Coronavirus

Andalucía lleva al límite las restricciones y reclama confinamientos domiciliarios

Moreno anuncia el cierre de las ocho provincias, 219 municipios y exige al Gobierno central poder adelantar el toque de queda a las 20:00 horas

Las actuales medidas para controlar el coronavirus en Andalucía tendrán una vigencia de menos de una semana. La rápida velocidad de propagación de esta tercera ola, que está multiplicando los contagios y los ingresos hospitalarios, ha obligado a la Junta a reaccionar, endureciendo las restricciones para intentar taponar una herida que actualmente sangra a borbotones. Tras la reunión del Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto, el denominado comité de expertos, el jefe del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, volvió a comparecer –segundo viernes consecutivo– para anunciar más limitaciones, que entran en vigor en la madrugada del sábado.

Andalucía mantiene, como medida genérica, el cierre perimetral de la comunidad autónoma y se da una nueva vuelta de tuerca a los horarios comerciales y de la hostelería, sectores que deberán cerrar sus establecimientos a las 18:00 horas. Las reuniones, incluidas en la hostelería, quedan reducidas a cuatro personas. La Junta hace dos distinciones. Por un lado, los municipios donde la tasa de incidencia supere los 500 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días se cierran perimetralmente. Son un total de 219. Por otro, en las poblaciones con una tasa superior a los 1.000 casos –actualmente 91– la hostelería y el comercio cerrarán al completo.

Moreno propuso dos medidas que deberán contar con el visto bueno del Gobierno central. En la línea de lo que vienen demandando otras comunidades autónomas, reclama adelantar el toque de queda a las 20:00 horas. También el confinamiento domiciliario, que en el caso de Andalucía se aplicaría en los municipios donde la tasa supere los 1.000 casos. De momento, el toque de queda se mantiene igual, a las 22:00 horas.

La situación se va complicando conforme pasan los días, incluso las horas, por lo que el Gobierno andaluz va modulando su discurso. Esta misma semana el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en el marco del Consejo Interterritorial de Salud, pidió al ministro del ramo, Salvador Illa, adelantar el toque de queda a las 21:00 horas. Ahora se endurece esta exigencia, proponiendo como límite las 20:00 horas.

«Los expertos nos advierten de que esta tercera ola es la más dura y que estas medidas no van a ser suficientes», subrayó el presidente, quien lamentó que los contagios «se han multiplicado de manera alarmante». En este sentido, señaló que «vamos a superar ampliamente la segunda ola» de la pandemia e hizo referencia al vaticinio de la canciller alemana Angela Merkel, que auguró que la incidencia se iba a multiplicar por 10 a causa de la nueva variante británica del coronavirus. Precisamente, Moreno aludió al cierre perimetral de los ocho municipios del Campo de Gibraltar, donde la nueva cepa británica se extiende de manera alarmante. En esta comarca se decretó el cierre total de la hostelería y del comercio no esencial y sus alcaldes han reclamado la suspensión de las clases presenciales y el confinamiento domiciliario. De hecho, los padres apenas están llevando a sus hijos al colegio ante el temor de los contagios.

También dejó entrever que le gustaría tomar medidas más duras, pero el Gobierno central no las autoriza de momento. «Mi Gobierno no tiene las competencias para confinar domiciliariamente», remarcó, no sin antes recordar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez delegó en las comunidades autónomas la gestión de la pandemia, y «asumimos con lealtad esas competencias». «Salimos a dar la cara las veces que haga falta para anunciar nuevas medidas», afirmó.

Como en otras ocasiones, Moreno hizo un llamamiento a la responsabilidad. «No dejo de pedir que nos tomemos en serio estas medidas», insistió, además de reclamar que «limitemos el contacto social y las salidas si no son estrictamente necesarias». «Esta situación os aburre y desespera, a mí también, es normal», confesó» y auguró que «nos quedan 20 días muy duros».

Sobre el proceso de vacunación, señaló que el domingo se iniciará la segunda vuelta en las residencias de mayores, pero el ritmo es lento. Tanto que, según los envíos actuales, en marzo estaría inmunizado el 5 por ciento de la población andaluza y el mayo el 15 por ciento. Moreno lamentó el parón en la distribución anunciado por Pfizer, lo que afectará a la velocidad de aplicación de la vacuna. Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, Andalucía ha administrado 139.718 dosis, el 64,6 por ciento de las recibidas, un ritmo aceptable en sintonía con el del resto de comunidades.