Rincón de la Victoria, el relax de veranear en un pueblo seguro

Después de varios meses de confinamiento, el cuerpo nos pide aire fresco y desconexión. Las ganas de viajar se han multiplicado, pero ahora toca ser prudentes, pues el coronavirus no se ha esfumado. La combinación entre descanso y seguridad se alza como un requisito clave a la hora de elegir destino. Y no hay que irse muy lejos para encontrarlo. Buen ejemplo de ello es el municipio malagueño de Rincón de la Victoria, que propone al viajero el relax de romper con su rutina y sentirse como en casa, pero sin bullicio ni aglomeraciones.

El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria ha puesto a punto sus casi ocho kilómetros de playas limpias y seguras, con todos los servicios disponibles y seguimiento de control de medidas en cuanto a aforo y distanciamiento social a través de vigilantes propios, además del tradicional servicio de salvamento. La limpieza de las playas es uno de los puntos fuertes de Rincón de la Victoria, pero más si cabe este año, gracias al empleo de dos embarcaciones dedicadas a la recogida de residuos sólidos en la superficie de las aguas. Además, los aseos públicos distribuidos a lo largo del litoral contarán con un apoyo diario de limpieza e higiene, con un servicio único y exclusivo. Y a eso se suma la instalación de duchas, pasarelas y nuevos paneles informativos que detallan al usuario las recomendaciones a seguir. «Todo ello es fruto del intenso trabajo que hemos realizado para garantizar la seguridad y tranquilidad de los vecinos y visitantes», reconoce el alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado.

El disfrute en el litoral rinconero está garantizado para grandes y pequeños, con playas extensas de una anchura de 40 metros de media, mientras que en sus aguas se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos, con zonas más tranquilas y otras ideales para realizar surf, paddle surf, kite surf, etc. «Rincón de la Victoria está preparada para abrir la temporada de verano con las mejores playas, gastronomía y enclaves idílicos para disfrutar de un verano, ahora más que nunca, deseado», asegura el alcalde. Y es que el municipio es mucho más que su litoral, ya que aquí es posible pasar del mar a la montaña en pocos kilómetros. Tal y como recuerda el concejal de Turismo, Antonio José Martín, «ofrecemos innumerables motivos como destino lleno de vida para el disfrute de todos».  

Para complementar el día de playa merece la pena retroceder en el tiempo a través de la visita a la Cueva del Tesoro de Rincón de la Victoria, una de las tres únicas cuevas de origen marino que se conocen en el mundo. En sus galerías se encontraron restos del Paleolítico y de la Edad de Bronce, así como muestras de Arte Rupestre.

Además, pasear por los acantilados de El Cantal o por el Paseo Ecológico de Torre de Benagalbón se convierte en una experiencia de lo más reconfortante, mientras que la dosis de cultura puede encontrarse a través del paseo por el centro del municipio, con inmuebles emblemáticos como la Casa Fuerte Bezmiliana que alberga salas expositivas que muestran las mejores expresiones artísticas del país. Y todo ello aderezado con la gastronomía tradicional de la zona, donde no falta el boquerón victoriano.