Turismo

El lugar de Grecia que se ha convertido en un punto de interés turístico

El Canal de Corinto, una de las obras de la ingeniería más destacadas de Europa, atrae constantemente viajeros de todo el mundo

El lugar de Grecia que se ha convertido en un punto de interés turístico
El lugar de Grecia que se ha convertido en un punto de interés turísticoRedes sociales

Desde el canal de Panamá hasta el canal de Suez, algunas de las grandiosas obras de la ingeniería mundial se han convertido en atracciones que van más allá de su función original. Entre estas maravillas se encuentra el canal de Corinto, menos conocido pero igualmente fascinante. A lo largo de los años, ha perdido en gran medida su función principal de transporte marítimo de mercancías en favor de su creciente valor turístico.

Aunque el canal de Corinto fue excavado en el istmo del mismo nombre en el último cuarto del siglo XIX, su concepción se remonta a la Antigua Grecia. La idea de unir el golfo Sarónico y el golfo de Corinto fue una gran aspiración desde el siglo VII a.C. A lo largo de los siglos, griegos, macedonios y romanos enfrentaron desafíos técnicos y costes prohibitivos, impidiendo su realización hasta finales del siglo XIX, después de la apertura del canal de Suez.

La inauguración del canal de Corinto no estuvo exenta de desafíos, incluyendo deslizamientos de tierra continuos que persisten hasta hoy. A pesar de las limitaciones de navegación, su belleza escénica lo convierte en una de las obras hidráulicas más asombrosas del planeta. Con flancos que alcanzan los cuarenta metros de altura y paredes de roca caliza con 80 grados de inclinación, la ilusión visual al entrar al canal es impresionante.

Atravesando el canal de lado a lado, varios puentes permiten el paso de vehículos y trenes. Una pasarela en el medio ofrece a los peatones una vista única de las embarcaciones que navegan por el canal. Recientemente, el buque Braemar de Fred Olsen se convirtió en la embarcación más grande en atravesar el canal, un logro histórico debido a su estrechez. Miles de barcos, muchos de ellos turísticos, cruzan este canal cada año, llevando a los pasajeros a una odisea visual a través de esta maravilla de la ingeniería.