Entrevista
Rocío Ruiz: «No podemos estar en una campaña infinita, contando votos»
La consejera de Igualdad defiende que «nuestros niños migrantes no acompañados llegan desamparados y no son delincuentes»
Rocío Ruiz desembarcó en la política unos meses antes de que Cs entrara en el primer Gobierno andaluz sin las siglas del PSOE y en estos dos años ha hechos de la defensa de los derechos sociales su particular bandera, como titular de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación.
Este último año ha sido muy difícil con la covid: hablamos de tres millones de andaluces en situación de pobreza o exclusión; ha aumentado la violencia de género... ¿Cómo se afronta todo eso?
Al final las políticas sociales estamos en la primera línea. Yo me planteé desde el principio que había que movilizar los recursos de forma ágil, pero chocamos en esta comunidad con un problema que no existía en otras: hay una pobreza y exclusión estructural, de tres millones de personas, 600.000 niños. Era nuestra prioridad, y a eso había que sumarle todas las consecuencias de la pandemia. Movilizamos 1.590 millones entre subvenciones, las famosas tarjetas monedero... porque teníamos que llegar cuanto antes, las personas no pueden esperar.
¿Son suficientes los recursos?
No van a ser nunca suficientes mientras que no podamos ir reconstruyendo la economía. Hemos hecho políticas sociales de emergencia. Hemos podido llenar la cesta de la compra de 26.000 familias que se quedaron de la noche a la mañana sin nada. No era esa otra pobreza que ya conocemos estructural, era una nueva realidad.
En las grandes crisis, como después de la II Guerra Mundial, Estados Unidos subió los impuestos a los que tenían rentas muy altas, se llegó al 94% de imposición. El actual presidente, Joe Biden, está haciendo lo mismo ahora y en Andalucía se bajan los impuestos.
Bueno, se bajan en Andalucía, se bajan en Alemania, en Francia, en Portugal, que es un Gobierno de izquierdas, porque la economía ha cambiado. Creemos que lo que hay que incentivar es la inversión, el empleo y el consumo. Las teorías económicas liberales, que es por las que apuesta mi proyecto político de Cs, están basadas en la evidencia de que se consigue recaudar muchísimos más impuestos e incentivar la economía y el consumo si podemos mantener ese dinero en el bolsillo de los ciudadanos.
Pero el Estado del bienestar se sostiene con los impuestos.
Estamos bajando los impuestos precisamente para que Andalucía deje de ser de las comunidades que tenían los impuestos más altos y estaba aislando a los grandes inversores.
No tenía los impuestos más altos a las rentas bajas y medias... Si no hay rentas del trabajo, que aportan la mayor recaudación, porque hay un millón de parados y se bajan los impuestos para atraer inversiones es una política que no puede ser tan social.
Con los 600 millones que recaudamos más en 2019 con la primera bajada de impuestos del Gobierno se ha invertido más en políticas sociales. No lo decimos nosotros, lo dicen los países europeos más desarrollados económicamente. La misma ministra de Economía se niega a subir impuestos, que es lo que quiere Unidas Podemos. Vamos a fiarnos de la Unión Europea (UE), que no apuesta por subir impuestos en este momento. Hay que atraer inversores a Andalucía que son los que crean empleo.
Cité al principio la violencia de género: ha aumentado un 15% la atención a las mujeres en la pandemia.
No quiere decir que haya más violencia de género, porque solo conocemos las pocas que denunciaban y desgraciadamente los asesinatos de mujeres y de niños. Lo que hemos incrementado son los recursos que tenemos. Hablamos de un afloramiento porque confían en la Administración, piden ayuda, no solo las mujeres, sino también el entorno de la víctima. Hay un 33% más de mujeres atendidas, que yo siempre pienso con esas 345 mujeres que atendemos al día las vidas que hemos podido salvar. Una vez me dijeron que estos recursos suponen mucho presupuesto y yo pregunté: ¿cuánto vale una vida? ¿Le ponemos precio?
Con la campaña racista y xenófoba de Vox en la Comunidad de Madrid han hecho eso: ponerle precio de la manera más torticera a la vida de los menores migrantes. ¿Qué opina de esa campaña?
Yo me pronuncié la semana pasada contundentemente. Le puedo decir algo muy claro: nuestros niños migrantes no acompañados, que son menores y la infancia hay que respetarla siempre, están tutelados por la Junta de Andalucía porque llegan desprotegidos y no son delincuentes. Ese cartel es racista y xenófobo. En Andalucía son niños que están estudiando en institutos de la zona, que participan en la vida de comunidad, en los equipos de rugby, en el teatro y están en programas de inserción laboral. Dos de cada tres niños que atendemos en nuestro programas de mayoría de edad están trabajando ya.
¿Cómo casa ese discurso de odio con el apoyo de Vox al Gobierno en Andalucía?
Vox ha apoyado unos presupuestos. Por ejemplo, mi Ley de Infancia no la ha apoyado, ha presentado una enmienda a la totalidad, yo he conseguido pactos con el resto de grupos.
¿Por qué la enmienda a la totalidad?
Estaban en contra de la educación afectivo-sexual y de que los niños, que es un derecho internacional reconocido, tengan su identidad de género. No me plantearon más pegas. Es una ley que lo que pretende es la protección de la infancia más vulnerable.
¿Tendrá una asignación presupuestaria?
Sí, 2.500 millones porque es una ley transversal.
La violencia sexual a menores no se conoce. Igual que la violencia de género se ha convertido en una cuestión de Estado, con los menores, que son más vulnerables, existe un silencio sepulcral alrededor, principalmente porque suele venir de la propia familia, del entorno. ¿Cómo se va abordar?
