"El bloc"

Lampedusa en San Telmo

“Se autoproclama el gobierno del cambio y pero trabaja para que nada cambie”

El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, junto al consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, tras el anuncio de la fusión de entes públicos bajo la marca Andalucía Trade
El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, junto al consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, tras el anuncio de la fusión de entes públicos bajo la marca Andalucía TradeJUNTA DE ANDALUCÍAJUNTA DE ANDALUCÍA

«El consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, ha informado tras la reunión del Consejo de Gobierno de la creación de una nueva Agencia Pública Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico de Andalucía (Andalucía TRADE), fruto del proceso de reestructuración y unificación de cuatro entidades públicas ya existentes: Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) y Agencia Andaluza del Conocimiento (AAC), dependientes de la Consejería de Transformación Económica; Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), adscrita a la Consejería de Presidencia; y la Fundación Andalucía Emprende, de la Consejería de Empleo». Con semejante retahíla de siglas, mayúsculas y acrónimos más o menos ingeniosos, quiso la Junta de Andalucía camuflar su vena lampedusiana porque, sí, éste se autoproclama el gobierno del cambio y pero trabaja para que nada cambie. Mayormente, la colosal herramienta para el acopio de papeletas que constituyen estos organismos que centristas y conservadores, en sus largos años de oposición, calificaban como chiringuitos. Cuatro merenderos se han unificado en uno, pero todo el personal seguirá en nómina, es decir, cobrando y votando. ¡Bonito sentido de la sinergia! Estas prácticas descaradamente clientelares abonan, por si faltaba algo, el campo electoral de populismos de toda laya, en especial el de esa derecha airada en cuyos diputados se apoya Moreno y a la que le resultará bien sencillo demoler el discurso regeneracionista –y apropiárselo en segunda instancia– que echó a los socialistas de San Telmo. No corren tiempos propicios para cabrear a la base electoral, que hoy es harto sensible con el sempiterno escándalo de enchufes, colocaciones y otras yerbas amargas.