristemente, la idea nunca llegó a materializarse por falta de perspectivas comerciales (solo consiguieron vender dos casas). Sin embargo, el legado del arquitecto y de su mecenas quedaría para siempre en el Park Güell.

Para sorpresa de todos, un grupo de analistas de datos ha publicado un ranking sobre los 20 monumentos más decepcionantes del mundo(según las valoraciones de Tripadvisor)… y el Park Güell ha quedado -nada más y nada menos- que en la posición número doce. Sin embargo, hay motivos razonables para ello… y no tienen que ver con su incuestionable belleza:

Según apuntan los usuarios de Tripadvisor en las reseñas del Park Güell, es el propio atractivo turístico del parque lo que hace que pierda todo su encanto. Al parecer, la entrada es demasiado cara, las colas son demasiado largas… y una vez dentro hay demasiadas personas. Otros también apuntan que es bastante complicado llegar al lugar y que es bastante fácil perderse por el camino.