Los datos son muy preocupantes: según la Unión Europea, uno de cada cinco menores ha sufrido la violencia. Nosotros hemos hecho campañas sobre eso, pero lo importante es la prevención y se basa en la formación de todos los profesionales para detectarlo en niños que no lo van a denunciar. Es algo tan terrible... Lo hemos incorporado a nuestra Ley de Infancia, que también incluye algo nuevo de nuestra realidad como son las redes sociales y el peligro de las adicciones. Era un ámbito desregulado y es muy grave.
El otro gran grupo vulnerable son las personas mayores, los más golpeados por la pandemia. ¿Qué saca de esa etapa?
Tenemos que hacer un aprendizaje. Ninguna residencia, que son hogares de nuestros mayores, estaba preparada para una pandemia de esta dimensión. Esa es la primera conclusión. A partir de ahí, había que tener un procedimiento de gestión de centros digitalizado para conocer en tiempo real lo que estaba pasando en los más de 2.200 centros, y ya lo tenemos. Las residencias tienen que adaptarse y centrarse en el modelo adaptado a la persona, que no sean macrorresidencias.
En Jaén se presentó la primera denuncia por fallecimiento de personas mayores en residencias. ¿Se van a personar en esos procedimientos?
Tenemos nuestro servicio de inspección y los informes a disposición de la Fiscalía, y que llegue a las conclusiones que tenga que llegar. Hubo dos residencias en Sevilla que he cerrado. Eran privadas, pero si es pública o concertada da igual: en el momento en que no se cumplan las normas y todos los derechos que tienen nuestros mayores se van a tomar medidas.
El próximo 9 de mayo el estado de alarma no estará vigente.
Nos deja una inseguridad jurídica. La pregunta que me hago es por qué se para el estado de alarma.
Si cualquier partido puede solicitarlo en el Congreso, ¿cree que debería hacerlo su partido?
Nosotros nos hemos pronunciado siempre a favor del estado de alarma. Lo que estamos pidiendo era una medida jurídica, que se podía haber hecho, desde la Ley de Salud, que no contempla esta situación de suspensión de libertades. En un año habría dado tiempo para dar esa seguridad jurídica. No entendemos por qué el estado de alarma antes sí y ahora no.
También se puede preguntar por qué este jueves se ha abierto la movilidad y antes no. ¿Cuál es el criterio?
Es un criterio de expertos.
Sí, pero el presidente de la Junta venía desde una semana antes avisando de que iba a abrirla.
Hasta que no tuvo la reunión con el comité de expertos no se toma ninguna decisión, eso se lo puedo asegurar. De hecho, existe movilidad pero hay municipios que siguen cerrados porque se toma por la incidencia, no se toma una decisión a la ligera. Si viene otro tipo de cepa más contagiosa y tenemos que volver atrás, volveremos atrás.
Las encuestas en Madrid sobre el 4 de mayo dan una caída a Cs e incluso la desaparición de la Asamblea.
Yo confío mucho en Edmundo (Bal, el candidato de Cs). Nosotros vamos a luchar hasta el final para tener una representación porque Cs es necesario. En este clima de polarización necesitamos partidos moderados de centro.
Después de las elecciones catalanas hubo una fuga de militantes de Cs al PP. ¿Cómo cree que van a afectar a Andalucía los resultados de Madrid?
Nosotros, sé que esto a lo mejor no se lleva, somos un Gobierno sólido y estable: hemos podido sacar adelante la crisis, hacer ahora las bajadas de impuestos necesarias, sacar tres presupuestos, con las políticas sociales y la lucha contra la violencia de género blindadas, gracias a mi partido. Hace más falta que nunca que hagamos política. En el Gobierno de Andalucía tenemos absolutamente todos muchas ganas de llegar hasta el final.
La última encuesta del Centra decía que el PP tendría más votos que el PSOE y Cs caería. ¿Puede ocurrir que el presidente decida adelantar las elecciones?
Yo por lo que conozco al presidente, y al PP, tienen la suficiente altura política y valores morales para saber que es más necesario que nunca continuar con el Gobierno y no estar en una campaña electoral. Se hace mucha política ficción hoy en día y la pandemia nos ha demostrado que todo cambia de la noche al día. Tenemos que estar en lo importante, no podemos estar en una campaña infinita, permanente, contando votos.
El vicepresidente andaluz, Juan Marín, habló de una coalición con el PP y después se postuló como candidato de Cs a la Junta. Su nombre ha salido muchas veces como alternativa, ¿sería una opción?
No estoy en campaña ni estoy en primarias.
Bueno, si su partido se lo requiriera, ¿diría que sí?
Yo siempre estoy a disposición de mi partido y al final los que tienen la última palabra son los militantes.
¿Por qué no se firmó el acuerdo a tres bandos y se hizo esa especie de pirueta, de PP con Vox y PP con Cs cuando estaba planteada esa foto? ¿Fue una orden de Madrid?
No, porque los que estamos gobernando Andalucía somos Cs y PP. Cs y PP llegamos a un acuerdo de bajada de impuestos. Era un pacto de los partidos de Gobierno, si Vox se ha animado nos parece muy bien y está abierto al resto de partidos políticos, igual que con todos los decretos leyes.
¿Había una consigna para evitar esa foto por parte de la dirección de Madrid?
Es que nosotros no tenemos que hacernos una foto con un partido que no está en el Gobierno, tenemos que hacernos la foto de un convenio los dos partidos que hemos firmado ese acuerdo.
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