América Latina

En pandemia, el desinterés domina las presidenciales de Perú

Según varios sondeos y a un mes de los comicios para elegir presidente y 130 legisladores, el desinterés es el más elevado en los últimos 40 años

AME9782. LIMA (PERU), 05/03/2021.- El candidato de extrema derecha Rafael López Aliaga (c) preside una manifestación para exigir su "derecho constitucional a la participación política" hoy, ante la sede del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en Lima (Perú). El JNE decidirá si lo mantiene o excluye de las elecciones presidenciales del próximo 11 de abril. EFE/ Paolo Aguilar
AME9782. LIMA (PERU), 05/03/2021.- El candidato de extrema derecha Rafael López Aliaga (c) preside una manifestación para exigir su "derecho constitucional a la participación política" hoy, ante la sede del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en Lima (Perú). El JNE decidirá si lo mantiene o excluye de las elecciones presidenciales del próximo 11 de abril. EFE/ Paolo AguilarPaolo AguilarAgencia EFE

(AP). Preocupado por conseguir oxígeno para su madre infectada con el nuevo coronavirus, Manuel Quispe no tiene el más mínimo interés en las elecciones de abril.

“Quien sea elegido no me va a ayudar a curar a mi mamá”, dijo el zapatero de 43 años que durmió tres días en la calle de un barrio de Lima junto a su tanque vacío y en medio de una fila de casi 80 personas que como él deben llevar el oxígeno para mantener con vida a sus enfermos.

Según varios sondeos y a un mes de los comicios para elegir presidente y 130 legisladores, el desinterés es el más elevado en los últimos 40 años. El primero de 19 candidatos apenas supera los dos dígitos de aceptación y casi un tercio de peruanos no tiene preferencia por ningún postulante.

“No quiero ni votar, pero me amenazan con multa”, dijo limpiándose la cara Gladys Valverde, vendedora de helados, mientras observaba en su barriada la caravana de camionetas que levantaban polvo y transportaban a César Acuña, un millonario candidato que postula por segunda vez.

Los expertos creen que el desinterés se debe a la combinación de la pésima reputación de los políticos en Perú y a los efectos de la pandemia que han devastado el ánimo y la economía de los votantes. Los peruanos son los que más creen en Latinoamérica que sus políticos están involucrados en corrupción, según el Barómetro de las Américas 2019 de la Universidad de Vandervilt.

No faltan motivos. Los expresidentes de los últimos 36 años, vivos o muertos, tienen sospechas de corrupción.

Alan García (1985-1990 y 2006-2011) se suicidó antes de ser capturado, Alejandro Toledo (2001-2006) está detenido en Estados Unidos esperando una extradición y Alberto Fujimori (1990-2000) cumple una sentencia de 25 años de cárcel por corrupción y violación de los derechos humanos. Pese a eso, su hija Keiko, para quien la fiscalía pide 30 años de cárcel por supuestamente recibir dinero negro de la constructora brasileña Odebrecht, es una de las candidatas.

La lista no acaba ahí. Ollanta Humala (2011-2016) otra vez busca ser elegido presidente en medio de un juicio contra él y su esposa por lavado de activos por recibir dinero de Odebrecht, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) está bajo arresto domiciliario en otra investigación ligada a esa constructora brasileña y Martín Vizcarra (2018-2020) postula para legislador pese a tener varias investigaciones en la fiscalía, la última por presunta corrupción en las negociaciones para comprar vacunas contra el virus luego de admitir que, siendo mandatario, se inmunizó en secreto junto a su esposa y hermano meses antes que los miles de médicos y enfermeras que atienden en duras condiciones a miles de infectados.

Una encuesta de Datum Internacional de esta semana arroja que 40% de los peruanos está “nada interesado” en los comicios, mientras que el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) destacó en su sondeo de hace menos de dos semanas que casi un tercio (31%) no tiene preferencia por ningún candidato.

“Se ve a expresidentes, gobernadores y alcaldes denunciados o encarcelados por corrupción. Hay una desconfianza muy grande en los políticos y también hay decepción porque no cumplen sus promesas”, dijo a The Associated Press Urpi Torrado, directora de Datum Internacional.

“Desde 1980 medimos los procesos electorales y esta es la primera vez que tenemos estos resultados tan elevados”, dijo Torrado en referencia al 40% de desinterés. La encuesta entrevistó a 1.200 personas en todo el país entre el 5 y 7 de marzo con un margen de error de 2,8 puntos.

En el sondeo del IEP, 31% de peruanos no eligen a nadie. Esta cifra es casi el triple de lo que consigue el candidato que va primero, el exlegislador Yonhy Lescano que acumula apenas 11%. Detrás de él van cuatro candidatos con entre 7% y 8%. La encuesta entrevistó a 1.220 personas a nivel nacional entre el 19 y 23 de febrero con un margen de error de 2,8 puntos.

“Estamos en el mundo de los liliputienses”, dijo a la radio local RPP el analista Fernando Tuesta, en referencia a los escasos puntajes que acumulan los candidatos. La jefa de estudios de opinión del IEP, Patricia Zárate, detalla que “el primer lugar tiene con las justas dos dígitos”, mientras que, en febrero de 2016, Keiko Fujimori lideraba con alrededor del 30% y el segundo lugar con 20%

Los analistas concuerdan que los peruanos están preocupados por los efectos devastadores de la pandemia. En un año han muerto más de 48.000 y 1,3 millones se han infectado, de acuerdo con el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

Los que han quedado vivos están preocupados “en cómo salir adelante y generar recursos porque hay un enorme grupo de peruanos preocupados en qué van a comer día a día”, dijo Torrado.

Miles de negocios quebraron, más de siete millones están desempleados, 6,8 millones arrastran deudas impagas con bancos de 1.334 dólares, equivalente a cinco veces el sueldo básico mensual, y Perú es más pobre que hace cinco años con miles de familias que comen en ollas comunes.

“Hemos tenido presidentes delincuentes, es triste”, dijo Josué Huamaní, un taxista sofocado por el calor del verano en el hemisferio sur y por la careta en su rostro, en una calle de Lima atiborrada de autos que no avanzaban. “Para nuestra mala suerte, tenemos que elegir uno nuevo”, añadió.