"Negro sobre blanco"
De Algeciras a Valencia
“Hay muy buenos ilustradores andaluces que cada día alcanzan un mayor prestigio en el panorama nacional y que les hace ser cada vez más solicitados”
Hay muy buenos ilustradores andaluces que cada día alcanzan un mayor prestigio en el panorama nacional y que les hace ser cada vez más solicitados. De hecho, en las últimas semanas han coincidido al menos dos libros de algunos de estos autores y, casualmente, ambos procedentes de Algeciras. Nacho Díaz Arjona es más conocido por su nombre artístico, «Naolito», con los que firma sus sencillos y coloridos dibujos, plenos de sutil ironía y asociados al estilo «kawaii», palabra japonesa que significa «tierno». Precisamente, este sentimiento es el que generan sus dibujos, reunidos ahora en el absolutamente recomendable «El lado adorable de la vida».
Pese a su nombre y apellido, Quan Zhou Wu es paisana de «Naolito». Asomó por este mismo espacio gracias a sus dos libros precedentes, «Gazpacho agridulce. Una autobiografía chino-andaluza» y «Andaluchinas por el mundo», en el que vertió su ingenio para relatar una vida marcada por dos culturas, con todo lo que conlleva. Su último volumen es «Gente de aquí. Gente de allí», en un original formato que permite leerlo desde la portada o la contraportada al ser del todo complementarios. Con este libro da un salto hacia adelante al abandonar el núcleo familiar, protagonista de los anteriores, para hablar de una colectividad, tanto la nacional como la foránea, con un tratamiento pop en lo visual y de interés sociológico. Como suele decirse, no hay dos sin tres, de modo que el siguiente autor también es algecireño, Pablo Ríos. Ahora se reedita su cómic «Azul y pálido», que firma en la doble condición de autor de los dibujos y los textos. Con este volumen, en el que relata las historias de varias personas que tuvieron contactos con extraterrestres, debutó hace casi 10 años y fue nominado a autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona.
Al margen de novedades a cargo de andaluces, hay que reseñar algunos destacados títulos que enriquecen notablemente la oferta editorial gráfica-literaria. Es el caso de la valiosa adaptación realizada por David Vandermeulen y Daniel Casanave de la aclamada obra e impresionante fenómeno editorial «Sapiens», de Yuval Noah. Bastante más cerca en el tiempo y en la distancia se sitúan dos obras procedentes de Valencia, con bastante puntos en común a pesar de pertenecer sus autores a generaciones diferentes. Ana Penyas, que dedica su libro «a quienes tuvieron que abandonar su lugar y a quienes se quedaron como extraños en su propia tierra», denuncia los efectos perversos de la especulación inmobiliaria en zonas costeras en «Todo bajo el sol»; Paco Roca, uno de los indiscutibles grandes nombres del cómic en España, también regresa al pasado para contar una historia con una gran sensibilidad en «Regreso al Edén», elegido mejor cómic nacional del año por la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic, ACDCómic. Aunque ambas obras transcurren casi en el mismo lugar y época, la propuesta de Penyas pone más el foco en el contexto social, para el que recurre a fragmentos de programas de televisión; sin embargo, Roca apuesta por una historia más íntima, magníficamente narrada, que atrapa la atención del lector desde las primeras páginas. Otro nombre imprescindible en el panorama nacional es el de Carlos Giménez, cuya última obra se titula «Mientras el mundo agoniza». Se trata de una aventura futurista con naves espaciales en la que predomina la acción y dibujada con el trazo característico de este veterano y prestigioso autor.
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