América Latina

Bolsonaro recibe a sus seguidores pese a seguir con COVID-19

El presidente de Brasil continúa infectado por el nuevo coronavirus, aún así este fin de semana ha recibido a sus seguidores en su residencia en los jardines del Palacio da Alvorada

Outbreak of the coronavirus disease (COVID-19), in Brasilia
Brazil's President Jair Bolsonaro looks on while meeting supporters during a ceremony of lowering the national flag for the night, amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak, at the Alvorada Palace in Brasilia, Brazil, July 19, 2020. REUTERS/Adriano MachadoADRIANO MACHADOReuters

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien está infectado por el nuevo coronavirus, ha recibido este domingo a algunas centenas de simpatizantes en los jardines del Palacio da Alvorada, la residencia presidencial, y ha llegado a aproximarse a pocos metros de sus seguidores.

Antes del rito diario de la arriada de la bandera al final de la tarde por parte de la Guardia Presidencial, Bolsonaro ha salido de la residencia y se ha dirigido hasta sus seguidores, que estaban durante varias horas en las afueras del palacio en una vigilia convocada por líderes evangélicos para pedir por la salud del mandatario.

Separado por un espejo de agua de poco más de dos metros, el gobernante ha recorrido el extenso césped en donde estaban aglomerados sus seguidores, muchos de ellos sin mascarilla de protección y sin respetar el distanciamiento determinado por las autoridades, y a los gritos de "mito" ha levantado varias veces los brazos para saludar.

"Vamos a caminar con la pandemia, vamos a salir de ésta. Tenemos un excelente equipo de ministros, principalmente el de Salud (el general Eduardo Pazuello), y está todo dándose para que, rápidamente, vamos construyendo el futuro de Brasil", ha manifestado Bolsonaro en una breve declaración y con la mascarilla abajo para hablar.

El jefe de Estado ha comentado que no cree que el Congreso apruebe la ley contra las noticias falsas, que establece penas más severas y amplía el poder en las investigaciones, porque "no vamos a perder nuestra libertad de expresión" y ha explicado que las relaciones con el Legislativo, que recientemente han pasado por fricciones, "son buenas".

"La renovación (en el Congreso) es natural, hasta para el cargo de presidente si es el caso, pero ustedes están aquí y hacen movimientos democráticos para demostrar que su voto en 2018 va a valer hasta 2022 y si es para cambiarlo entonces cambiarlo en las urnas", ha apuntado.

Para el líder de ultraderecha: "Siempre hay una alternativa en caso de que salga mal, pero será muy diferente a la de 2018. Puede estar seguro de que cambiaremos el país con las armas de la democracia".

Manifestación a favor

Este domingo, cerca de 2.000 seguidores de Bolsonaro convocados por movimientos evangélicos han marchado en la capital Brasilia con 27 cruces, en representación de cada estado del país, para manifestarle su solidaridad al mandatario y criticar la gestión al frente de la pandemia del COVID-19 por parte de los gobernadores.

Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más escépticos frente a la gravedad de la pandemia y que ha llegado a calificar el patógeno de "gripecita", ha contraído el COVID-19 y ha anunciado el resultado positivo de la prueba clínica el pasado 7 de julio.

El líder de ultraderecha acostumbraba acompañar las manifestaciones a su favor que suelen presentarse a cada domingo durante la pandemia y en la mayoría ha participado sin el uso de mascarilla, como es obligatorio en el Distrito Federal y en otras partes del país, ha abrazado a varios de sus simpatizantes.

Acérrimo defensor de la apertura del comercio y de algunas actividades económicas, contrariando las cuarentenas y medidas rígidas de aislamiento social recomendadas por las autoridades sanitarias a nivel mundial, Bolsonaro ha delegado la responsabilidad de la gestión a los gobernadores, facultados por la Corte Suprema.

Brasil, el segundo país más afectado por el nuevo coronavirus detrás de Estados Unidos, contabilizaba oficialmente hasta este domingo casi 2,1 millones de casos confirmados y cerca de 79.000 muertos.