Viajes
Por tierras de Ribera del Duero
Descubrimos una de sus grandes bodegas, con el sello personal del empresario y bodeguero José Moro
Seguro que han oído hablar en alguna ocasión de la “Milla de Oro” de Ribera del Duero; una sucesión ininterrumpida de excelentes viñedos, junto a una importante concentración de prestigiosas bodegas, a lo largo del río Duero en la provincia de Valladolid.
Estamos en el epicentro de esta acreditada Denominación de Origen (www.riberadelduero.es), con la localidad de Peñafiel como uno de sus pueblos más emblemático y su monumental castillo medieval como la postal más conocida.
Este territorio de excepcionales viñas (donde la uva tempranillo es protagonista), grandes bodegas (reconocidas a nivel internacional), impresionantes restaurantes (algunos de ellos, galardonados en las más prestigiosas guías de gastronomía) y pueblos castellanos donde la historia se respira en cada rincón, es el mejor escenario para saborear estos vinos en compañía de espectaculares platos (unos, procedentes del recetario tradicional y, otros, obras de la imaginación de los grandes chefs que aquí trabajan). Un verdadero lujo al que es difícil resistirse.
Maridajes perfectos que son una alabanza, desde la cocina y la mesa, a los excelentes productos de estas tierras.
Todo ello, en una significativa extensión de cuidados viñedos, dando personalidad al paisaje, que hace honor a la gran tradición vitivinícola, a la calidad de sus uvas, a su inigualable clima y al magnífico “terroir” donde se asienta y crece este cultivo. La cuna de algunos de los vinos más afamados del mundo.
Si a estos ingredientes le unimos el trabajo de agricultores y bodegueros (muchos de ellos tremendamente innovadores), hemos llegado a un pequeño paraíso del que costará volver.
Desde luego, cualquier amante del vino tiene aquí un destino irrenunciable al que unir la belleza del entorno natural, su buena gastronomía y la arquitectura tradicional de estos pueblos vallisoletanos ricos en historias y leyendas.
Pues bien, en mi último viaje a estas tierras castellanas pude visitar la bodega Cepa 21 (www.cepa21.com), una de las más sobresalientes de la zona y referencia en el sector.
Un asombroso proyecto vitivinícola que cuenta con el inimitable sello del empresario y bodeguero José Moro. Una bodega que, si estamos por estas latitudes, hay que conocer.
Tuve la suerte de acercarme durante la época de vendimia y la oportunidad de participar, gracias a los “talleres” que organizan, en la recolección manual de la uva y el posterior pisado de los racimos de forma tradicional. Una agradable experiencia que sumerge al visitante, conectando el pasado y el presente, en este mundo de viñedos, vendimia, barricas y catas.
Esta recomendable actividad me permitió igualmente conocer sus instalaciones y disfrutar de una didáctica cata de sus vinos maridada con productos gourmet.
El colofón a un día tan irrepetible fue comer en su magnífico restaurante “Cepa 21“ (www.cepa21restaurante.com).
Estamos en los dominios del chef palentino Alberto Soto, que nos sorprendió con una cocina de innovadoras propuestas donde, respetando la tradición culinaria de estas latitudes, deja volar su originalidad con curiosas texturas, llamativos emplatados y bonitas presentaciones que actualizan el recetario tradicional.
Recomendado por la Guía Michelin y con un merecido Sol Repsol en su curriculum, es uno de esos restaurantes (en un cuidado y espacioso escenario de grandes ventanales con vistas hacia los viñedos de la bodega) que los amantes del buen comer no deben perderse.
En fin, una bonita ceremonia culinaria, de las que fidelizan, que queda reflejada en sus propuestas, en forma de menú degustación, que es una verdadera reivindicación de los productos de la tierra y la calidad de sus ingredientes. Todo ello, aderezado con una depurada técnica que no renuncia a agradables sorpresas que son un regalo al paladar.
Un gran recorrido de sabores y elaboraciones, como el que disfrutará sin duda el comensal, tiene que ir acompañado, como no podría ser de otra forma, por los grandes protagonistas de esta bodega: sus excelentes vinos.
Hito, Horcajo o Malabrigo son los nombres, contrastados por la calidad y la aceptación del mercado, de algunas de sus magníficas referencias.
Les invito desde aquí, con el aval de la experiencia de quien lo ha disfrutado, a conocer esta bodega, a saborear algunas de sus experiencias (entre las que se incluye un seductor paseo en bicicleta entre viñedos), a recorrer su gran sala de barricas y, como guinda final, a dejarse mimar por el chef Alberto Soto y su formidable equipo, tanto en cocinas como en sala.
Una muy recomendable experiencia, difícil de igualar, que no olvidará.