Viajes

San Francisco, una de las «Ciudades Favoritas de América» y Yosemite

Esta urbe figura siempre entre las listas de destinos más top del continente americano y uno de sus complementos perfectos es una visita a Yosemite

Aerial Cityscape view of San Francisco and the Bay Bridge at Night, California, USA
Vista del imponente skyline de San FranciscoDreamstime

Caracterizada por sus constantes neblinas y una gran belleza natural que va desde las olas que rompen en su costa hasta sus espectaculares puestas de sol, pasando por los majestuosos senderos del Parque Golden Gate o la serenidad del Jardín Botánico, San Francisco resulta una ciudad muy cautivadora. Sin olvidar su transgresora multiculturalidad, sus emblemáticos y peculiares barrios y sus icónicos monumentos.

La baña el océano Pacífico y su hermosa bahía homónima la adorna convirtiéndola, junto con sus otros muchos atractivos, en un destino obligado para todo viajero. Un destino que vive una de sus épocas de mayor esplendor ahora en primavera, con temperaturas que suelen oscilar entre los 15°C y 20°C. Sin duda, se presenta como una opción ideal para una escapada esta temporada, ¿no cree?

Del Golden Gate a sus barrios más singulares

Su color rojizo, su aparición en multitud de films y sus dos torres de casi 300 metros lo han convertido en un emblema inconfundible. Sí, el Golden Gate, a menudo envuelto en una singular niebla, es un símbolo de la esencia de San Francisco. Con los cielos primaverales habitualmente despejados y las agradables temperaturas de estos meses, una de las mejores formas de contemplarlo es a bordo de un crucero, especialmente al atardecer, cuando el sol tiñe el horizonte de tonos dorados y anaranjados.

Más allá del puente, el Parque del Presidio es un punto de visita muy interesante. Antiguo puesto militar, hoy alberga senderos serpenteantes, miradores con vistas espectaculares y el Museo de Walt Disney, donde la historia de la animación cobra vida. Pero si hay un parque que destaca es el de Golden Gate Park, uno de los parques urbanos más grandes del mundo. Aquí, los sentidos se despiertan con el Jardín de las Fragancias —diseñado especialmente para personas invidentes—, el tradicional Jardín Japonés y el curioso Jardín de Shakespeare, que alberga más de 200 flores mencionadas en sus obras. Además, se encuentran joyas culturales como el Museo de Young y la Academia de Ciencias de California, donde es posible explorar una selva tropical con más de 1.600 animales y un espectacular acuario con más de 38.000 especies, mientras que el Museo de Historia Natural Kimball exhibe imponentes esqueletos, entre ellos el de un Tyrannosaurus rex y el de una gran ballena azul.

Otro de sus imperdibles, es la isla de Alcatraz, cuya famosa prisión albergó a criminales legendarios como Al Capone. Pero, San Francisco tiene muchos más rincones por descubrir. Un ejemplo de ello es el barrio de Fisherman's Wharf, donde se construyó el primer puerto de la ciudad. Hoy día es una de las zonas más animadas de San Francisco, donde se puede recorrer el muelle 45, visitar el submarino Pampanito y el barco Jeremiah O’Brien, jugar con máquinas de arcade en el Musée Mécanique o ver de cerca la colonia de leones marinos en el muelle 39, donde abundan los puestos callejeros de comida y un edificio repleto de boutiques y restaurantes.

Vista panorámica del mítico Golden Gate de San Francisco
Vista panorámica del mítico Golden Gate de San FranciscoPixabayPixabay

No puede faltar Chinatown si se habla de barrios icónicos en San Francisco. En él, las fachadas de colores, los templos, los farolillos y el bullicio de sus mercados crean un ambiente único, donde se pueden probar auténticos dim sum o visitar la fábrica de galletas de la fortuna Golden Gate. A pocos pasos, North Beach, conocido como la «Pequeña Italia», invita a un paseo entre cafeterías tradicionales, pizzerías y la histórica librería City Lights, que fue refugio de los escritores de la generación beat.

Al sur, Mission District despliega su esencia latina con murales que narran historias de lucha y cultura en Balmy Alley y Clarion Alley. Sus taquerías y panaderías son una parada obligatoria para probar los mejores burritos de la ciudad. Y si hay un barrio que aún conserva el espíritu rebelde de los años 60, ese es Haight-Ashbury, con sus tiendas de discos, librerías alternativas y mercadillos de ropa vintage, donde la esencia hippie sigue viva.

Yosemite, el complemento perfecto

Yosemite es la «prima donna» de los parques nacionales de California con sus más de 3.000 km cuadrados de cascadas rugientes, valles profundos, secuoyas gigantes e increíbles picos de granito. A tan solo cuatro horas de San Francisco, se alza como un refugio natural que ofrece una maravillosa experiencia con la naturaleza. Y si existe un momento perfecto para visitar el Parque Nacional Yosemite, es la primavera.

El corazón de este parque es el Valle de Yosemite, un antiguo valle glaciar rodeado de gigantes de piedra y bosques milenarios sublime para hacer senderismo y descubrir la naturaleza en estado puro. Pero si hay un punto emblemático en el parque es el Yosemite Falls, las cascadas más altas de América del Norte. Compuestas por dos caídas, la Upper Yosemite Fall alcanza una vertiginosa altura de 739 metros, mientras que la Lower Yosemite Fall complementa este impresionante espectáculo. Estas cascadas son el alma del parque, y su relajante sonido crea una atmósfera única mientras se pasea por los senderos cercanos. Una vivencia de lo más relajante.

Además de Yosemite Falls, el parque alberga otras joyas naturales como las cascadas Vernal y Nevada, que, aunque menos conocidas, ofrecen vistas espectaculares. Para los escaladores, El Capitán, un imponente monolito de granito de 900 metros, es un desafío legendario, mientras que para los que buscan actividades más tranquilas, el Mirror Lake es idóneo. Este lago refleja perfectamente las montañas que lo rodean, ofreciendo un paisaje bucólico que invita a relajarse. Y por su parte, Tunnel View, de más fácil acceso que el Glacier Point, proporciona una de las panorámicas más clásicas y vistas de postal de Yosemite.

Sí, San Francisco y el Parque Nacional de Yosemite son una combinación perfecta para una escapada en primavera. Una mezcla de constante evolución, cultura y naturaleza que atrae a viajeros de todo el mundo.