América

San Francisco permite ahora asentamientos para personas sin hogar

San Francisco se unió a otras ciudades de EE.UU que autorizó la instalación de carpas para personas sin hogar, una medida a la que las autoridades se habían resistido, pero que ahora lo ven necesario

Tents are pitched using social distancing to help slow the spread of coronavirus disease (COVID-19) at a homeless encampment in a square next to city hall in San Francisco
Tents are pitched using social distancing to help slow the spread of coronavirus disease (COVID-19) at a sanctioned homeless encampment christened Safe Sleeping Village in a square next to city hall in San Francisco, California, U.S. May 19, 2020. REUTERS/Drone BaseDRONE BASEReuters

(AP). San Francisco se unió a otras ciudades de Estados Unidos y autorizó asentamientos con tiendas de campaña para personas sin hogar en respuesta a la pandemia del coronavirus, una medida a la que las autoridades se habían resistido pero que ahora adoptaron a regañadientes para proteger a ese sector de la población.

En una amplia calle cerca del ayuntamiento de San Francisco se instalaron cerca de 80 carpas que forman una “aldea para dormir seguros” inaugurada la semana pasada. La zona comprendida entre la biblioteca central de la ciudad y el Museo de Arte Asiático está vallada, controlada las 24 horas y cuenta con reparto de comida, agua limpia y recolección de basura.

Al anunciar la iniciativa y la apertura de otro campamento en el conocido vecindario de Haight-Ashbury, la alcaldesa de la ciudad reconoció que no quería aprobar las carpas, pero que tenerlas esparcidas sin control por las aceras no era ni seguro ni justo.

San Francisco ha trasladado a 1.300 personas sin hogar a habitaciones de hotel y caravanas dentro de un programa estatal para realojar a personas vulnerables, pero la regidora recibió críticas por actuar con lentitud. Dijo que no estaba dispuesta a trasladar a los 8.000 sin techo que se estima viven en la ciudad a hoteles a pesar de las quejas de activistas que dicen que las abarrotadas tiendas son un desastre de salud pública.

San Francisco es la última ciudad del país en autorizar este tiempo de asentamientos como refugios para que las personas sin hogar, que son especialmente susceptibles a contraer el virus por su mala salud, puedan mantener la distancia social.