Eurocopa

Ucrania

España con billete de primera

Liechtenstein, el terror de Lituania, a la que venció 2-0 y empató en la devolución de visita, tenía que certificar la clasificación de España para la Eurocopa'2012 de Ucrania y Polonia y lo hizo, con la formalidad de un notario, al rubricar su previsible derrota. Resistió 33 minutos de asedio y, una vez encajado el primer gol, aguantó el chaparrón. Negredo hizo los dos primeros, el segundo nacido en fuera de juego, y luego marcaron Xavi, Ramos, Villa... Total, 6-0.

Los delanteros de la selección española de fútbol, Álvaro Negredo, David Villa y Juan Mata (i-d), celebran un gol ante la selección de Liechtenstein
Los delanteros de la selección española de fútbol, Álvaro Negredo, David Villa y Juan Mata (i-d), celebran un gol ante la selección de Liechtensteinlarazon

En Las Gaunas, graderío inundado de camisetas rojas, ansiedad de Selección, las charangas tardaron menos en arrancarse que España en marcar. El recinto era una fiesta, de la que no participaban en plenitud los descartes de Vicente del Bosque: Torres, el más sorprendente, el más afectado, Cazorla, Javi Martínez, Botía, Montoya y Reina. Sobre el rectángulo, el mejor centro del campo posible: Xavi Hernández, Alonso e Iniesta. Silva, en el banquillo. Atrás, Busquets, al lado de Albiol; arriba, Mata, Negredo y Villa. Dominio absoluto, los centrales en la línea media, pero la falta de juego por las bandas, de velocidad en las combinaciones y de precisión en demasiados últimos pases lastraban el fútbol de los campeones, que tardaron media hora en abrir el melón. De inmediato se merendaron a Liechtenstein.

La clasificación de España ha sido contundente: seis partidos y otras tantas victorias. No ha tenido rival en el grupo; se lo ha tomado más en serio que los amistosos y no ha padecido. Casillas no tocó la pelota en la primera parte; Jehle, cuatro veces, pero encajó tres goles. El empeño español por penetrar por el centro, donde esperaban siete defensores, prolongaba más de lo previsto el momento de la victoria. Pero con 21 jugadores en campo visitante, el triunfo local tenía que llegar. Y llegó cuando encontró la espalda de la defensa. Negredo hizo el primero, y el segundo, previo fuera de juego de Villa; antes del descanso, Xavi, diez goles y 103 partidos con la Selección, marcó de falta. Faltaba el epílogo.

Cesc entró por Xavi y en la banda calentaban Thiago, dispuesto a «nacionalizarse», y Llorente, el ídolo local. Antes de los dos cambios, Ramos hizo el cuarto, en fuera de juego que los de Liech-tenstein ni se molestaron en protestar. Precisamente el sevillano dio la alternativa a Thiago, que ya no podrá jugar con Brasil.

Con tres defensas y la portería de Jehle en el punto de mira, «La Roja» prosiguió con el monólogo sin acelerar, detalle que agradeció el contrario, sensiblemente inferior, pero muy digno. Encajó el quinto, de Villa (49 tantos, también marcó el sexto), y no aplaudió de milagro la entrada de Llorente, ovación de gala, clamor en Las Gaunas. La única sombra en el festival, las molestias de Alonso desde el minuto 70, con los cambios hechos y el partido resuelto.