Tiburones adictos a la cocaína, el narcotráfico convierte a tiburones en 'máquinas de cocaína'

Uno de los hallazgos más inquietantes se dio el pasado mes de junio, cuando la Guardia Costera de Estados Unidos decomisó 6.400 kilogramos de cocaína en el Mar Caribe y el Océano Atlántico, con un valor estimado de aproximadamente 186 millones de dólares. Ante este escenario, surgió una interrogante que despertó el interés de los científicos: ¿están los miles de tiburones que habitan en las aguas de Florida consumiendo los narcóticos lanzados al mar?

Para responder a esta pregunta, el intrépido Tom "The Blowfish" y la científica ambiental Tracy Fanara, de la Universidad de Florida, se embarcaron en una investigación sin precedentes. Los experimentos llevados a cabo en el marco del programa "Tiburones Cocainómanos", que se transmitirá por Discovery, consistieron en bucear junto a los tiburones en los Cayos de Florida para observar su comportamiento.

El primer experimento consistió en crear paquetes similares en tamaño y apariencia a los de cocaína reales, colocándolos cerca de señuelos ficticios. Los resultados fueron sorprendentes, ya que los tiburones se dirigieron directamente hacia los paquetes simulados y comenzaron a morderlos.

Pero esto no fue todo; también llevaron a cabo simulaciones de lanzamiento de paquetes de cocaína desde un avión para imitar una situación real. El resultado fue que múltiples especies de tiburones, incluidos los tiburones tigre, se abalanzaron sobre estos señuelos.

A pesar de estas reveladoras observaciones, los investigadores todavía no han concluido si los tiburones han desarrollado adicción a la cocaína. Si bien el comportamiento de los escualos sugiere esta posibilidad, aún es necesario realizar pruebas de muestras de tejido y sangre para determinar si hay presencia de cocaína en sus organismos.

Este fascinante estudio ha despertado la preocupación de la comunidad científica y del público en general. Los expertos advierten que si los tiburones están ingiriendo cocaína, esto podría tener graves consecuencias para el ecosistema marino y la cadena alimentaria.