Ciencia

¿Permanecen en el cerebro los recuerdos que olvidamos?

El neurocientífico Tomás Ryan ha llevado a cabo un estudio para resolver los interrogantes que rodean a la memoria humana

Nuestro cerebro utiliza algunos "atajos" para filtrar información de utilidad | Fuente: Dreamstime
Nuestro cerebro utiliza algunos "atajos" para filtrar información de utilidad | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

La memoria humana es uno de los misterios más profundos del ser humano. Recientemente, ha sido objeto de un nuevo estudio realizado por el neurocientífico Tomás Ryan y su equipo en el Trinity College Dublin.

Este estudio arroja luz sobre los procesos subyacentes al olvido y desafía la noción convencional de que el olvido es una debilidad de la memoria. El enigma del funcionamiento de la memoria humana, y en particular, por qué recordamos y por qué olvidamos, ha desconcertado a la humanidad durante siglos.

Ryan y su equipo se sumergieron en el corazón de este enigma y encontraron respuestas sorprendentes. "Olvidar es una realidad de la vida que muchas personas encuentran frustrante.

Cada vez hay más pruebas que rechazan la idea de que un desliz o un lapsus en nuestra memoria es inherentemente malo", explica Ryan en una entrevista para Scientific American.

El cerebro activa distintas regiones en función de la edad de los recuerdos
El cerebro activa distintas regiones en función de la edad de los recuerdoslarazon

Su investigación sugiere que el olvido puede ser un proceso activo que el cerebro utiliza para apoyar el aprendizaje, en lugar de un error de la memoria.

El estudio se basó en experimentos realizados en roedores, donde se entrenó a los animales para asociar un objeto con un entorno específico. Más tarde, se les pidió a los roedores que inspeccionaran objetos en ese contexto y se descubrió que cuando olvidaban la asociación, ambos objetos les parecían nuevos.

Estos hallazgos sugieren que el cerebro experimenta cambios físicos y químicos en su estructura después de aprender nueva información, lo que Ryan denomina ‘engrama’.

En los últimos años, la capacidad de identificar y manipular engramas específicos en el cerebro de roedores ha revolucionado el campo de la neurociencia y, por extensión, el estudio de la memoria y el olvido. Sin embargo, el desafío de aplicar estos conocimientos a cerebros humanos, con miles de millones de neuronas y billones de sinapsis, sigue siendo una tarea compleja.

Es decir, este estudio plantea la idea de que el olvido no es necesariamente un defecto, sino un mecanismo adaptativo del cerebro humano.