Decisión histórica

Los socialdemócratas suecos abrazan la OTAN tras décadas de neutralidad

El partido mantiene su oposición al despliegue de armas nucleares y bases permanentes en Suecia

Apenas 200 metros separan la sede del Partido Socialdemócrata Sueco (SAP) en la calle Sveavägen de Estocolmo y el cementerio de la iglesia de Adolf Fredriks, donde reposan los restos de Olof Palme, el primer ministro asesinado en 1986 y artífice de la neutralidad del país nórdico durante le Guerra Fría. Este domingo, el Comité Nacional (”Partistyrelsen”) de su partido ha roto con décadas de rechazo a la OTAN al abogar oficialmente por su adhesión a la Alianza Atlántica.

Ante las nuevas amenazas a las que se enfrenta la región báltica tras la invasión rusa de Ucrania, la primera ministra y líder del partido, Magdalena Andersson, constata que “los socialdemócratas creemos que lo mejor para la seguridad de Suecia es que nos unamos a la OTAN”. “La libertad militar de la Alianza nos ha servido bien, pero no nos servirá bien en el futuro”, constata Andersson.

“En Ucrania, las fuerzas rusas ahora están violando la ley marcial. Y vemos fosas comunes y violaciones masivas” y “no creemos que la situación vaya a cambiar en un futuro próximo”, advierte la primera ministra sueca, que no descarta que su país pueda ser el objetivo de un ataque del Kremlin. “Hay un antes y un después del 24 de febrero de 2022″, subraya.

 

En opinión de la líder socialdemócrata, Suecia debe caminar de la mano de Finlandia en este camino. “Si Suecia se convirtiera en el único país de la región del mar Báltico fuera de la OTAN, terminaríamos en una posición vulnerable”, advierte Andersson, que subraya la permanente cooperación militar con Helsinki, que hoy anunció oficialmente su intención de unirse a la Alianza Atlántica.

En opinión del ministro de Defensa, Peter Hultqvist, que en el pasado fue un público detractor de la Alianza, Suecia no tiene otra salida que llamar a sus puertas para defender sus valores. “No se pretendía que fuera así desde el principio, pero después de la guerra en Ucrania y las malas acciones, hay que hacer una reevaluación”, explica. “No ha sido un proceso fácil en nuestro partido. Muchos tienen su identidad en la libertad de alianzas. Pero no puedes quedarte atrapado en lo viejo”, añade.

Eso sí, en el comunicado oficial tras la reunión de su Comité Nacional, los socialdemócratas advierten de que mantienen sus tradicionales “reservas unilaterales contra el despliegue de armas nucleares y bases permanentes en territorio sueco”.

El anuncio era esperado después de que el viernes se presentara el informe del Grupo de Análisis de Política de Seguridad elaborado por el Parlamento y el Gobierno, que concluye que el ingreso de Suecia en la OTAN reduciría el riesgo de conflicto en el norte de Europa. El texto asegura que “no era realista desarrollar alianzas de defensa bilaterales fuera de las estructuras europeas y euroatlánticas existentes”.

Los socialdemócratas suecos siguen así los pasos de su colegas finlandeses, que ayer expresaron también su apoyo a la adhesión a la Alianza Atlántica a la vista de la nuevas situación de seguridad creada por la invasión rusa de ucrania.

El giro de 180 grados en la política de seguridad y defensa del partido más votado en todas las elecciones suecas celebradas desde 1914 contrasta con la posición defendida en su último congreso de noviembre, en el que abogaba por mantener al país nórdico fuera de cualquier alianza militar. “Nuestra política de seguridad se basará en una capacidad de defensa nacional creíble, la no alineación militar, una cooperación de defensa más profunda, especialmente con Finlandia, y una política exterior activa, amplia y responsable”, afirmaba el SAP. Sin embargo, muchas cosas han cambiado en el contexto internacional desde hace seis meses.

Precisamente, el hecho de que Estocolmo pierda autonomía en política exterior si se integra en la OTAN disuade a las Juventudes Socialdemócratas (SSU) a apoyar el cambio de rumbo. Para su presidenta, Lisa Nåbo, es esencial que el Gobierno garantice que el norte de Europea será una zona libre de armas nucleares. “Preferiríamos haber visto una alianza de defensa dentro de la UE. SSU ahora exige al Gobierno que para las generaciones futuras garantice una Suecia libre de armas nucleares, una zona libre de armas nucleares sobre los países nórdicos y que las bases militares extranjeras nunca sean establecida en Suecia”, asegura a al agencia de noticias TT.

A este respecto, en declaraciones a la televisión pública SVT, Andersson subrayó que Suecia mantendrá su voz fuerte contra las armas nucleares. “Si Suecia se convierte en miembro, haremos las mismas declaraciones que han hecho Noruega y Dinamarca, a saber, que no quieren armas nucleares ni bases fijas en su territorio. También es algo que ha sido respetado por la OTAN”, aseguró la líder socialdemócrata.

El secretario general del SAP, Tobias Baudin, reconocía en la rueda de prensa de esta tarde de que entre sectores de la formación existe malestar por la rapidez con la que se ha desarrollado el “diálogo de política de seguridad” que arrancó el 22 de abril en los 26 distritos del partido, “pero, con lo que está pasando en el mundo exterior, debemos seguir el tiempo en que vivimos”. “Estoy orgulloso de que las discusiones se hayan llevado a cabo con gran respeto mutuo”, subrayó Baudin.

La primera ministra participará mañana lunes en un debate monográfico en el “Riksdag” (Parlamento) sobre el ingreso del país en la OTAN. Con el cambio de postura de los socialdemócratas, existe una clara mayoría parlamentaria a favor de la adhesión (306 de los 349 diputados de la Cámara), pues solo el Partido de la Izquierda y Los Verdes, socios externos del Gobierno, mantienen su rechazo a la Alianza Atlántica.

Poa la tarde, está prevista una reunión del Gobierno de la que saldrá la petición oficial de adhesión de Suecia al Tratado de Washington, según informa el diario “Expressen”. El expansionismo militar de Putin ha acabado con más de 200 años de no alineamiento militar sueco.

El cambio de posición de los socialdemócratas ha sido saludado por la oposición de centro derecha, que tradicionalmente ha sido partidaria de la integración transatlántica. “Finalmente, Suecia dice sí a la OTAN, muchas gracias a los moderados. Es un placer recibir la noticia de que los socialdemócratas se han puesto de nuestro lado y están listos para decir ‘sí' a la OTAN, no es demasiado tarde”, escribe en Twitter el líder de la oposición, el conservador Ulf Kristersson, que amenazaba con centrar la inminente campaña electoral de las elecciones del 11 de septiembre en este asunto para debilitar al Gobierno.

Por su parte, Annie Lööf, líder del Partido de Centro, socio externo del Gobierno, habla de un momento “histórico”. “Finalmente, hay una amplia mayoría para unirse a la OTAN. Un capítulo importante en la orgullosa historia de nuestro país de construir seguridad con otros. Fortalece la seguridad sueca, fortalece la región nórdica y la región del mar Báltico en la OTAN”, escribe en su perfil de Twitter.

Según los sondeos, el 53% de la población apoya que Suecia se una a la OTAN, frente a un 23% que se opone. El apoyo a la adhesión aumenta hasta el 64% si le acompaña Finlandia, donde sus ciudadanos respaldan masivamente, con un 76%, la vía atlantista por su cercanía a Rusia, con la que comparten 1.340 kilómetros.